El rastro de L¨¢zaro C¨¢rdenas en Espa?a
Una asociaci¨®n, una estatua, dos plazas y una escuela con su nombre son algunos de los homenajes silenciosos al presidente mexicano que acogi¨® a exiliados de la II Rep¨²blica
Mar¨ªa Luisa Fern¨¢ndez vivi¨® sus cinco primeros a?os de vida en un campo de refugiados en Francia despu¨¦s de la Guerra Civil espa?ola (1936-1939). All¨ª, su madre le ense?¨® una canci¨®n que rememora cuando habla de M¨¦xico. Recuerda la letra tan claramente que la recita completa y de memoria aunque le falte el aliento a cada estrofa. En ¨¦sta se menciona al expresidente mexicano L¨¢zaro C¨¢rdenas y a Francisco Villa como ¡°hombres de acero y de gran valor, que abren la puerta a sus hermanos para evitarles la represi¨®n¡±. Fern¨¢ndez es cofundadora de la Asociaci¨®n de Descendientes del Exilio Espa?ol, una organizaci¨®n que trabaja en temas de memoria hist¨®rica sobre la dictadura de Francisco Franco y el exilio republicano. Tambi¨¦n es amiga de la viuda y del hijo de C¨¢rdenas, Amalia y Cuauht¨¦moc. La organizaci¨®n que representa Fern¨¢ndez llev¨® a las calles de Madrid el rastro de C¨¢rdenas.
En M¨¦xico, C¨¢rdenas tiene corridos en su honor, altares y hasta el mote del ¡°Tata¡± en su natal Michoac¨¢n. Encabez¨® uno de los sexenios (1934-1940) m¨¢s productivos de la historia mexicana, con la expropiaci¨®n petrolera y la reforma agraria. Y extendi¨® su progresismo a la pol¨ªtica exterior mexicana. Aunque nunca pis¨® Espa?a, en este pa¨ªs hay al menos una estatua, dos plazas, una organizaci¨®n y una escuela secundaria con su nombre. ¡°L¨¢zaro C¨¢rdenas no solo acogi¨® refugiados sino que fue un hombre de ideas avanzadas para la ¨¦poca. ?Por qu¨¦ llamamos a la asociaci¨®n L¨¢zaro C¨¢rdenas? Porque tiene mucha relaci¨®n con nosotros, con la historia de Asturias¡±, dice Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Villar, presidente de la asociaci¨®n L¨¢zaro C¨¢rdenas de Gij¨®n (Asturias).
M¨¦xico fue el pa¨ªs del continente americano que m¨¢s refugiados acogi¨®
El general, como tambi¨¦n se le llama, tiene una reputaci¨®n muy superior a la de la mayor¨ªa de dirigentes de su pa¨ªs: un gran n¨²mero de mexicanos le sit¨²a como uno de los tres mejores mandatarios, seg¨²n una encuesta digital publicada hace tres a?os por juristas de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). C¨¢rdenas se mantiene en el imaginario colectivo, casi 80 a?os despu¨¦s de haber gobernado, en un pa¨ªs donde la ciudadan¨ªa suele percibir a sus pol¨ªticos como corruptos: en 2015, el 52% percib¨ªa la corrupci¨®n como algo ¡°muy frecuente¡± tanto en el gobierno federal como en el nacional.
¡°Padre de los espa?oles sin patria y sin derechos, perseguidos por la tiran¨ªa y desheredados por el odio¡±. Las palabras de ?lvaro de Albornoz, jefe del Gobierno republicano en el exilio ¡ªprecisamente, en M¨¦xico¡ª, est¨¢n grabadas en la estatua del mandatario mexicano situada en el madrile?o Parque Norte. De este monumento y una peque?a plaza en la capital espa?ola con el nombre del expresidente mexicano es responsable la Asociaci¨®n de Descendientes del Exilio Espa?ol. La organizaci¨®n gestion¨® su construcci¨®n en la d¨¦cada de los 80: ¡°Pedimos dinero entre los exiliados espa?oles en M¨¦xico para un busto, pero recolectamos tanto dinero que hicieron una estatua de cuerpo entero¡±, recuerda Fern¨¢ndez, madre de dos hijas ¡°chilangas¡± y que vivi¨® 12 a?os en M¨¦xico despu¨¦s de conocer a su marido, un exiliado republicano de los que lleg¨® al pa¨ªs norteamericano. C¨¢rdenas tambi¨¦n es recordado en una plaza en Gij¨®n y hasta da nombre a un instituto de educaci¨®n secundaria de la localidad de Collado Villalba (noroeste de Madrid).
