La batalla personal que derrib¨® a una directora general

La historia que empieza en 2011, con el primer contacto de tres desconocidos investigadores universitarios, se ha convertido cinco a?os despu¨¦s en una trama que ha hecho caer a un alto cargo del Gobierno y que incluye acusaciones de corrupci¨®n, medias verdades, intereses, presiones pol¨ªticas y correos filtrados. El Ministerio del Interior abri¨® una investigaci¨®n para dilucidar si la DGT adjudic¨® de forma irregular tres proyectos a un grupo de trabajo del que formaba parte el marido de la directora general de Tr¨¢fico, Mar¨ªa Segu¨ª, dimitida este viernes. El esposo clama por su inocencia y asegura que no se han llevado ni un solo euro. Todo responde, repite, a una "venganza personal" de un profesor universitario, Juan Jos¨¦ Alba, para provocar la ca¨ªda de ambos.?

El encuentro. Dos de los protagonistas se cruzan a principios de 2011. Segu¨ª, doctorada en prevenci¨®n de accidentes por la Universidad de Harvard, era profesora de Medicina Preventiva en la Universidad de Navarra (UNAV) y Alba dirig¨ªa, por su parte, un grupo de trabajo del Instituto de Investigaci¨®n en Ingenier¨ªa de Arag¨®n (I3A), dependiente de la Universidad de Zaragoza. La ya exdirectora de la DGT viaj¨® hasta las instalaciones del I3A porque quer¨ªa impulsar un plan de colaboraci¨®n entre ambos centros para desarrollar nuevas investigaciones sobre accidentes de tr¨¢fico. "Mi instituto recibir¨ªa con agrado y apoyar¨ªa activamente un eventual traslado de tu grupo a Zaragoza", le escribe Alba a Segu¨ª en un correo electr¨®nico fechado el 16 de febrero de 2011. En ese grupo embrionario del proyecto se encontraba ya Francisco L¨®pez, actual pareja de Segu¨ª y que entonces, seg¨²n el actual matrimonio, solo manten¨ªan una relaci¨®n profesional.

El contrato. Cuando se produce el primer encuentro entre Alba y Segu¨ª, L¨®pez se encontraba en Estados Unidos haciendo un doctorado. En el correo enviado el 16 de febrero de 2011 y en el marco de la puesta en marcha de esa colaboraci¨®n, el docente del I3A le comenta a su interlocutora que existen unas convocatorias del Gobierno de Arag¨®n para "traer investigadores con contratos a largo plazo". A ese email, la entonces profesora de la Universidad de Navarra le responde apenas media hora despu¨¦s: "Respecto a los contratos que mencionas, me interesan especialmente. Particularmente de cara a Francisco L¨®pez Vald¨¦s y Eduardo del Pozo de Dios [profesor asociado entonces a la UNAV]".

Si llego a saber que eran novios y que se casar¨ªan, no le hubiese fichado Juan Jos¨¦ Alba

Casi un a?o y medio despu¨¦s de ese correo electr¨®nico, L¨®pez desembarc¨® en la Universidad de Zaragoza. Lleg¨® procedente del Centro de Biomec¨¢nica Aplicada de la Universidad de Virginia, un centro pionero en el mundo que utilizaba cad¨¢veres para estudiar la respuesta del cuerpo humano cuando sufre un accidente de tr¨¢fico. Aterriza en el I3A gracias a la reconocida beca Marie Curie de la UE, que coste¨® durante dos a?os su sueldo de 3.537 euros al mes. El investigador se incorpor¨® al grupo de trabajo de Alba, que ha asegurado posteriormente que lo contrat¨® porque se lo hab¨ªa recomendado Segu¨ª. "Si llego a saber que eran novios ¡ªseg¨²n L¨®pez, a¨²n no lo eran, ya que su relaci¨®n habr¨ªa empezado en la primavera de 2011¡ª y que se casar¨ªan m¨¢s tarde, no le hubiese fichado. Habr¨ªa pensado que cada vez que me diese la DGT un contrato me acusar¨ªan de que era por el marido de Segu¨ª", ha explicado Alba, que ha denunciado p¨²blicamente a ambos por tr¨¢fico de influencias y que mantiene una p¨¢gina web donde difunde informaciones contrarias a la pareja. "La se?ora y su marido", seg¨²n se refiere a ambos.

