Salid gobernados de casa
El ¨²nico momento emocionante ocurri¨® cuando las c¨¢maras descubrieron que Rajoy hab¨ªa ido acumulando posits
El ¨²nico momento emocionante de la noche ocurri¨® cuando las c¨¢maras descubrieron que Rajoy hab¨ªa ido acumulando posits en su mesa, notitas manuscritas colgadas aqu¨ª y all¨¢ como en los corchos del FBI, de tal forma que si del debate no sal¨ªa un presidente del Gobierno al menos conocer¨ªamos al asesino. All¨ª estaba el suspense, en las pistas y conexiones que Rajoy le¨ªa obsesivamente cuando le hablaban; al terminar el debate su atril m¨¢s parec¨ªa la caba?a en el bosque en la que John Nash vivi¨® una vida imaginaria, persiguiendo imposibles llenos de fantasmas en Una mente maravillosa.
Para entonces el presidente en funciones ya era consciente de su supervivencia pol¨ªtica. Lo hab¨ªa empezado a ser cuando en la presentaci¨®n de los candidatos las c¨¢maras enfocaron obsesivamente a Pedro Piqueras mientras saludaba Pedro S¨¢nchez. Piqueras se asocia en el telediario a los desastres naturales y esa forma suya tan particular de anunciarlos. De esta manera, con la voz en off de S¨¢nchez y el alarmismo por defecto de la cara de Piqueras, el socialista parec¨ªa estar informando de una pandemia; es imposible que un espa?ol escuche una voz con la cara sobreimpresa de Piqueras y no piense en la crecida de un r¨ªo, un edificio desplomado o una matanza de perros.
S¨¢nchez tard¨® en reincorporarse al debate. Cuando lo hizo fue para mirar a Pablo Iglesias como Sick Boy miraba a Begbie cuando Begbie contaba sus cafradas antes de tirar una jarra de cerveza al centro del bar. La misma mezcla de fascinaci¨®n y espanto, ¡°este maravilloso loco que en cualquier momento me cruje la espalda¡±. Hizo tres o cuatro bailes agresivos, casi siempre dirigidos a Rajoy, pero termin¨® sucumbiendo a otra mirada: cuando Rivera carg¨® contra Rajoy por la corrupci¨®n (¡°yo no te voy a llamar indecente; te voy a decir vete, amor¡±) S¨¢nchez clav¨® los ojos en el candidato del PP como si Rivera le hiciera las veces de primo de Zumosol. Rivera ya hab¨ªa tenido su momento Love Actually al escuchar a Iglesias hablando de impuestos; sac¨® una portada de El Mundo y se mantuvo con ella delante de ¨¦l en un gesto en el que s¨®lo se ech¨® de menos que no siguiese pasando cartelitos con letras que compusiesen en silencio la palabra ¡°bolivariano¡±.
Puerta giratoria
La primera informaci¨®n relevante que lleg¨® a los medios fue que la puerta giratoria del Palacio de los Congresos no iba a funcionar cuando llegasen los candidatos, como si estuviesen sin civilizar. Se trataba, dijo la Academia de Televisi¨®n, de evitar ¡°situaciones inc¨®modas¡±, por ejemplo que alguno quedase atrapado dentro, como en El Padrino. Tambi¨¦n exist¨ªa el riesgo de que, al funcionar correctamente esas puertas, Iglesias soltase el primer mitin de la noche. El candidato de Podemos tuvo su momento pronto, cuando le subi¨® a la condena del atentado de Orlando la felicitaci¨®n porque hubiese lenguaje para sordos; S¨¢nchez, que pudo haber superado el 8,90 de Podemos alabando a unos dependientes random, finalmente renunci¨®. Hay territorios que pertenecen en exclusiva a Pablo Iglesias.
¡ª Supongo que tambi¨¦n querr¨¢ decir algo de Orlando, le preguntaban los moderadores a los siguientes candidatos tras la exhibici¨®n de poder¨ªo de Rivera.
¡ª Pues mire, no. Se sobreentiende que condeno esos asesinatos, de hecho, ya los conden¨¦ donde deb¨ªa, y aqu¨ª he venido a otras cosas, no a hacer pulsitos con las v¨ªctimas.
No hubo valor, y tras el protocolo comenzaron todos a determinar sus posiciones. Iglesias le hizo a S¨¢nchez lo que Vigo a Pontevedra, que son dos ciudades hist¨®ricamente enfrentadas sin que ning¨²n vigu¨¦s se haya enterado. Rajoy, c¨®modo cuando lo rodean, titube¨® de forma emocionante cuando los moderadores le recordaron que a ¨¦l se le daba el ¨²ltimo turno del bloque econ¨®mico porque as¨ª lo hab¨ªa exigido.
¡ª Pero estaba de co?a, mujer.
¡ª Se?or Rajoy, tiene el privilegio.
¡ª A ver. Pues gobernar es muy dif¨ªcil, y hay que venir estudiao de casa.
As¨ª resolvi¨® la dram¨¢tica exigencia de que ¨¦l ten¨ªa que terminar ese bloque porque le iba la vida en ello. En la insistencia de que gobernar es muy dif¨ªcil, frase que repiti¨® sin dejar de repasar mentalmente el gol de Piqu¨¦, hab¨ªa un sentido paternalista: tratar de hacer desistir a los chavales como esos padres que le dicen a sus hijos que no vayan a la excursi¨®n de fin de curso a Ibiza porque ¡°se duerme poco¡± y al final ¡°es cansado¡±.
No hubo ganador. Por lo tanto, como siempre que no pasa nada, que no se aclara nada y que no hay nada en ninguna parte, gan¨® Rajoy.
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