¡°?Ya tengo todo listo para soltar a tu hija!¡±
Las denuncias en Espa?a de secuestros virtuales expr¨¦s desde dos c¨¢rceles chilenas se triplican
Espa?a es un santuario para los falsos secuestradores virtuales que operan desde c¨¢rceles chilenas. La Polic¨ªa Nacional ha recibido m¨¢s de 700 denuncias en a?o y medio en Madrid, Zaragoza, Sevilla, M¨¢laga y Valencia sobre esta pr¨¢ctica donde presos comunes amenazan con asesinar en directo al familiar de un interlocutor elegido al azar si no se abona un rescate. Todo es una farsa. Las llamadas proceden de los penales de Colina II y Santiago I. El fen¨®meno se ha triplicado desde que irrumpi¨® por primera vez, en febrero de 2015, seg¨²n fuentes policiales.
La prisi¨®n chilena de Colina II se ha convertido en un inmenso locutorio. Decenas de reclusos de este penal a 35 kil¨®metros de Santiago y considerado uno de los m¨¢s peligrosos del pa¨ªs telefonean a Espa?a a diario desde sus celdas para ejecutar secuestros virtuales expr¨¦s.
Los presos simulan ser raptores de un familiar, intentan persuadir al interlocutor para que transfiera un rescate ¨Cque arranca con una petici¨®n de 10.000 euros- y amenazan con cometer un asesinato si no se cede al chantaje. La secuencia se desarrolla entre gritos. ¡°?Ya tengo todo listo para soltar a Mar¨ªa!¡±, anuncia uno de los extorsionadores a una madre de X¨¤tiva (Valencia), seg¨²n el audio al que ha tenido acceso EL PA?S. El falso secuestrador llega a pedir que no se avise a la Polic¨ªa Nacional ni a la Guardia Civil para conferir credibilidad a su llamada. Tambi¨¦n, da largas cuando se le solicita escuchar la voz de la chica supuestamente raptada.
Los presos llegan a imitar voces juveniles y rastrear el Facebook de sus v¨ªctimas para recabar datos personales y resultar convincentes. Las llamadas se dirigen a n¨²meros fijos seleccionados de modo aleatorio en el list¨ªn espa?ol.
La dificultad para identificar al autor ¨Cen una misma celda hay cinco reclusos que comparten m¨®vil- y la facilidad para usar un tel¨¦fono en las prisiones chilenas ¨Cdonde se han requisado en los ¨²ltimos meses 70.000 dispositivos- propician la pr¨¢ctica.
¡°El pasado a?o identificamos en Chile a nueve personas. Tras unos meses de calma, el delito ha aumentado¡±, reconoce Juan Alcolea, jefe del equipo de Negociaci¨®n de Secuestros de la Polic¨ªa Nacional, que la semana pasada visit¨® Chile para colaborar con las pesquisas que coordinan en este pa¨ªs la Polic¨ªa de Investigaciones y la Fiscal¨ªa de Chacabuco.
La Polic¨ªa Nacional ha recibido m¨¢s de 700 denuncias en a?o y medio en Zaragoza, Sevilla, M¨¢laga, Valencia y Madrid, donde se concentran la mayor parte de los casos de un fen¨®meno que se ha triplicado desde que irrumpi¨® en Espa?a por primera vez, en febrero de 2015, seg¨²n los investigadores. Todas las llamadas analizadas proceden de los penales de Colina II y Santiago I.
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de Zaragoza, que aglutina varias denuncias sobre este asunto, ha enviado a Chile una comisi¨®n rogatoria, que es como se denominan las peticiones de informaci¨®n a un pa¨ªs extranjero. La Polic¨ªa trabaja con la Fiscal¨ªa de Cooperaci¨®n Internacional de la Audiencia Nacional para unificar las reclamaciones y las peticiones del ministerio p¨²blico chileno.
Las llamadas virtuales se realizan por la tarde -hora espa?ola- desde n¨²meros ocultos o con prefijo chileno (0056). Arrancan con ¡°?Somos una organizaci¨®n criminal! Tenemos retenido a su hijo¡±. Los prisioneros persiguen con su labia atrapar a la v¨ªctima al otro lado de la l¨ªnea, ganar tiempo para que no cuelgue y pueda descubrir que todo es una farsa.
Los presos persuaden al afectado para que se desplace a un cajero cercano a su casa, saque una cantidad que oscila entre 500 y 1.000 euros ¨Caunque la petici¨®n inicial es de 10.000- y transfiera el dinero a trav¨¦s de compa?¨ªas como Western Union o MoneyGram International.
El rescate solo se cobra en el 5 % de los casos. Un total de 20 v¨ªctimas han picado en Espa?a este a?o (en 2015 fueron 15). La suma total de su bot¨ªn apenas supera 32.000 euros en a?o y medio. Los investigadores sostienen, sin embargo, que el delito es rentable en un pa¨ªs con un salario m¨ªnimo de 325 euros mensuales.
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