Ana Vela se convierte a sus 114 a?os en la m¨¢s longeva de la historia de Espa?a
Nacida en Puente Genil pero afincada en Barcelona, es la segunda europea de m¨¢s edad
En una residencia de ancianos al norte de Barcelona, callada y casi inm¨®vil en su silla de ruedas, una mujer vive ajena a las miradas de asombro que se posan sobre ella por su inhabitual capacidad para seguir abriendo los ojos cada ma?ana cuando a su alrededor el tiempo va cerrando los del resto indefinidamente. Ana Vela Rubio es desde hace m¨¢s de dos a?os la persona viva m¨¢s anciana de Espa?a y, a partir de este lunes, lo es tambi¨¦n de la historia. Los 114 a?os y 221 d¨ªas que cumple esta andaluza superan en un amanecer a los de su antecesora, la tambi¨¦n andaluza Mar¨ªa Antonia Castro, fallecida 20 a?os atr¨¢s. Nadie en Espa?a ha vivido m¨¢s que ella seg¨²n el Grupo de Investigaci¨®n Gerontol¨®gica, que certifica este tipo de registros y la sit¨²a como segunda europea m¨¢s longeva tras la italiana Emma Morano y sexta del mundo.
El 29 de octubre de 1901 nac¨ªa Ana Vela en Puente Genil (C¨®rdoba). Llegaba a una Espa?a atrasada y golpeada por la p¨¦rdida de las ¨²ltimas colonias de ultramar, un pa¨ªs de casi 19 millones de habitantes con una esperanza de vida de 35,7 a?os para las mujeres, menos para los hombres, en el que la palabra centenario iba unida a la conmemoraci¨®n de acontecimientos hist¨®ricos como el Descubrimiento de Am¨¦rica y no al n¨²mero de a?os que una persona viv¨ªa.
En esa coyuntura, Ana Vela regent¨® una tienda de alimentaci¨®n en M¨¢laga, trabaj¨® como costurera y cri¨® sola a cuatro hijos entre las idas y venidas de un hombre con el que nunca se cas¨®. "Ha sido una mujer muy temperamental debido a la falta de mi padre, de un hombre fijo que estuviera en casa", afirma cambiando el tono su hija, sentada junto a su madre en el patio de la residencia La Verneda. "Mam¨¢, mam¨¢, ?no quieres hablar? Est¨¢ negativa", se rinde ante su silencio.
La demencia senil que la incapacita para expresarse ha hecho que la historia de Ana Vela carezca de primera persona y sea hoy el relato de los que la conocen. En ese coro de voces se eleva por autorizada la de su hija, Ana como ella, Vela como ella. Sus cuatro v¨¢stagos antepusieron su apellido al del padre ausente. Sus familiares coinciden en que ese vac¨ªo pudo incidir en su car¨¢cter, m¨¢s bien introvertido y poco dado a muestras de cari?o.
Sin recetas m¨¢gicas
Ana Vela hija, de 88 a?os, vive a unas pocas calles y la visita a diario. "Era muy activa y ha tenido una naturaleza muy fuerte", afirma buscando una explicaci¨®n a su longevidad, para la que no encuentra recetas m¨¢gicas. "Le gustaba en la comida una copita de vino semidulce, pero no ten¨ªa el vicio de beber mucho. Para comer todo. Le gustaba la carne, el pescado, las verduras¡ Hac¨ªa una dieta muy normal, la de casa". Los recuerdos de los a?os en que, al contrario de lo que ahora sucede, se ocupaba de sus hijos, afloran una y otra vez. "Cuando era joven yo ten¨ªa un apetito devorador. Si estaba haciendo la comida mientras ella cos¨ªa, me dec¨ªa, "?Anita canta!". Era una forma de saber que no estaba comi¨¦ndome lo que cocinaba", rememora su hija.
El personal de la residencia la vio aparecer a los 103 a?os con una desenvoltura inusual. Participaba en todas las actividades y estaba al corriente de lo que suced¨ªa en el mundo. "Solo necesitaba bast¨®n, le encantaba la musicoterapia y le¨ªa el diario cada d¨ªa", recuerda Mar¨ªa Rosa Mart¨ªn, psic¨®loga del centro p¨²blico, gestionado por la Fundaci¨®n Salud y Comunidad y el Grupo Lagunduz. Tras una vida sin apenas problemas de salud, una rotura de f¨¦mur a los 109 a?os de la que tuvo que ser operada aceler¨® su deterioro. "Le afect¨® mucho, desde entonces no anda. En la fiesta de los 110 a?os ya casi no hablaba", explica Antonio Vela, uno de sus nietos, de 64 a?os.
El nieto de Ana Vela tiene nietos. Como ese, los ejemplos que pueden ponerse para tratar de hacerse una idea de lo que supone vivir 114 a?os son m¨²ltiples. Naci¨® bajo la regencia de Mar¨ªa Cristina de Habsburgo, la tatarabuela del actual Rey, y durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera ya era madre de tres hijos. Su nombre aparecer¨¢ en la pr¨®xima edici¨®n del libro Guinness de los r¨¦cords al estar ya entre las diez personas m¨¢s longevas del mundo, pero si Emma Morano, la ¨²nica que le supera en Europa con 116 a?os, ha recibido ya mensajes del Papa o el presidente de Italia, la discreci¨®n acompa?a los rutinarios d¨ªas de Ana Vela, m¨¢s de un mill¨®n de horas de recuerdos que no puede compartir. ?Cu¨¢nto vivir¨¢? Su hija responde: "Eso es imprevisible. Mientras no le falte el comer y el dormir bien... Creo que durar¨¢ bastante".
Los supercentenarios espa?oles
Las personas que superan los 110 a?os en Espa?a son todav¨ªa una peque?a minor¨ªa. Uno de los responsables del Grupo de Investigaci¨®n Gerontol¨®gica, Emilio Ib¨¢?ez, se?ala que han certificado la autenticidad de los documentos de una decena de ellos, pero que su n¨²mero real podr¨ªa ser algo superior, entre 15 y 20 personas.
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