M¨¢s de 2.000 jud¨ªos sefard¨ªes han solicitado ya la nacionalidad espa?ola
Argentina, con 257 peticiones, es el pa¨ªs con mayor n¨²mero de demandantes
El Ministerio de Justicia ha registrado 2.038 solicitudes de descendientes de sefard¨ªes desde la entrada en vigor de la ley, el 1 de octubre de 2015,?por la que se otorga la nacionalidad espa?ola a este colectivo, proveniente de los jud¨ªos que fueron expulsados de Espa?a en 1492. Argentina, con 257 peticiones, es el pa¨ªs con el mayor n¨²mero de demandantes, seguido de Israel (178) y Venezuela (144). Los datos, facilitados por el Ministerio de Justicia, est¨¢n actualizados hasta la pen¨²ltima semana de este mes de junio.
Desde la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a (FCJE) afirman que las cifras se incrementar¨¢n en los pr¨®ximos seis meses. Esta organizaci¨®n?se encarga de tramitar el certificado que prueba el origen sefard¨ª del solicitante. La instituci¨®n ha recopilado cerca de 3.300 solicitudes desde el pasado 1 de octubre. Seg¨²n la directora de la FCJE, Carolina Aisen, el n¨²mero se ampliar¨¢ porque son "muchos" los solicitantes que, antes de presentar la documentaci¨®n por la v¨ªa oficial, les dirigen consultas.?
Existen dos procedimientos para conseguir la nacionalidad espa?ola a descendientes de sefard¨ªes. En el primero, el solicitante debe probar que lleva, al menos, dos a?os residiendo de forma legal en Espa?a. En el segundo, la solicitud se tramita?por la denominada "carta de naturaleza", en la que se exigen una serie de "circunstancias excepcionales" para llevar a cabo la tramitaci¨®n. No se trata, por s¨ª solo, de tener un determinado apellido, o dominar el ladino, la?variedad del castellano hablada en algunas comunidades de jud¨ªos de origen hispano. Tampoco basta con acreditar una especial vinculaci¨®n con la cultura y costumbres espa?olas. Ninguno de estos aspectos, aunque se tengan en cuenta en la aprobaci¨®n, bastan por s¨ª solos para obtener la nacionalidad.?
Saber espa?ol
El solicitante, que en todo caso tiene que ser mayor de edad, tiene que justificar un conocimiento b¨¢sico de la lengua espa?ola (un nivel A2, suficiente para comprender frases y expresiones cotidianas de uso frecuente), que certifica?el Instituto Cervantes. Adem¨¢s, deben superar una prueba de conocimiento adicional sobre cultura y realidad social espa?olas. Sin embargo, muchos solicitantes no pueden cumplir este requisito en raz¨®n de su avanzada edad. La FCJE negocia con el Ministerio de Justicia c¨®mo suavizarlo para esos casos. ?"Intentaremos facilitarles el proceso a estas personas tan ancianas, que est¨¢n muy vinculadas emocionalmente con su pasado y que en la mayor parte de los casos hablan perfectamente el ladino", asegura.
El conocimiento del ladino no es imprescindible para la obtenci¨®n del pasaporte espa?ol, pero se valora. El ladino se mantiene, seg¨²n la FCJE en ciudades como Estambul, Toronto o Montreal gracias a centros de ense?anza que lo imparten como asignatura.
El FCJE calcula que una tercera parte de las solicitudes reunidas se tramita con ¨¦xito y otra tercera parte nunca llegar¨¢ a finalizar el proceso. Una vez aprobado ante notario, para lo que es preciso que el interesado viaje a Espa?a, el solicitante tiene 180 d¨ªas para notificarlo al consulado en el pa¨ªs donde vive. "All¨ª se realiza la jura y se emite el pasaporte", explica Aisen.
Los tr¨¢mites implican el pago de una tasa de 100 euros, a los que hay que a?adir los costes del examen oficial y del viaje y estancia en Espa?a. Hasta el momento, la web del Ministerio de Justicia destinada a este fin ha contabilizado m¨¢s de 35.000 visitas en los primeros nueve meses de vigencia de la ley. "El inter¨¦s es muy grande, pero es imposible prever cu¨¢ntos solicitantes iniciar¨¢n el procedimiento". La petici¨®n de nacionalidad por esta v¨ªa tiene fecha l¨ªmite:?las solicitudes tendr¨¢n que presentarse antes de octubre de 2018, aunque el plazo podr¨ªa prorrogarse un a?o m¨¢s, si as¨ª se decide en Consejo de Ministros.
Una protecci¨®n que viene de lejos
La defensa institucional de Espa?a por la restauraci¨®n de los derechos de los sefard¨ªes como ciudadanos espa?oles de pleno se remonta a la d¨¦cada de los a?os veinte del siglo pasado. Durante la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, que gobern¨® entre 1923 y 1930, se promulg¨® un real decreto que sirvi¨® de precedente para reconocer y proteger a los descendientes de sefard¨ªes.
La directora de la Federaci¨®n de Comunidades Jud¨ªas de Espa?a (FCJE), Carolina Aisen, afirma c¨®mo gracias a esta herramienta los c¨®nsules de diferentes pa¨ªses salvaron muchas vidas de personas de origen jud¨ªo durante la Segunda Guerra Mundial.
Un ejemplo de ello es una orden del Gobierno espa?ol de 1948, en la que se hac¨ªa referencia, mediante un listado, a las familias sefard¨ªes provenientes de Egipto y Grecia protegidas por Espa?a. Un gesto que tambi¨¦n se ha repetido a lo largo del tiempo, como apunta Asien. "En la Guerra de los Seis D¨ªas, acaecida en 1967, numerosos jud¨ªos de origen sefard¨ª pudieron salir de los pa¨ªses ¨¢rabes y encontrar cobijo en Espa?a gracias a la mediaci¨®n consular".
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