El PSOE defiende el Estado federal ante la ¡®v¨ªa canadiense¡¯

Dos a?os ha durado la sincronizaci¨®n y armon¨ªa entre el PSOE y el PSC. De nuevo, el problema sobre la posici¨®n de Catalu?a con el resto de Espa?a amenaza con dividirlos por la pretensi¨®n del socialismo catal¨¢n de explorar una consulta espec¨ªfica para esa comunidad si fracasa la reforma constitucional. La direcci¨®n federal y la mayor¨ªa de los l¨ªderes territoriales rechazan una opci¨®n unilateral de Catalu?a. La Declaraci¨®n de Granada en la que se aprob¨® la reforma de la Constituci¨®n para llegar a un Estado federal es la ¨²nica que admite el PSOE.

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Como un jarro de agua fr¨ªa cay¨® ayer en el PSOE el conocimiento del texto de la ponencia que el PSC, su partido hermano, llevar¨¢ a su congreso de noviembre. En ese texto se abren otros caminos para Catalu?a si, llevada a cabo la reforma constitucional, esta es rechazada mayoritariamente por los catalanes cuando la misma se vote en toda Espa?a como marca la propia Ley Fundamental.

No hay otro camino que la reforma constitucional, en una l¨ªnea federal, en la que se recoja un mayor autogobierno para Catalu?a y el reconocimiento de su singularidad. Esta es la respuesta de la direcci¨®n federal y de la mayor¨ªa de los presidentes auton¨®micos, consultados por EL PA?S. En nombre de la ejecutiva, ?scar L¨®pez no ve recorrido a la v¨ªa canadiense: ¡°La posici¨®n del PSOE es conocida y es [la declaraci¨®n de] Granada. No hay plan b. La reforma constitucional hay que hacerla y tiene que ser una soluci¨®n, no un nuevo problema¡±.

Si alguien tiene algo que revisar es el PSC con esta propuesta a la canadiense. ¡°La Declaraci¨®n de Granada sigue plenamente vigente y no se va a cambiar, aunque claramente quien la rebasa es el PSC. Mi posici¨®n es absolutamente contraria a la v¨ªa canadiense¡±, afirma el presidente asturiano, Javier Fern¨¢ndez. Y aventura: ¡°La inmensa mayor¨ªa del partido estar¨¢ en contra de esa consulta solo para Catalu?a sobre una eventual secesi¨®n¡±.

Rememora el presidente de Extremadura, Guillermo Fern¨¢ndez Vara, el esfuerzo, el trabajo y ¡°las cesiones¡± que todos los socialistas tuvieron que hacer hasta llegar al pacto de Granada. ¡°El d¨ªa anterior por la noche a¨²n Alfredo P¨¦rez Rubalcaba estaba negociando para encontrar el punto com¨²n; cost¨® mucho y hay que mantenerlo porque es una respuesta adecuada al problema territorial de Espa?a¡±. Nada diferente se escucha del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano Garc¨ªa-Page, que, adem¨¢s, muestra una prevenci¨®n: ¡°Si existe una alternativa, como la v¨ªa canadiense, a la reforma constitucional, convertir¨ªa a esta en est¨¦ril¡±. Granada, tambi¨¦n, es lo que defiende el presidente de Arag¨®n, Javier Lamb¨¢n.

No reniega de la reforma federal la presidenta de Baleares, Francina Armengol, dentro de la Constituci¨®n, pero con unos postulados ¡°muy potentes¡± para Catalu?a, que se viera reconocida con un estatus muy definido. Para ello, al tiempo que empieza a debatirse la reforma constitucional general ¡°deber¨ªa trabajarse simult¨¢neamente con Catalu?a sobre su financiaci¨®n y sobre c¨®mo profundizar en su autogobierno¡±, explica la presidenta balear. ¡°Los partidos nacionalistas vuelven a ser clave y ese es el momento pol¨ªtico de ser valiente¡±, defiende Armengol. Si la reforma constitucional contempla avances sustanciales para Catalu?a ¡°los ciudadanos catalanes votar¨¢n a favor¡±.

Discrepancia aparcada

El PSOE y el PSC sellaron su pacto federal en julio de 2013 sin resolver su conflicto sobre la consulta a los ciudadanos catalanes. La discrepancia qued¨® aparcada para que pudiera haber un acuerdo de todos los socialistas, incluido el entonces primer secretario del PSC, Pere Navarro. Con Miquel Iceta al frente del partido se dio un giro trascendental hace dos a?os al suprimir de sus postulados el derecho a decidir y apostar exclusivamente por la reforma constitucional. Ahora se abre la puerta a otra opci¨®n, la consulta solo a los catalanes, si la mayor¨ªa de los votantes de esa comunidad rechaza en refer¨¦ndum la Ley Fundamental.

La reforma que reclama el PSC deber¨ªa suponer tambi¨¦n ¡°el pleno reconocimiento del car¨¢cter nacional de Catalu?a, de sus derechos hist¨®ricos y de la singularidad de su autogobierno¡±. La ponencia plantea una relaci¨®n con el Estado que, partiendo de un marco federal, se base en el ¡°reconocimiento sin ambages de su realidad plurinacional¡±, adem¨¢s de un marco competencial que comporte el pleno autogobierno ¡°en el marco de unas interdependencias hispanas y europeas que no resulten un lastre, sino un trampol¨ªn que proyecten la naci¨®n catalana hacia el futuro y la primera l¨ªnea europea¡±.