El pr¨®fugo de la muerte

Laura, que hoy tiene 20 a?os, suele combatir su impotencia con gritos. Los mismos ¡°chillidos¡± que balbuce¨® cuando, al despertarse de la siesta aquel 6 de febrero de 2014, fue al sal¨®n y se encontr¨®, haciendo un c¨ªrculo, a su madre, Antonia; a su hermano, V¨ªctor Manuel; a todos sus t¨ªos y a algunos vecinos. Lloraban. No cre¨ªan que les hubiera podido tocar a ellos.

¡°Enloqueci¨® de rabia. Dio patadas. Tuvimos que sujetarla para que no se lanzara por una ventana¡±, describen su madre y su hermano, con pena.

El 6 de febrero de 2014, en Badajoz fue creciendo el miedo a medida que avanzaba el d¨ªa. El WhatsApp entre los vecinos ard¨ªa con alertas sobre la presencia en la ciudad de un asesino muy peligroso que acababa de matar a un hombre. Entonces, ignoraban que era la segunda muerte en 12 d¨ªas del pr¨®fugo Rafael Robles Garc¨ªa.

Entonces ella ten¨ªa 18 a?os. Adoraba a su padre. Y su padre a ella.

¡°Yo misma recib¨ª correos sobre el asesino suelto; dec¨ªan que acababa de matar a un hombre¡±. Antes de irse a dormir la siesta, Laura tuvo un mal augurio. Y llam¨® al m¨®vil de su padre. Nadie contest¨®. Entonces ten¨ªa 18 a?os. Adoraba a su progenitor. Y ¨¦l a ella. Era un buen hombre, de 57 a?os y apreciado en Badajoz. Trabajaba en una empresa de limpieza y le encantaba la naturaleza. Sus jefes le hab¨ªan dado tres d¨ªas de descanso y se? fue al campo. Cerca del Tanatorio de la capital pacense. Disfrutaba del r¨ªo cuando un hombre se le acerc¨® por detr¨¢s y, sin m¨¢s, le descerraj¨® un tiro en la nunca.

Nunca se hab¨ªa dado una especie de toque de queda en Badajoz. Controles por doquier, carreteras cortadas. Algunos comercios cerraron. Y es que, solo unos d¨ªas antes, Robles hab¨ªa asesinado de un tiro en el costado, en Cazalegas (Toledo), a un joven de 28 a?os que estaba cazando en el monte. El motivo, robarle el coche. Era el 30 de enero de 2014.

Rafael Robles se comport¨® como un monstruo en su huida de la c¨¢rcel. Aprovech¨® un permiso carcelario y no regres¨®. El permiso, de cuatro d¨ªas, se lo otorgaron la Junta de Tratamiento de la prisi¨®n de Badajoz y el juez de vigilancia penitenciaria. ¡°Muchas veces lo he pensado..., ir a ver a esas personas¡­ y mirarles a los ojos¡­¡±, enfatiza Laura. ¡°Solo para decirles que ellos seguro que tienen hijos y celebran sus cumplea?os... Y que a m¨ª me quit¨® todo eso un desalmado que ellos dejaron libre¡±. Evocar el pasado la emociona y le dificulta expresar lo que lleva dentro. Los hermanos Tejeda Galindo, y la madre, han querido abrir sus sentimientos para recordar ¡°a quien quiera o¨ªrlo¡± que ¡°nada han olvidado¡±.

El fugitivo Rafael Robles, de 53 a?os, no deb¨ªa estar suelto. Deb¨ªa estar en la prisi¨®n de Badajoz. De esa forma no habr¨ªa matado inopinadamente a dos personas en su huida a ninguna parte. Ni su mente ni su abultado historial delictivo aconsejaban ning¨²n permiso. ¡°Un conocido nuestro que coincidi¨® con ¨¦l en la c¨¢rcel, nos dijo que Robles le hab¨ªa confesado que en cuanto tuviera un permiso, se fugar¨ªa, y que ¨¦l solo volver¨ªa all¨ª con las patas por delante¡­¡±, describe Antonia, viuda de Manuel Tejada.

