C¨¦sar o nada
Los diputados socialistas deber¨ªan tener libertad para obrar en conciencia en la investidura
Los acontecimientos desencadenados por la peculiar forma que tuvo S¨¢nchez de asumir su responsabilidad por el fracaso electoral en Galicia y Euskadi (convocando primarias entre la militancia, lo que a su vez provoc¨® el golpe de mano de los 17 y en seguida una reacci¨®n en cadena hasta llegar al sociodrama del s¨¢bado), han abierto el debate de c¨®mo interpretar su an¨®mala conducta. Algunos aducen como arquetipo el caso de Sans¨®n derribando las columnas del templo de Ferraz con todos los filisteos felipistas dentro. Otros han citado la f¨¢bula del alacr¨¢n Pedro y la rana Susana. Y la mayor¨ªa ha preferido fijarse en su incapacidad de interlocuci¨®n que le impide liderar ninguna empresa colectiva, pues si no sabe negociar con Mariano Rajoy ni hablar siquiera con sus barones, ?c¨®mo podr¨ªa nunca llegar a presidir un Gobierno con populistas y separatistas dentro? Se lo zampar¨ªan en un santiam¨¦n.
Sin embargo, inasequible al desaliento, es probable que Pedro S¨¢nchez se disponga a presentarse de nuevo a las primarias para recuperar el puesto de l¨ªder socialista, como si su lema fuera el mismo que C¨¦sar Borgia grab¨® en su espada, retomando el grito de guerra de las huestes de Julio C¨¦sar cuando pasaron el Rubic¨®n para dar un golpe de Estado contra la oligarqu¨ªa del senado romano: o C¨¦sar o nada. Pues en efecto, a juzgar por el programa trazado por su estratega de guardia, precisamente llamado C¨¦sar (Luena), S¨¢nchez parece dispuesto a encabezar y acometer la reconquista de Ferraz convocando para ello una insurrecci¨®n figurada de la militancia del partido contra su oligarqu¨ªa org¨¢nica, justific¨¢ndolo con el objetivo program¨¢tico de coaligarse con Podemos y los soberanistas para formar un Gobierno llamado ¡°de cambio¡± contra el criminalizado Rajoy. Es decir, un s¨²per Tinell al cuadrado corregido y aumentado, pues ahora los soberanistas se han multiplicado y reconvertido en secesionistas.
Lo cual supone robarle la agenda pol¨ªtica a Pablo Iglesias, cumpliendo el aforismo que aconseja: ¡°Si no puedes vencerlos, ¨²nete a ellos¡±. Pues, en efecto, el programa de S¨¢nchez expuesto por Luena supone aceptar y asumir tanto su agenda de frente popular (muy distinta de la estrategia interclasista propuesta por Errej¨®n) como su metodolog¨ªa populista basada en dos falacias, una discursiva, la otra plebiscitaria. Todo su relato se basa en la falacia l¨®gica del ¡°tercero excluido¡± (o del tertium non datur), al afirmar que quien no est¨¢ con ¨¦l est¨¢ con Rajoy, lo que implica plagiar la misma falacia planteada por Iglesias cuando da a elegir entre la casta y ¨¦l, como si fuera de su iglesia no hubiera salvaci¨®n. Y la falacia plebiscitaria, t¨ªpica del cesarismo bonapartista criticado por Weber, es apelar directamente al pueblo (a la militancia) para eludir el control de los ¨®rganos institucionales, denunciados por olig¨¢rquicos y antipopulares. Una doble falacia que cierra toda posible salida, pues la ¨²nica forma de eludirla ser¨ªa dar libertad de voto a los diputados electos del PSOE, ¨²nicos depositarios de la soberan¨ªa popular, para que obren en conciencia en el debate de investidura sin dejarse afectar por la disciplina de partido.
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