El 25-S no solucionar¨¢ la gobernabilidad

El lehendakari I?igo Urkullu adelant¨® en julio las elecciones vascas un mes para salvaguardar su autonom¨ªa y evitar en lo posible su contaminaci¨®n con el debate nacional sobre la gobernabilidad. No lo ha logrado porque muchos van a estar pendientes de lo que se diga en la campa?a vasca, de lo que suceda el 25 de septiembre y su efecto en la gobernabilidad de Espa?a. Sin embargo, esta expectativa es falsa porque el 25-S no va a despejar ninguna inc¨®gnita. La clave principal est¨¢ en el PNV y sus cinco esca?os en el Congreso, que sumados al pacto PP-Ciudadanos-Coalici¨®n Canaria, colocar¨ªan a Mariano Rajoy a solo uno de la mayor¨ªa absoluta.

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Para darse esa situaci¨®n, el voto del PP en Euskadi tendr¨ªa que resultar indispensable para el PNV. Pero no es as¨ª. Para empezar, el procedimiento de elecci¨®n del lehendakari es diferente de la investidura del presidente del Gobierno de Espa?a. Gana la Lehendakaritza el candidato que m¨¢s votos obtenga. Urkullu sali¨® investido hace cuatro a?os con solo 27 votos de 75. Adem¨¢s, la ¨²nica alternativa a la investidura de Urkullu es pr¨¢cticamente inviable. Proceder¨ªa de un candidato acordado por Bildu-Podemos, de muy dif¨ªcil aceptaci¨®n por ambas partes, incluido Pablo Iglesias. Y en ese caso extremo, Urkullu tendr¨ªa pr¨¢cticamente gratis el apoyo del PSE e incluso del PP.

Es verdad que el PNV es muy pragm¨¢tico. Apoy¨® en 1993 la investidura de Felipe Gonz¨¢lez y en 1996 la de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. En este caso, en compa?¨ªa del nacionalismo catal¨¢n y con importantes contrapartidas en autonom¨ªa fiscal. Pero la situaci¨®n ha cambiado con la crisis catalana. El PNV solo apoyar¨ªa a Rajoy si se compromete a una revisi¨®n pactada del modelo de Estado. Algo a lo que no parece dispuesto y menos a¨²n, tras el pacto con Ciudadanos.

El pacto del PP con Ciudadanos cierra la puerta al PNV y pretende el compromiso del PSOE. De ah¨ª la irritaci¨®n del PNV con el PSOE al pretender que le solucione la papeleta de la gobernabilidad con el argumento de su ¡°afinidad ideol¨®gica¡± con el PP cuando el aliado natural del peneuvismo en Euskadi ha sido el socialismo. Y cuando, es verdad que en circunstancias especiales, el ¨²nico que ha pactado el Gobierno con el PP ha sido el PSE.

Es cierto que, como al PNV, al PSE le beneficia el no a Rajoy por el enorme rechazo que suscita en Euskadi. A modo ilustrativo, en las generales de junio, el PP obtuvo en Euskadi un 12,89% de votos frente al 33% de la media espa?ola. Pero el PSE a lo m¨¢s que puede aspirar el 25-S es a mejorar algo el 14,2% de las generales de junio y mantenerse cercano a Bildu y Podemos. Y no ser¨¢ un refuerzo como para solucionar los problemas de Pedro S¨¢nchez. Tampoco lo ser¨¢ para Rajoy pues el PP apunta un mal resultado en Euskadi que compensar¨¢, previsiblemente, en Galicia. Puede servirles para ganar algo de tiempo en perfilar su estrategia, al amparo del protagonismo de ambas elecciones auton¨®micas. Pero el 25-S no va a solucionar la gobernabilidad.