¡°A los alumnos no se les pregunta qu¨¦ necesitan¡±
Hace falta un debate de fondo sobre c¨®mo ense?ar y aprender, m¨¢s all¨¢ de vaivenes legislativos. Un rector, un docente y una estudiante reflexionan sobre c¨®mo mejorar
Espa?a encabeza la lista de Europa en abandono educativo temprano y no brilla en los ex¨¢menes internacionales. EL PA?S ha reunido al rector de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), Alejandro Tiana; V¨ªctor Berm¨²dez, profesor de Filosof¨ªa en un instituto de M¨¦rida y Pilar Mera, estudiante de doctorado en Ciencias Pol¨ªticas de la Complutense para tratar de entender qu¨¦ le pasa a la educaci¨®n en Espa?a, m¨¢s all¨¢ de cambios legislativos y propuestas electorales.
EL PROFESOR
V¨ªctor Berm¨²dez. En secundaria se ve todos los d¨ªas. El nivel de desconexi¨®n de los chicos respecto a lo que ense?as est¨¢ ¨ªntimamente ligado con tu consideraci¨®n con sus intereses reales. No puedes entrar en clase y decir: ¡°Hoy toca el tema 26, abran el libro por la p¨¢gina 33¡¡±, si ni siquiera los has mirado a la cara. No se trata de votar el plan de estudios, pero no puedes llegar como una centralita de informaci¨®n. Eso es est¨¦ril, un simulacro educativo.
Alejandro Tiana. Uno de los dramas de la escuela es la falta de inter¨¦s y motivaci¨®n de los estudiantes. Y parece que no lo consider¨¢semos, solo les pedimos que se esfuercen. La escuela puede ense?ar much¨ªsimas cosas y da pena que a veces sus efectos sean tan peque?os.
V. B. Yo les veo cada d¨ªa con una gran capacidad de renovarse. A las 8.00 entran con su mochila, a toque de sirena como los obreros, y con el entusiasmo de ¡°puede que hoy pase algo estimulante¡±. Pero a las dos o tres horas se les caen los palos de sombrajo. ¡°Ah, esto es un simulacro, no pasa nada¡±. Unos hacen que aprenden y otros que ense?an. Desde las ocho hasta las dos de la tarde sin salir casi para nada. No conozco ning¨²n funcionario que haga eso. A veces lo ¨²nico real son las peque?as bromas, las indisciplinas.
Pilar Mera. Me estabas recordando a los profesores que m¨¢s me marcaron en la vida. Sab¨ªan de lo que hablaban y estaban muy bien preparados. Era gente a la que le gustaba mucho lo que hac¨ªa. A lo mejor habr¨ªa que revisar el filtro de entrada de los profesores, la importancia que les damos. Tengo compa?eros que no saben a qu¨¦ dedicarse y dicen: ¡°Voy a hacer oposiciones de secundaria¡±.
EL SISTEMA
A. T. A la educaci¨®n le sobra rigidez. Tenemos un sistema educativo muy pautado, que no estimula suficientemente la capacidad de imaginaci¨®n y de creaci¨®n en profesores y en alumnos.
P. M. Todo el mundo habla de educaci¨®n todo el rato, pero al final parece que nadie sabe qu¨¦ hace cuando cambiamos planes o maneras. Te encuentras un mont¨®n de problemas del d¨ªa a d¨ªa en los que nadie repara. Y piensas: ?Qui¨¦n cre¨® este plan? ?En qu¨¦ estaban pensando? V¨ªctor, ?t¨² crees que cuando hacen un plan de estudio cuentan con lo que t¨² necesitas?
V. B. Lo que necesito yo, lo dudo. Pero sobre todo con lo que no cuentan es con lo que necesitan los alumnos, ni siquiera les preguntan. No he visto jam¨¢s un plan de estudios que haya contado con su opini¨®n y se supone que son los protagonistas. No hay muchos decentes que compartan la programaci¨®n o las actividades con sus estudiantes.
LOS DEBERES
V. B. Cuando digo a los compa?eros que a los chicos les encanta aprender y no necesitan ex¨¢menes, se r¨ªen de m¨ª. Yo me callo, pero no me convencen. Los ex¨¢menes y los deberes no son la manera adecuada de guiarles, no pueden ser la espina dorsal. Los chicos quieren educarse pero en cosas que les interesen de verdad. Arist¨®teles dec¨ªa que el hombre por naturaleza ama el conocimiento. Imaginad que os hicieran ex¨¢menes de amor, que evaluaran la calidad de vuestros besos, no dar¨ªais ninguno con autenticidad. Pues eso son los ex¨¢menes. Cada semana le dices: no me f¨ªo de ti, demu¨¦strame que de verdad quieres aprender.
A. T. A veces, me quedo hasta las tantas en casa con algo, no porque me pongan deberes, me los pongo yo. Hay cuestiones que te apasionan aunque te exijan un esfuerzo y a los chicos les pasa igual. Concebimos los deberes m¨¢s como un castigo.
V. B. Plat¨®n dec¨ªa en La Rep¨²blica que la ¨²nica forma de ense?ar a un ni?o es jugando.
P. M. Distingu¨ªs entre una cosa o la otra, o juegas o pasas tres horas atado a la silla. Evidentemente, no puede ser que un ni?o peque?o salga del colegio y toda su tarde sea hacer deberes un d¨ªa tras otro. Pero la escuela ense?a disciplina. Y hay cuestiones que hay que repetir para aprenderlas, como un comentario de texto. Y para eso no siempre hay tiempo en clase.
LA UNIVERSIDAD
P. M. Otra pregunta t¨ªpica es si tiene que formar para el mundo laboral o no. A m¨ª s¨ª me parece que saber y disfrutar aprendiendo es muy importante y no todo tiene que tener una traducci¨®n pr¨¢ctica. Parece que lo que hay que investigar es lo que tiene que ver con las ciencias aplicadas. Y sociales y humanidades no importan. Hay que reivindicarlas.
A. T. El trabajo es una componente muy importante de la persona, desarrollamos cosas de nosotros mismos. Es uno de los problemas que me preocupa del desempleo juvenil. No podemos dejarlo de lado, pero eso no quiere decir que formemos a la gente para tal posici¨®n a la que estaba casi predeterminado en el mercado laboral. Tambi¨¦n ser¨ªa equ¨ªvoco ense?ar algo a alguien que le apasione y luego decirle que no puede dedicarse a ello. No significa que la universidad est¨¦ al servicio del mercado laboral. Es una cuesti¨®n de equilibrio.
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