Europa y Am¨¦rica, expectantes ante las elecciones generales en Espa?a
Venezuela sigue con atenci¨®n los comicios tras haber protagonizado parte de la campa?a
Es probable que el pa¨ªs de Am¨¦rica Latina donde m¨¢s expectaci¨®n levantan las elecciones espa?olas sea Venezuela. Adem¨¢s de ser uno de los que cuenta con m¨¢s residentes espa?oles ¨Ccerca de 200.000, aunque inscritos en el Consulado haya 158.000-, el pa¨ªs que preside Nicol¨¢s Maduro entr¨® de lleno en la campa?a espa?ola. Los v¨ªnculos de los fundadores de Podemos con el r¨¦gimen chavista y las elevadas sumas de dinero que han recibido de Caracas (la Asamblea legislativa venezolana ha anunciado una investigaci¨®n al respecto) han sido, junto a la resistencia de Podemos a condenar la represi¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs sudamericano, cap¨ªtulos recurrentes en estas semanas. Tanto como los ataques de Maduro a Rajoy y a Felipe Gonz¨¢lez. Adem¨¢s, Albert Rivera viaj¨® a Caracas a finales de mayo para respaldar a la oposici¨®n.
En Colombia, los comicios de este domingo se viven con inter¨¦s, pero la atenci¨®n del pa¨ªs est¨¢ centrada en el proceso de paz despu¨¦s del acuerdo de cese al fuego bilateral alcanzado esta semana por el Gobierno y la guerrilla de las FARC, que pone fin a un conflicto de m¨¢s de cinco d¨¦cadas. El Gobierno de Santos conf¨ªa en mantener las buenas y estrechas relaciones con el Gobierno que salga de las urnas, independientemente del ganador. El nuevo escenario que se abre en Espa?a se ha vuelto una constante en las conversaciones entre los l¨ªderes pol¨ªticos colombianos ¨Cacostumbrados a las coaliciones entre mil formaciones- cuando se dirigen a un corresponsal espa?ol.
Pablo Iglesias y Albert Rivera. Por este orden y sin mayores pre¨¢mbulos. Esos dos pol¨ªticos, sus expectativas y su capacidad para romper la baraja, centran la atenci¨®n de los mexicanos. El resto forma una masa conocida y de relativo poco inter¨¦s. En ambos candidatos, aunque salvando las distancias, muchos proyectan el cambio que anhelan. ¡°He sido un cr¨ªtico abierto de Podemos, tengo mejor opini¨®n de Ciudadanos. Pero me pregunto por qu¨¦ en M¨¦xico no ha surgido ninguno de estos fen¨®menos. En Espa?a hay problemas, pero tambi¨¦n un clar¨ªsimo relevo generacional¡±, se?ala el historiador e intelectual Enrique Krauze. Este inter¨¦s por la novedad lleva a los pol¨ªticos mexicanos, de uno y otro signo, a interrogar en las sobremesas por el d¨²o. La mayor parte de las preguntas van destinadas a resolver la inc¨®gnita de Iglesias y su exacta ubicaci¨®n ideol¨®gica. Pero en las filas del Partido de Acci¨®n Nacional el favorito es Rivera, cuya imagen renovadora causa sensaci¨®n entre los j¨®venes leones de la derecha. ¡°Algo as¨ª queremos hacer nosotros¡±, confesaba recientemente un l¨ªder panista a este peri¨®dico. No menos llamativo resulta en M¨¦xico la incapacidad de los partidos espa?oles para llegar a un pacto. En una tierra que se gobierna por mayor¨ªa simple (y baja) y donde dos principales formaciones a derecha e izquierda forman coalici¨®n para desbancar al PRI, el bloqueo a la espa?ola resulta intrigante. E incluso un poco exagerado.
Europa
En Francia han prendido dos ideas-fuerza sobre Espa?a: que el pa¨ªs ha sorteado la crisis y que los indignados se aprestan a tomar el poder. La primera se sostiene fundamentalmente sobre el ritmo del crecimiento econ¨®mico, que casi triplica al franc¨¦s (3,2% frente a 1,1% en 2015). La segunda, sobre el ¨¦xito electoral de Podemos en las ¨²ltimas municipales y, sobre todo, de Manuela Carmena en Madrid y Ada Colau en Barcelona. Podemos, la marca que en Francia se asimila al movimiento de los indignados, concita el m¨¢ximo inter¨¦s de los franceses para este domingo. Despierta una cierta admiraci¨®n en un pa¨ªs en el que es la extrema derecha la que habla de casta pol¨ªtica, la que mantiene un discurso m¨¢s rupturista y la que recaba uno de cada tres votos. A la izquierda del Partido Socialista en el poder en Francia la Izquierda radical solo cuenta con quince esca?os. Podemos suele estar en todos los titulares cuando los cronistas hablan de las pr¨®ximas elecciones y Podemos ha sido, en parte, el referente de Nuit debout (Noche en vela), un movimiento juvenil de protesta que pretendi¨® acampar en el centro de Par¨ªs a semejanza del 15M y que no ha conseguido cuajar.