El permiso de cuatro d¨ªas se lo otorgaron la prisi¨®n de Badajoz y el juez de vigilancia penitenciaria

No era una persona normal. "Siente un absoluto desprecio¡± por la vida ajena, advirti¨® en un auto una juez de Plasencia el 2 de febrero de 2014, cuando hab¨ªan transcurrido once de sus 14 d¨ªas de fuga y sus manos ya estaban manchadas de sangre. ¡°En la c¨¢rcel tambi¨¦n jur¨® que cuando saliera iba a matar a una persona que hab¨ªa traicionado a su hijo y que por su culpa estaba en la c¨¢rcel¡±, cuentan los hermanos Tejeda. V¨ªctor Manuel es experto en inform¨¢tica y la madre trabaja en Correos. Al quedar hu¨¦rfanos de padre, el Estado les dio 196 euros mensuales a cada uno, hasta los 25 a?os. V¨ªctor Manuel ya los ha superado.

-¡°?Desah¨®gate ahora!¡±, le pide a Laura con ah¨ªnco su hermano, durante su entrevista con EL PA?S, en el despacho de Pedro Rodr¨ªguez, el abogado que ha elevado este asunto al Consejo del Poder Judicial para que esta familia sea resarcida con 200.000 euros por responsabilidad Patrimonial del Estado.

"?Qu¨¦ hac¨ªa una persona as¨ª en la calle; yo ni siquiera le echo ya la culpa a ese loco¡±, narra Laura.

"?Qu¨¦ hac¨ªa una persona as¨ª en la calle; yo ni siquiera le echo ya la culpa a ese loco... A veces he pensado en ir a la c¨¢rcel, yo sola, y presentarme all¨ª para que alguien me explique lo que sucedi¨®... Pero tambi¨¦n pienso que qui¨¦n soy yo para hacer eso; me echar¨ªan corriendo¡­ lo cierto es que han pasado dos a?os y sigo sin saber qui¨¦nes son¡±, narra Laura.

Muchas veces se esconde para que ni su madre ni su pareja la vean sufrir. ¡°Pas¨¦ bruscamente de mi infancia a la madurez, sin mi padre¡±, solloza. Su madre tambi¨¦n.

El asesino Robles no sent¨ªa aprecio ni por su propia vida. Hab¨ªa mostrado ¡°ideas suicidas¡±; ten¨ªa diagnosticado un trastorno de personalidad asociado al consumo "de todo tipo de drogas". Y cuando algo se le resist¨ªa o contrariaba, tiraba de gatillo. La Guardia Civil lo abati¨® a tiros 48 horas despu¨¦s de que ¨¦l disparase en la nuca al padre de Laura en un monte cerca de Plasencia. Escondido entre ¨¢rboles, Robles recibi¨® a tiros a los agentes. Portaba tres pistolas. Nadie sabe d¨®nde pudo conseguirlas durante su permiso carcelario.

Y fue con ellas con las que perpetr¨®, en Plasencia, d¨ªas antes de asesinar a Manuel Tejeda, una escena surrealista si no fuera porque uno de los protagonistas era un beb¨¦ de once meses. Enca?on¨® al padre, con el beb¨¦ en la parte trasera del coche, en un garaje comunitario, y le oblig¨® a llevarle a la comarca extreme?a del Jerte. Corr¨ªa el 22 de enero de 2014, segundo d¨ªa de permiso carcelario. No tuvo ning¨²n reparo en disparar repetidas veces sobre la luna trasera y la carrocer¨ªa del coche, con el ni?o dentro, cuando el padre, en un descuido, pis¨® a fondo el acelerador y logr¨® escapar de all¨ª (ilesos) en medio del tiroteo.

