?Es el Supremo, est¨²pido!
El caso Rosell, ?amenaza con metamorfosearse en el caso Marchena?
Las presuntas maniobras contra Victoria Rosell, que va a investigar el CGPJ, ?c¨®mo llegaron a convertirse en una causa contra ella? Como aquella frase que acu?¨® uno de los asesores de Bill Clinton en la campa?a electoral de 1992, sobre el papel de la econom¨ªa, se puede afirmar: ?Es el Supremo, est¨²pido!
Veamos la secuencia de los hechos. El ministro en funciones, Jos¨¦ Manuel Soria, se querella el 2 de febrero contra la juez en excedencia y diputada Rosell por calumnias e injurias. El 18 ampl¨ªa la querella en el Supremo, por prevaricaci¨®n judicial y retardo malicioso en el caso del empresario Miguel ?ngel Ram¨ªrez.
Y, atenci¨®n, pide que se solicite al magistrado Salvador Alba, que ha sustituido a Rosell en el juzgado de Canarias, un informe sobre un tema que fue archivado tanto en el Tribunal Superior de Canarias como en el Consejo del Poder Judicial (CGPJ). Se trata de un presunto retraso malicioso del caso de Ram¨ªrez.
Soria no es parte en ese procedimiento. Su informaci¨®n no es directa. No es perjudicado. Hace de acusaci¨®n popular contra Rosell.
La sala de admisi¨®n del Supremo, que preside Manuel Marchena, pide informe del fiscal. El fiscal desestima la querella.
Pero Marchena, que adem¨¢s es el ponente, dicta providencia y solicita informe al juez sustituto, Alba, tal cual ped¨ªa el letrado de Soria, el ex fiscal general del Estado con el PSOE, Eligio Hern¨¢ndez. Marchena llega a Madrid con Hern¨¢ndez a la fiscal¨ªa, en 1992.
El juez Alba toma declaraci¨®n al empresario. Y este habla de irregularidades de Rosell. Marchena recibe el informe de Alba junto con la declaraci¨®n del empresario. Propone abrir investigaci¨®n. Los otros miembros de la sala le apoyan. Unanimidad. ¡°El informe del juez era veneno puro. Se advert¨ªa a la legua que hab¨ªa enemistad¡±, dice una fuente jur¨ªdica.
El Supremo puede hacer diligencias pero suele ser prudente. Marchena extrae de la querella una percha. Y cuando llega el informe del juez Alba cuelga de ella la investigaci¨®n. El auto de admisi¨®n no es prudente. ¡°Hay ganas de actuar. Y se nota¡±, a?ade la fuente.
Lo que hace Marchena no es habitual. Desarrolla de facto una investigaci¨®n de oficio. Llama la atenci¨®n porque el fiscal del Supremo se ha unido al TSJ de Canarias y al CGPJ en no apreciar indicios delictivos en la conducta de Rosell.
¡°Marchena, cuando menos, ha actuado de forma temeraria e inquisitorial¡±, puntualiza la fuente. El caso Rosell, ?amenaza con metamorfosearse en el caso Marchena?
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