La ¡®familia¡¯ hispano suiza de David Marjaliza

Las grabaciones del sumario de la P¨²nica, cuyo secreto levant¨® el juez Eloy Velasco a principio de esta semana, han dejado al descubierto el exclusivo sistema de evasi¨®n de capitales que compart¨ªan y que les permit¨ªa sacar su fortuna hacia bancos de Ginebra, como el BNP Paribas o el UPB, y repatriarla despu¨¦s sin moverse de sus domicilios en Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao.

Muchos de los miembros de esta familia hispano suiza ¡ªen la que figuran desde empresarios de diversos sectores hasta un profesor de secundaria que movi¨® 341.000 euros¡ª supieron de Marjaliza cuando fueron citados a declarar como imputados en la Audiencia Nacional. El principal investigado de la red de corrupci¨®n y ellos tienen en com¨²n una figura: Michael Trevor Langdon. Este t¨¦cnico financiero, que cumplir¨¢ 80 a?os el pr¨®ximo diciembre, es el eje sobre el que pivota el ¡°sistema de compensaci¨®n¡± que permit¨ªa llevar y traer el dinero entre la Confederaci¨®n Helv¨¦tica y Espa?a.

El m¨¦todo, en esencia, es el siguiente. Juan y Pablo viven en Espa?a y tienen cuentas en Suiza. Juan necesita efectivo y Pablo quiere sacar su dinero de Espa?a. Entonces, Pablo le da a Juan su dinero en met¨¢lico en Espa?a. Despu¨¦s, ese movimiento se refleja como una salida desde la cuenta suiza de Juan y una entrada de dinero en la cuenta de Pablo. Naturalmente, Juan y Pablo ni se conocen ni tienen inter¨¦s en verse, y ah¨ª entra Langdon en escena. Este ciudadano brit¨¢nico, instalado en Espa?a desde 1964, hace de intermediario: toma el dinero de Juan y se lo da a Pablo y, dotado de poderes para operar en las cuentas suizas de ambos espa?oles, hace el movimiento entre los bancos mediante la cuenta de una de sus sociedades, llamada Rock Fish.

Langdon, que presumi¨® ante el juez de traer a Espa?a los fondos de inversi¨®n en el Banco Urquijo en los a?os 60, y que pas¨® a principios de los 90 por el Chase Manhattan Bank, es descrito por fuentes de la investigaci¨®n como un "mulero" [traficante en argot policial] de dinero negro. Seg¨²n ¨¦l, desde 1995 hasta 2011 captaba clientes espa?oles para las sucursales ginebrinas de BNP Paribas y de la UPB. Su comisi¨®n, que le pagaban los bancos, equival¨ªa al 0,5% de los activos bajo gesti¨®n.

Langdon se citaba con sus clientes en sus casas, sus despachos, o en hoteles de lujo ¡ªel Intercontinental en Madrid, el Majestic o el Hilton en Barcelona¡ª y ellos le entregaban el dinero para llevarlo a Suiza. "Empezaron con billetes de 500 cuando no era una cosa tan sospechosa, despu¨¦s bajaban muchas veces a 50, y yo lo contaba". Las entregas no se documentaban. Ni un recib¨ª ni mucho menos un sello del banco. "La ¨²nica documentaci¨®n era despu¨¦s el asiento en la cuenta (¡­) No llevaba contabilidad. Operaci¨®n hecha, operaci¨®n olvidada", relat¨® Langdon al juez. A cambio, el broker ingl¨¦s no hac¨ªa preguntas indiscretas, como el origen de los fondos que dejaban en su poder y que despu¨¦s ser¨ªan entregados a otros clientes necesitados de efectivo.

El intermediario record¨® ante el juez que Marjaliza le hizo varias entregas de entre 20.000 y 50.000 euros para que fueran depositadas en el BNP Paribas. Solo en una ocasi¨®n envi¨® en su nombre a su secretaria, Ana Mar¨ªa Ram¨ªrez. Francisco Granados, ex secretario general del PP madrile?o y socio de Marjaliza, tambi¨¦n recurri¨® a los servicios de Langdon. Este relat¨® que el expol¨ªtico le lleg¨® a confiar fondos en su despacho oficial. "Cuando hab¨ªa operaciones de cierta envergadura, el banco mandaba desde Suiza a personas aqu¨ª a recoger los fondos", cont¨® el financiero.

Las compensaciones de los fondos de Marjaliza a trav¨¦s de la sociedad de Langdon ¡ªy de otros gestores de fondos como Javier Mart¨ªn o Fabianne Guignard¡ª llevaron a los investigadores de la Guardia Civil a una serie de ciudadanos espa?oles con cuentas en Suiza y que se han visto imputados por ayudar a blanquear el dinero del constructor de Valdemoro. Sus declaraciones ante el juez arrojan luz sobre el perfil de la persona que saca su dinero de Espa?a.

En el grupo abundan los empresarios y los profesionales liberales, como el cirujano ocular madrile?o Juan Carlos P., que aconsejado por un compa?ero de trabajo, entreg¨® al gestor Javier Mart¨ªn unos 200.000 en tres a?os, de los cuales repatri¨® 60.000 para costear su divorcio. El sistema de compensaci¨®n no permit¨ªa disponer de los fondos de forma muy r¨¢pida. ¡°Era tan lento que tuve que pedir dinero a mi padre para la separaci¨®n¡±, se quej¨®. Su colega Jos¨¦ Amadeo S., traumat¨®logo jubilado de Valencia, abri¨® la cuenta a finales del franquismo ¡°para ahorrar por la inestabilidad pol¨ªtica¡±. En 2012, tras acogerse a la amnist¨ªa fiscal del Gobierno, la cerr¨®

El directivo de banca jubilado Jos¨¦ Fernando C., due?o de varios edificios en Barcelona, relat¨® que abri¨® su cuenta en Suiza en 1991 para recibir el pago de 200.000 euros de la venta de un chal¨¦ en Madrid. Por su parte el arquitecto Carlos G. reconoci¨® que guardaba unos 800.000 euros en el BNP y que se reun¨ªa con Langdon para entregarle el dinero.

Tambi¨¦n hay herederos, como Concepci¨®n M., cuyos padres le dejaron parte de su legado en una cuenta suiza. Las inversiones que le hicieron los gestores a quienes confi¨® las cuentas no resultaron muy rentables. ¡°Perd¨ª a manos llenas, en un momento dado ten¨ªa dinero en Madoff y Lehman Brothers y eso se fue al traste¡±, record¨®.