Si Espa?a estornuda, Portugal se constipa. La inestabilidad pol¨ªtica de un pa¨ªs conlleva siempre inestabilidad econ¨®mica y eso se contagiar¨ªa al primer socio comercial, su vecino Portugal. El crecimiento econ¨®mico de Espa?a tiene un impacto directo positivo en las cuentas del vecino por eso lo que menos le puede interesar es que el domingo no salga un Gobierno claro en las urnas. Su color es secundario. La estabilidad prima sobre todo. De ah¨ª, el bajo perfil, m¨¢s bien ausencia, de m¨ªtines entre partidos socialistas hermanos. Si en la anterior campa?a, S¨¢nchez visit¨® al reci¨¦n elegido primer ministro Ant¨®nio Costa y se hicieron una foto juntos, ahora, no. El socialista Costa lleva siete meses en el Gobierno gracias al apoyo de los partidos a su izquierda, comunistas y Bloco de Esquerda, pero tambi¨¦n mantiene excelentes relaciones con el Gobierno conservador de Rajoy. Costa va a estar a bien con cualquier gobierno espa?ol que salga de las urnas, sea del color que sea. Su preocupaci¨®n es que haya un Gobierno estable.
El titular del diario La Repubblica lo dice todo: ¡°Espa?a regresa a las urnas seis meses despu¨¦s con el fantasma de la ingobernabilidad¡±. La pieza de Alessandro Oppes en la web ¨Cen la edici¨®n de papel el Brexit ocupa 19 p¨¢ginas y m¨¢s adelante la ¨²nica Espa?a que encuentra hueco es la que se enfrenta el lunes a Italia¡ªsubraya que el verdadero sue?o de Pablo Iglesias es ¡°consagrarse como la primera fuerza absoluta¡± y refleja la pugna por el voto entre el PSOE y Podemos. En el mismo diario, el escritor Javier Cercas explica: ¡°El clima social es de rabia, de rechazo a la clase pol¨ªtica. As¨ª han nacido en otros lugares fen¨®menos como Berlusconi, Trump o Le Pen. En Espa?a, Podemos asegura la canalizaci¨®n del descontento en sentido positivo. Pero yo no creo que de la furia y del resentimiento, aunque sea justificado, pueda venir nada bueno¡±. La web de La Repubblica ofrecer¨¢ el escrutinio en directo a trav¨¦s. Ni el Corriere della Sera ni La Stampa ha dedicado este domingo espacio a las elecciones generales espa?olas.
Alemania, un pa¨ªs en el que los pactos entre partidos son la norma, ha seguido con algo de extra?eza la segunda campa?a electoral que Espa?a ha vivido en menos de seis meses. Los medios de comunicaci¨®n y los pol¨ªticos observaron con atenci¨®n el a?o pasado la aparici¨®n de Podemos y Ciudadanos, pero esta segunda contienda electoral ha quedado algo desdibujada por un cierto asombro ante la repetici¨®n de las elecciones, y tambi¨¦n por el refer¨¦ndum brit¨¢nico, que ha copado toda la atenci¨®n. Y sin embargo, Podemos y la figura de Pablo Iglesias despiertan en Alemania inter¨¦s y, en muchos c¨ªrculos, preocupaci¨®n. ¡°Este hombre simp¨¢tico destruye la socialdemocracia¡±, titulaba esta semana Die Zeit un amplio art¨ªculo en el que analizaba ¡°la revoluci¨®n¡± que supondr¨ªa para la democracia espa?ola la victoria de Podemos por encima del PSOE. El Gobierno alem¨¢n reh¨²sa opinar en p¨²blico sobre asuntos internos de otros pa¨ªses. Pero en conversaciones privadas es evidente el miedo a un Gobierno que d¨¦ marcha atr¨¢s a las reformas impulsadas por el PP, como est¨¢ ocurriendo en Portugal. Al mismo tiempo, abundan las informaciones sobre los casos de corrupci¨®n del partido gobernante. Y reportajes como el monogr¨¢fico bastante laudatorio que el canal francoalem¨¢n Arte dedic¨® hace pocos d¨ªas a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, revelan tambi¨¦n un inter¨¦s por las figuras emergentes de los nuevos partidos espa?oles.
Informaci¨®n elaborada por Javier Mart¨ªn, Gabriela Ca?as, Jan Mart¨ªnez Ahrens, Javier Lafuente, Pablo Ordaz y Luis Doncel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Jornada reflexi¨®n
- Pedro S¨¢nchez
- Mariano Rajoy
- Elecciones Generales 2016
- Pablo Iglesias
- Congreso Diputados
- Venezuela
- Resultados electorales
- Italia
- Portugal
- Elecciones Generales
- Francia
- Colombia
- Partidos pol¨ªticos
- Parlamento
- Europa occidental
- Elecciones
- Gobierno
- Latinoam¨¦rica
- Administraci¨®n Estado
- Europa
- Am¨¦rica
- Pol¨ªtica