Pol¨¦mica en Baleares por el acceso a las zonas protegidas

El Parlamento de Baleares tiene previsto aprobar esta semana la nueva Ley de Evaluaci¨®n Medioambiental, una norma impulsada por los partidos del Gobierno, PSOE y M¨¦s con el apoyo de Podemos, que entre otros aspectos ordena la conservaci¨®n de los espacios protegidos. La pol¨¦mica surge porque el texto pretende regular el uso de los caminos en zonas protegidas para llegar a la costa para tratar de equilibrar la necesidad de conservaci¨®n medioambiental con el acceso al mar. Una finca de la familia March est¨¢ en el centro del debate.

La nueva regulaci¨®n ha puesto en pie de guerra a algunas entidades conservacionistas y a una rama de la familia March, a quienes el nuevo ordenamiento afectar¨ªa de pleno en su finca Ternelles de Pollen?a, en la Sierra de Tramontana. Parte de los caminos de la finca y la zona de la cala forman parte de una llamada ¨¢rea de exclusi¨®n, un entorno al que solo pueden acceder investigadores y cient¨ªficos. Este ¨¢rea de la finca est¨¢ protegida para la cr¨ªa de buitre negro, una especie emblem¨¢tica de la isla que ha logrado mantenerse gracias a la preservaci¨®n de espacios y la labor de diversas asociaciones. Con la nueva ley, se permitir¨ªa el transito hasta el mar a trav¨¦s de la finca.

Las disputas por el derecho de paso en la finca, al margen de su protecci¨®n medioambiental, han sido una constante en los ¨²ltimos a?os. Tanto es as¨ª que en 2009 un grupo de medio millar de personas con algunos l¨ªderes de la izquierda nacionalista participaron en una marcha reivindicativa que exig¨ªa que el camino pasara a tener una titularidad p¨²blica. Alguno de ellos lleg¨® a saltar la valla que imped¨ªa el acceso a la finca.

El caso parec¨ªa haber quedado zanjado en marzo del a?o pasado, cuando el Tribunal Supremo confirm¨® una servidumbre de paso de acceso al mar, como reclamaba el Ayuntamiento de Pollen?a. Sin embargo, en septiembre y tras un litigio paralelo entre la propiedad de la finca y el Consistorio, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares anul¨® el paso por el camino y el acceso al mar argumentando que era una zona protegida.

El fallo del tribunal estipulaba que el acceso a la zona de mar, la cala Castell, discurr¨ªa a trav¨¦s de un camino de la finca de la familia del banquero situado en una llamada zona de exclusi¨®n, espacios altamente protegidos por cuestiones de conservaci¨®n cient¨ªfica seg¨²n la normativa auton¨®mica en los que no cabe ning¨²n tipo de actividad recreativa en el lugar. Un dictamen que cerraba de nuevo en falso un litigio de a?os, ya que ha sido recurrido por el Ayuntamiento de Pollen?a ante el Tribunal Supremo.

Desde la Consejer¨ªa de Medio Ambiente explican que la nueva ley prev¨¦ establecer un equilibrio entre esa necesidad de conservaci¨®n de la zona y la garant¨ªa de poder acceder a la cala. Quieren que, aunque linde por un tramo protegido, pueda ser utilizado como sendero para acceder al mar. El Gobierno auton¨®mico tiene previsto estudiar caso por caso y autorizar el paso de un determinado n¨²mero de personas por estas zonas, al tratarse de lugares con necesidad de conservaci¨®n.

Desde el Grupo de Ornitolog¨ªa Balear (GOB), una de las entidades ecologistas m¨¢s representativas de las islas, consideran que la nueva normativa conllevar¨¢ una rebaja general del grado de protecci¨®n de todas las ¨¢reas de exclusi¨®n y que abrir¨¢ estas zonas a otros usos que hasta ahora no se permit¨ªan.

Sin embargo, disienten de los argumentos medioambientales que se utilizaron para proteger parte de Ternelles, lo que califican de ¡°caso evidente de protecci¨®n a la carta¡± en el que se intent¨® limitar, aseguran, el uso p¨²blico en una finca donde el paso arrastra una larga pol¨¦mica entre la ciudadan¨ªa y la propiedad. Para los ecologistas, el acceso a la cala no plantea efectos negativos para el buitre negro que recuerdan, ya no es considerada una especie amenazada.