Los espectaculares secuestros del se?or Gagik
La polic¨ªa detiene al l¨ªder de una red de secuestradores armenios que actuaban en Espa?a
Para todos era conocido como el se?or Gagik. Un hombre de unos cuarenta a?os, buenas entradas en su cabellera morena, mediana estatura y cara de bonach¨®n. Iba siempre perfectamente trajeado y se presentaba como presidente de la C¨¢mara de Comercio de Armenia, como un representante del Gobierno de ese pa¨ªs. As¨ª, con coches de alta gama, ch¨®fer y directo desde el aeropuerto de M¨¢laga, lleg¨® un s¨¢bado de octubre de 2015 a la almazara de un empresario malague?o. Le acompa?aban los dos intermediarios espa?oles, dos catalanes que hab¨ªan establecido los contactos entre las partes. "Est¨¢ interesado en importar a Armenia toda tu producci¨®n de aceite, pero quiere verlo con sus propios ojos. No se f¨ªa", le dijeron al empresario andaluz. As¨ª que este les abri¨® las puertas de su almazara en fin de semana.
All¨ª mismo, el se?or Gagik manifest¨® su inter¨¦s, pero puso una condici¨®n: "El acuerdo comercial se firmar¨ªa en Armenia, adonde tendr¨ªa que viajar el principal representante de la empresa espa?ola". Al abogado del aceitero malague?o le son¨® raro aquello, as¨ª que optaron por otorgarle poderes legales a uno de los empleados que se desplazar¨ªa con el mismo abogado y otro representante de la empresa hasta el pa¨ªs cauc¨¢sico. D¨ªas m¨¢s tarde volaban hacia Erev¨¢n, la capital, directos a adentrarse en la boca del lobo, la del llamado se?or Gagik.
El pasado 4 de mayo, tras meses sigui¨¦ndole la pista, los agentes de la Secci¨®n de Secuestros y Extorsiones de la Polic¨ªa Nacional le pon¨ªan las esposas al supuesto comercial armenio, cuando aterrizaba en el aeropuerto del Prat de Barcelona dispuesto a firmar otro "acuerdo" con empresarios vin¨ªcolas granadinos. Pero entretanto sucedieron muchas cosas.
Encuentro con otro secuestrado catal¨¢n
Al llegar al aeropuerto de Erev¨¢n no estaba el coche que hab¨ªan reservado en la organizaci¨®n del viaje. En cambio, s¨ª estaba el se?or Gagik, con sus dos aliados catalanes y un s¨¦quito de coches todoterreno de alta gama. "No se preocupen", les dijo el resuelto trilero, "yo me encargo de todo". As¨ª fue como les condujo a otro hotel distinto del que hab¨ªan contratado y les introdujo en su mundo, aisl¨¢ndolos al mismo tiempo de cualquier conexi¨®n con el propio.?
Los tres empresarios espa?oles no sospecharon nada hasta al d¨ªa siguiente. Al amanecer, desayunaron en el hotel con uno de los ayudantes del se?or Gagik, que apareci¨® poco despu¨¦s listo para formalizar el contrato. De nuevo subieron a los coches de alta gama y todo comenz¨® a volverse extra?o cuando dejaron atr¨¢s la capital. Hicieron horas de kil¨®metros con la excusa de que iban a encontrarse con un familiar del se?or Gagik que pertenec¨ªa al Gobierno. Al llegar a su destino, una casa en medio de un pueblo del que ninguno recuerda el nombre, la hospitalaria actitud de los anfitriones armenios cambi¨® dr¨¢sticamente: "Les quitaron los m¨®viles, los ordenadores y les encerraron en una de las habitaciones de la casa", aseguran fuentes de la investigaci¨®n. "All¨ª hab¨ªa otro empresario catal¨¢n, un inmobiliario, que llevaba d¨ªas retenido y que hac¨ªa las veces de mayordomo", cuentan las mismas fuentes.
El chantaje
"Ten¨ªamos el dinero listo para pagaros en cuanto se descargaran los camiones de aceite en la frontera, pero alguien ha dado un chivatazo y han detenido a nuestro hombre con el dinero, as¨ª que ahora nos tienen ustedes que pagar ese mismo dinero", les dijo el se?or Gagik, que para entonces ya hab¨ªa cambiado su cara de bonach¨®n por la de mat¨®n.
Finalmente, los empresarios andaluces lograron contactar con alguien de la empresa para que ingresara el dinero en la cuenta acordada. D¨ªas antes, el propietario de la almazara ya hab¨ªa denunciado la desaparici¨®n de los tres empleados a la polic¨ªa, que ya estaba sobre la pista y hab¨ªa descubierto los antecedentes del se?or Gagik y sus secuaces, ya detenidos por los Mossos d'Esquadra por hechos similares en a?os anteriores.?
Fue el propio hermano del se?or Gagik quien fue a comprobar que se efectuaba la transferencia. Tambi¨¦n fue el primero en caer, tras enviar un mensaje de m¨®vil de confirmaci¨®n del pago. Horas m¨¢s tarde, el se?or Gagik abandonaba a los cuatro empresarios espa?oles en el hotel en el que inicialmente les hab¨ªa hospedado y les dejaba all¨ª. Fue entonces cuando los andaluces cayeron en la cuenta de que el supuesto mayordomo del se?or Gagik, el que les llevaba el agua y con quien apenas les dejaban hablar, era otro empresario catal¨¢n secuestrado, a quien Gagik hab¨ªa terminado de desplumar. En plena crisis inmobiliaria firm¨® con el supuesto comercial armenio unas escrituras a la desesperada y le entreg¨® dinero por una liberaci¨®n que jam¨¢s recuper¨®. Los cuatro regresaron en el mismo vuelo a Espa?a, sanos y salvos. Pero el se?or Gagik segu¨ªa campando por sus respetos.
Hasta el pasado 4 de mayo. Tras el seguimiento de algunos de sus familiares en Barcelona y con la colaboraci¨®n del grupo de crimen organizado de la capital, consiguieron centrarlo y comprobar que ven¨ªa en un vuelo directo al aeropuerto del Prat con la intenci¨®n de reunirse en Granada con unos empresarios vin¨ªcolas para firma otro "acuerdo comercial". A su llegada, los agentes le dieron la bienvenida calz¨¢ndole las esposas. Hoy permanece en prisi¨®n acusado de pertenencia a grupo criminal, extorsi¨®n, secuestro y amenazas. Su hermano, en cambio, que hac¨ªa las veces de cobrador del frac, ya est¨¢ libre de nuevo. Ser¨¢ un juzgado de Barcelona, tras inhibirse el de M¨¢laga, el que finalmente juzgue los espectaculares secuestros del se?or Gagik.
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