Siniestro total

Tuiteaba Joaqu¨ªn Estefan¨ªa que el PP arropar¨¢ este s¨¢bado a Mariano Rajoy (con mantas palentinas) para reponerlo de la tiritona. Y para confortarlo de un trauma pol¨ªtico bastante superior al previsto, no ya por el escarmiento de una investidura fallida y el aislamiento del C¨¦sar en su incredulidad, sino porque Albert Rivera se ha convertido en Bruto, atravesando al presidente como un mu?eco de vud¨².

Desconfiaba Rivera de Rajoy, pero deb¨ªa haber desconfiado a¨²n m¨¢s Rajoy de Rivera. Porque el l¨ªder de Ciudadanos es un l¨ªder vol¨¢til, mercurial. Y porque no se expresa con palabras, sino con anagramas. Todo cuanto dice es reversible. No es On y On es No, para entendernos, de forma que Rivera se ha aferrado a una sugerencia de Felipe Gonz¨¢lez -el magnicido de Rajoy como precio a la abstenci¨®n- para condicionar su apoyo a un sacrificio. Es lo que siempre hab¨ªa deseado. No era posible encomendar la regeneraci¨®n de la pol¨ªtica a quien la dirige en un partido intervenido por la Justicia y por la Guardia Civil.

Se entiende as¨ª que una jornada en principio tan anodina como iba serlo la de este viernes se convirtiera en un espect¨¢culo incendiario. Ya se ocup¨® Rafael Hernando de dinamitar los puentes en su actuaci¨®n incendiaria, pero ser¨ªa un error concluir que el grimoso diputado popular incurre en estrafalarios comportamientos unilaterales. Es el portavoz del PP, habla en nombre del PP y expone cuanto sus colegas no se atreven a decir, de forma que toda su piroman¨ªa verbal forma parte de su papel de abnegado soldado de Rajoy, cuya escasa fe en el pacto con C`S pari¨® un discurso de investidura que los m¨¦dicos homeop¨¢ticos recetan para curar el insomnio. Y acaso la amnesia, cuyos s¨ªntomas han aparecido colectivamente entre los mismos pol¨ªticos que se hab¨ªan insultado con chorrazos de tinta china.

Es el caso de Pablo Iglesias, tan olvidadizo en sus hallazgos de rapero tuitero que ahora considera m¨¢s ¨²til que nunca utilizar el chicle de McGyver para amalgamar un pacto de Podemos con el PSOE. Ha resurgido de la C¨¢mara el lema ¡°todos contra Rajoy¡±, aunque la predisposici¨®n de Pedro S¨¢nchez a ofrecerse como alternativa se expone tantos tab¨²es y l¨ªneas rojas que m¨¢s bien se antoja una superstici¨®n o una extempor¨¢nea bravuconada.

Tan ambiguo fue su discurso que no lo entendieron ni sus propios diputados. Y que discreparon en la manera de interpretarlo. S¨¢nchez parece m¨¢s fuerte de lo que pens¨¢bamos en la fortaleza de Masad¨¢. Rajoy parece m¨¢s d¨¦bil de lo que cre¨ªamos en el barco pirata de G¨¦nova, as¨ª es que socialistas y populares no se han puesto de acuerdo en evitar las elecciones, pero s¨ª van a consensuar como monaguillos la fecha del tercer round dejando la credibilidad de la pol¨ªtica en siniestro total.