Con el coche del muchacho al que hab¨ªa matado en Cazalegas, viaj¨® hasta Badajoz. Le vieron merodear por la zona del tanatario de la capital pacense. Y tres testigos le identificaron como el individuo que sonre¨ªa mientras caminaba de espaldas al fuego de un coche que acababa de incendiar. Era el coche de V¨ªctor Gonz¨¢lez, el joven de Cazalegas, el primer muerto de su enloquecida huida. Robles no atend¨ªa a razones. Quer¨ªa cambiar de coche. Y en su mente debi¨® pensar que la Guardia Civil le segu¨ªa los pasos. No ten¨ªa nada contra ninguna de sus v¨ªctimas, solo quer¨ªa sus coches. Mataba por la espalda.

El asesino Robles no sent¨ªa aprecio ni por su propia vida. Hab¨ªa mostrado ¡°ideas suicidas¡±

La familia Tejeda ha querido exponer a EL PA?S su caso para pedir que "las autoridades" extremen el cuidado antes de dar un permiso a un ¡°desalmado que bien muerto est¨¢: acaban de condecorar al guardia que lo mat¨®, y le felicito¡±, se desfoga Antonia, la viuda.

Robles ten¨ªa antecedentes por homicidio. En enero 2001, dispar¨® a un hombre tras una discusi¨®n de tr¨¢fico, en Plasencia, su ciudad de origen. ¡°Ponte de rodillas, que te voy a matar¡±, le espet¨®. El automovilista sali¨® corriendo y uno de los tres disparos le alcanz¨® la pierna derecha. Por este delito, y por otra veintena, cumpl¨ªa prisi¨®n. En su escapada, se llev¨® con ¨¦l un historial delictivo impresionante: robos muy agresivos, tr¨¢fico de drogas, agresi¨®n sexual, tenencia il¨ªcita de armas...¡±Hasta terrorismo¡±, se?ala el abogado. Delitos perpetrados en una decena de provincias espa?olas, desde Salamanca al Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz) pasando por La Rioja y Navarra. Una m¨¢quina de hacer da?o.

Robles, escondido entre los ¨¢rboles, recibi¨® a tiros a la Guardia Civil.

En su muestrario delictivo destacaba, tambi¨¦n, un precedente por no haber regresado a la c¨¢rcel tras otro permiso, en 2011. ¡°Una m¨ªnima l¨®gica conduce a pensar que una persona as¨ª nunca debi¨® salir a la calle¡±, destaca el abogado de la familia. Nada funcion¨® bien. Lo hizo mal, sostiene Rodr¨ªguez, la prisi¨®n, al dejarle libre; lo hizo mal el juzgado de vigilancia al avalar el permiso, y lo hicieron mal las fuerzas de seguridad por ¡°tardar tres d¨ªas¡± en introducir en sus sistemas inform¨¢ticos la alerta de que merodeaba por Badajoz (el coche incendiado y la muerte de Cazalegas) un preso fugado ¡°extremadamente peligroso¡±.

El Consejo del Poder judicial ha analizado este caso. Y su conclusi¨®n es que carece de facultades para castigar los errores de los jueces y que su misi¨®n no es valorar las decisiones judiciales. Si lo hiciera, argumenta, vulnerar¨ªa la independencia del titular del juzgado de vigilancia de Badajoz. Es decir, se lava las manos. El Ministerio de Justicia dictaminar¨¢ en ¨²ltima instancia si el Estado debe indemnizar a esta familia.

Han pasado ya m¨¢s de dos a?os y la pasi¨®n de Laura por su progenitor parece lejos de apagarse. Se ha tatuado en el muslo derecho un retrato gigante de su padre (de muchas horas de trabajo); y en su brazo izquierdo, en ingl¨¦s, la siguiente frase: ¡°Mi cuerpo quiz¨¢s, pero mi alma nunca te olvidar¨¢, pap¨¢¡±. Y su r¨²brica. ¡°Es un homenaje a mi padre, que a¨²n ten¨ªa mucha vida por delante: puede sonar extra?o, pero era mi mejor amigo¡±, se emociona Laura.

En Badajoz nadie reclam¨® el cad¨¢ver, con un tiro en la espalda, de Rafael Robles.

investigacion@elpais.es