Pero, cuando L¨®pez llega a la Universidad de Zaragoza, Alba ya sab¨ªa que era pareja de la directora general de Tr¨¢fico, que hab¨ªa asumido el cargo a principios de 2012. El docente del I3A felicit¨® al investigador por su futura boda en un correo electr¨®nico fechado en marzo de 2012, meses antes de que L¨®pez firmase su contrato con la universidad, en julio de ese ejercicio, seg¨²n ha confirmado el propio centro. A ese email, respond¨ªa la pareja de la m¨¢xima responsable de la DGT: "Ayer pens¨¢bamos si deb¨ªamos dec¨ªrtelo o no¡­ La verdad es que es un factor a tener en cuenta. Simplemente tendremos que ser un poco discretos con algunas cosas". L¨®pez afirma que le dijo eso porque el sector "es muy peque?o", ella acababa de divorciarse y "no me quer¨ªa ser conocido por ser?el marido de".

A pesar de las reticencias que Alba dice ahora que tuvo, una vez acabada la beca de la UE en 2014, ¨¦l mismo presidi¨® la comisi¨®n de selecci¨®n que eligi¨® al marido de Segu¨ª para cubrir una plaza en la Universidad de investigador, sacada a en convocatoria p¨²blica. "No se recibi¨® ning¨²n tipo de impugnaci¨®n por su parte. Ni traslad¨® ninguna reticencia a esa elecci¨®n", explica un portavoz de la Universidad de Zaragoza. ?Por qu¨¦ Alba no fren¨® la llegada de L¨®pez durante los tres meses que hay desde que supo de la relaci¨®n de ambos y su primera contrataci¨®n por la universidad? ?Por qu¨¦ no se opuso a que la pareja de Segu¨ª continuase all¨ª en 2014? EL PA?S se ha puesto en contacto con Alba, que no ha querido responder a ninguna de estas preguntas por "recomendaci¨®n de sus asesores".

Desde 2012 se han financiado cerca de 200 proyectos a un centenar de entidades Un portavoz de la DGT

Las adjudicaciones. La DGT adjudic¨®, entre 2012 y 2013, tres proyectos al grupo de trabajo liderado por Alba y del que formaba parte la pareja de la directora general. El importe de estos contratos, que Tr¨¢fico concedi¨® cuando Segu¨ª ya se encontraba al frente, asciende a casi 50.000 euros. El organismo defiende que no se dieron de forma arbitraria y que, "desde 2012, se han financiado cerca de 200 proyectos a un centenar de entidades de investigaci¨®n, en las que han participado m¨¢s de 900 investigadores nacionales".

Seg¨²n la DGT y la Universidad de Zaragoza, el marido de Segu¨ª no recibi¨® ning¨²n euro de esas cantidades, ya que percib¨ªa exclusivamente el salario que costeaba la beca de la UE. Fuentes de la Oficina de Conflictos de Intereses, dependiente del Ministerio de Hacienda, han resaltado que no existe ninguna normativa que obligara a Segu¨ª, que no formaba parte de la mesa de selecci¨®n, a avisar de que el grupo de trabajo de su pareja optaba a esos proyectos. Aunque, esas mismas fuentes se refieren al art¨ªculo 60 de la Ley de Contratos del Sector P¨²blico, que proh¨ªbe a los c¨®nyuges contratar con un organismo p¨²blico "cuando se produzca conflicto de intereses con el titular del ¨®rgano de contrataci¨®n".

Un portavoz de la Universidad ha detallado que Alba es el ¨²nico que consta en la documentaci¨®n que se traslad¨® a Tr¨¢fico para la concesi¨®n: ¨¦l era el responsable y encargado de gestionar la financiaci¨®n. Pero, eso s¨ª, en los documentos publicados por la DGT una vez acabado el trabajo, el marido de Segu¨ª aparece en la ficha t¨¦cnica como uno de los autores de las investigaciones. Adem¨¢s, estos fueron los primeros contratos que el organismo adjudic¨® a la Universidad de Zaragoza. "No hay ninguno con la DGT anterior a 2012", apunta el centro educativo, que explica que s¨ª se concedieron otras ayudas en 2014 y 2015 a profesores, pero no vinculados al I3A.

La ruptura. Una tesis marca un antes y un despu¨¦s en la relaci¨®n de los tres protagonistas, buena durante a?os. Un equipo liderado por Alba, contratado por los abogados de Jos¨¦ Ortega Cano, ya hab¨ªa elaborado un informe en 2013 que afirmaba que la Guardia Civil hab¨ªa calculado err¨®neamente la velocidad a la que conduc¨ªa el matador cuando en 2011 atropell¨® mortalmente a Carlos Parra. Los investigadores cuestionaban el m¨¦todo utilizado por el instituto armado en los accidentes de tr¨¢fico, pero el juez tumb¨® esa idea. Pese a ello, seg¨²n ha denunciado Alba en los medios, tras exponer estas conclusiones, Segu¨ª lo llam¨® para "comprar su silencio".