M¨¦xico fue el pa¨ªs americano que m¨¢s refugiados republicanos acogi¨®. A los asilados se les dio la opci¨®n de tener la nacionalidad mexicana y conservar la espa?ola. Tambi¨¦n la oportunidad de homologar sus t¨ªtulos profesionales. ¡°La marcha hacia M¨¦xico fue en forma de reemigraci¨®n desde Francia, no directamente desde Espa?a, salvo en casos como el de los 456 ni?os de Morelia¡±, apunta Alicia Alted, catedr¨¢tica de historia contempor¨¢nea en la espa?ola Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED) y directora del Centro de Estudios de Migraciones y Exilios del mismo centro, este ¨²ltimo con sede en la capital mexicana. ¡°En Francia, hasta marzo de 1945 no se les dio el estatus de refugiados. En M¨¦xico desde el primer momento el presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas manifest¨® su voluntad de acoger a los espa?oles y de darles todas las garant¨ªas para que pudieran asentarse en el pa¨ªs¡±.
Diplom¨¢ticos clave
El presidente de la Asociaci¨®n L¨¢zaro C¨¢rdenas recuerda que del puerto de Gij¨®n salieron algunos barcos de republicanos que despu¨¦s llegaron a Veracruz: ¡°En el peor momento de la historia de Espa?a hubo gente que nos cerr¨® la frontera, por ejemplo Francia, y llev¨® gente a los campos de refugiados y de entrenamiento, entre ellas a mi madre. Mientras, otros abrieron los brazos sin preguntar por el pasaporte, el voto o la dedicaci¨®n, M¨¦xico recogi¨® a 40.000 espa?oles. Muchos de ellos eran asturianos porque aqu¨ª hubo una represi¨®n terrible¡±. Para Alted, esta actitud positiva de C¨¢rdenas a la recepci¨®n de espa?oles tiene dos influencias: la de los diplom¨¢ticos mexicanos en Europa y las buenas relaciones del Gobierno mexicano con la Rep¨²blica espa?ola. La acad¨¦mica destaca a Narciso Bassols (embajador en Francia), Luis Ignacio Rodr¨ªguez (sucesor de Bassols) y Gilberto Bosques (representante diplom¨¢tico en el pa¨ªs galo).
Las autoridades nunca reconocieron a la dictadura franquista
Durante la persecuci¨®n que sufri¨® el presidente espa?ol Manuel Aza?a por parte de la Gestapo ¡ªla polic¨ªa secreta nazi¡ª, Rodr¨ªguez realiz¨® dos actos simb¨®licos que sobreviven en la memoria de los republicanos. En primer lugar, estando muy enfermo Aza?a en el Hotel du Midi en Montauban (Francia), declar¨® territorio mexicano la zona donde se encontraba y permiti¨® as¨ª que no fuese extraditado. El segundo acto recordado por los republicanos fue durante el traslado del ata¨²d de Aza?a: ¡°La Francia de Vichy no permiti¨® que llevase encima la bandera de la Republica espa?ola y Rodr¨ªguez puso encima del f¨¦retro una bandera de M¨¦xico¡±, apunta Alted.
La escritora mexicana Elena Poniatowska destaca, por su parte, la figura de Bosques. ¡°Fue qui¨¦n influy¨® en el general L¨¢zaro C¨¢rdenas, gran presidente de M¨¦xico, para dar asilo a los republicanos¡±, escribi¨® en un art¨ªculo publicado hace justo un a?o en el peri¨®dico La Jornada.
La complicidad del Gobierno mexicano con la Rep¨²blica espa?ola tambi¨¦n se manifest¨® con la venta directa de armamento y como intermediario para la venta del mismo con otros pa¨ªses. Adem¨¢s, en M¨¦xico se acogieron archivos de pa¨ªses latinoamericanos que iban reconociendo al Gobierno franquista. ¡°Cuando estall¨® la guerra desde el primer momento el Ejecutivo mexicano manifest¨® su apoyo a la Rep¨²blica; ese apoyo lo mantuvo durante toda la guerra y pr¨¢cticamente hasta el a?o 77¡±, a?ade Alted. ¡°M¨¦xico ten¨ªa la Doctrina Estrada, por la cual consideraba que un Gobierno leg¨ªtimo de un pa¨ªs que hab¨ªa sido agredido no pod¨ªa ser reconocido¡±.
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