ETA, seg¨²n qui¨¦n cuente la pel¨ªcula
La sociedad vasca, inmersa en continuas noticias del pasado, libra una ¡®batalla de relatos¡¯
El coronel de la Guardia Civil Valent¨ªn D¨ªaz pronunci¨® el martes en San Sebasti¨¢n una conferencia con el t¨ªtulo: ETA ?Lo dej¨® o se vio obligada a dejarlo? Empez¨® y se acab¨® el suspense: ¡°Se vio obligada a dejarlo. Debe haber un vencedor y somos nosotros¡±. En primera fila, el secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fern¨¢ndez, escuch¨® una detallada versi¨®n de lo ocurrido en Euskadi que suena pol¨ªticamente incorrecta a una parte de la sociedad vasca. La sem¨¢ntica dominante suele ser m¨¢s cuidadosa o m¨¢s compleja. Especialmente la suya.
El d¨ªa anterior se hab¨ªa proyectado en el Festival de San Sebasti¨¢n el documental El fin de ETA, que en su primera parte, antes de narrar la derrota de la banda, ilustra tambi¨¦n 10 a?os de negociaciones entre Arnaldo Otegi y miembros del PSE hasta el alto el fuego en 2011. Y, a¨²n m¨¢s all¨¢, la izquierda abertzale no solo reivindica ¡°un trocito de la paz¡±, sino que habla de un conflicto hist¨®rico continuo que vendr¨ªa de la Guerra Civil, en el que ETA es un episodio m¨¢s y que incluye el GAL y los abusos policiales.
En la campa?a apenas se ha hablado de c¨®mo se quiere manejar la memoria, un sobrentendido general cuando suele ser uno de los grandes temas de cada legislatura. Pero, al margen de la pol¨ªtica, es en el plano cultural donde la llamada batalla de relatos es cada vez m¨¢s intensa.
¡°Hay muchas pel¨ªculas sobre ETA, unas 60 entre largometrajes y documentales de 1977 a hoy, pero desde 2000 han aumentado y con un factor nuevo: una visi¨®n cr¨ªtica¡±, apunta el historiador Santiago de Pablo, de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, que publicar¨¢ en enero el libro Creadores de sombras.?ETA y el nacionalismo vasco a trav¨¦s del cine (Tecnos).
De Pablo identifica una etapa inicial con una visi¨®n rom¨¢ntica y casi heroica de los etarras, donde no aparecen v¨ªctimas. ¡°El retrato durante mucho tiempo ha sido ben¨¦volo¡±, opina. Sigui¨® otra fase, a partir de los noventa, de escasez de t¨ªtulos. Y es a partir de 2000 cuando regresan las pel¨ªculas, con una visi¨®n m¨¢s cr¨ªtica hacia la banda. Desde 2007 este experto ve ¡°un empe?o claro¡± de quienes justifican a ETA por plasmar sus tesis en la pantalla. ¡°Ahora la guerra de relatos est¨¢ en el cine¡±, concluye. Con paradojas ¡°peligrosas¡±: tres pel¨ªculas de ficci¨®n recientes presentan v¨ªctimas que se toman la justicia por su mano, algo que nunca ha ocurrido.
¡°El mundo de ETA y Batasuna se ha lanzado con dos l¨ªneas: justificaci¨®n hist¨®rica del terrorismo y exculpaci¨®n por difuminaci¨®n de responsabilidades entre todo el mundo. En 2015 cont¨¦ una docena de filmes de ese tipo. Suelen presentar a los etarras como personas que han sufrido mucho, buscando la adhesi¨®n sentimental y omiten su implicaci¨®n en actos terroristas¡±, apunta Florencio Dom¨ªnguez, periodista experto en ETA y director del Centro Memorial de las V¨ªctimas del Terrorismo, promovido por el Ministerio del Interior en Vitoria.
En todo caso, el Pa¨ªs Vasco vive ya inmerso en continuas efem¨¦rides. El pasado est¨¢ muy presente, entre la conmemoraci¨®n y la pol¨ªtica. Estos d¨ªas han salido noticias del 80? aniversario de la entrada de las tropas franquistas en San Sebasti¨¢n, una reconstrucci¨®n de lo mismo en Elgoibar, la exhumaci¨®n de los restos de Mola y Sanjurjo en Pamplona¡ El d¨ªa de apertura de campa?a, ETB emiti¨® La fuga de Segovia (1981), sobre los etarras huidos en 1976 y, d¨ªas despu¨¦s, Santa Cruz, el cura guerrillero (1991), sobre un rebelde carlista.
Porque otra batalla estriba en la difusi¨®n de las pel¨ªculas. ETB program¨® el a?o pasado un domingo en m¨¢xima audiencia Ventanas al interior (2012), un documental sobre presos etarras, pero rechaz¨® 1980 (2013), una pel¨ªcula de I?aki Arteta sobre el a?o m¨¢s sangriento de ETA, con 95 atentados, y sus v¨ªctimas. La directora general de la cadena, Maite Iturbe, explic¨® que le hab¨ªan dicho que era ¡°sesgada¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.