Un doctorando de la Universidad de Zaragoza empieza a trabajar en la misma teor¨ªa. En una tesis dirigida por el propio Alba, el estudiante ¡ªgerente de una consultora de servicios de peritaci¨®n¡ª conclu¨ªa tambi¨¦n que la Guardia Civil erraba y propon¨ªa que esta pidiera ayuda externa para investigar los siniestros. Su tesis fue llevada a mediados de 2014 al tribunal para su aprobaci¨®n, donde estaba tambi¨¦n Francisco L¨®pez y al que Alba invit¨® a Segu¨ª para que formara parte. "Me dijo que le iba a suspender. Ni se la ley¨®. Suspendi¨® al doctorando solo porque criticaba a la Guardia Civil", subraya Alba.

La versi¨®n de L¨®pez resulta, en cambio, muy distinta. Seg¨²n su relato, ambos se leyeron la tesis por su lado y, despu¨¦s de hacerlo, se consultaron sorprendidos porque "no ten¨ªa calidad"; porque generalizaba conclusiones a ra¨ªz del estudio de cinco casos, incluido el de Ortega Cano; y porque sospechaba que las intenciones de Alba eran que Segu¨ª aprobase esa tesis para despu¨¦s asegurar que la propia directora general de la DGT pon¨ªa en duda los m¨¦todos usados por la Guardia Civil.

Tras este encontronazo, empieza la batalla. Alba denuncia a L¨®pez por mala praxis ante la fiscal¨ªa y el rectorado por la manipulaci¨®n de los cad¨¢veres que usaban para las investigaciones. El centro abre entonces una investigaci¨®n interna, pero rechaza las acusaciones. "Tras un estudio exhaustivo de todo lo actuado, no se desprende causa justificada de adopci¨®n de medidas disciplinarias hacia el se?or L¨®pez", concluy¨®.

En otro documento, el rector tambi¨¦n le recrimina su actitud: "En contestaci¨®n a su preocupaci¨®n, manifestada a los medios de comunicaci¨®n, de saber qu¨¦ va a ocurrir con los cuerpos, tenga usted la certeza de que han sido utilizados ya, han sido relevantes para la ciencia y que los restantes tambi¨¦n lo ser¨¢n en el futuro dando as¨ª cumplimiento a la generosa donaci¨®n de los finados y sus familiares en pro de la ciencia y de la investigaci¨®n".

El Ministerio del Interior. Tras estos primeros enfrentamientos, la batalla entre las partes contin¨²a durante meses. Alba denuncia en los medios el supuesto tr¨¢fico de influencias de Segu¨ª y su marido; y los acusa de haber forzado que lo echaran del I3A tras acusarlos de corrupci¨®n ¡ªaunque, en un email enviado a los trabajadores del instituto y seg¨²n dice la Universidad, este se dio de baja de forma voluntaria¡ª. Y entonces llega el verano de 2016.

En pleno esc¨¢ndalo por las conversaciones de Fern¨¢ndez D¨ªaz sobre la polic¨ªa patri¨®tica, se filtra la conversaci¨®n entre una subdirectora de Tr¨¢fico y el presidente de CNAE que apunta a un supuesto ama?o de los cursos para recuperar los puntos del carn¨¦. Este caso pone a la DGT en el ojo del hurac¨¢n. Y es entonces cuando la batalla personal de Alba salta a primera p¨¢gina. Se publica que CNAE le pag¨® el viaje al marido y los tres concursos adjudicados. Interior decide abrir una investigaci¨®n. La Universidad de Zaragoza tambi¨¦n decide revisar la que hizo en su d¨ªa, seg¨²n ha confirmado el centro.

El cerco a Segu¨ª. El ministro Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz decidi¨® marcar las distancias con Segu¨ª durante la ¨²ltima semana. No la respalda. Y la directora llega a presentar el pasado 15 de julio una nueva declaraci¨®n de bienes para defenderse internamente. En esta consta que actualmente posee dos inmuebles al 50% (con un valor catastral de 235.246 euros y 56.623,59 euros, respectivamente) y 4.184 euros en una cuenta; adem¨¢s de una hipoteca de 507.369 euros y un cr¨¦dito de 71.861, al 50% ambos. En 2012, cuando accedi¨® al cargo y a¨²n no se hab¨ªa casado, declar¨® una vivienda por valor catastral de 369.000 euros y 4.119 euros en una cuenta. El matrimonio repite que no se ha llevado ni un solo euro. De momento, el caso ya le ha costado el puesto a Segu¨ª. "?Y qu¨¦ universidad me va a querer contratar a m¨ª ahora?", se pregunta su marido.