Detalles tontos
Correa se hace el despistado, pero sabe bien cuando mueve unos cent¨ªmetros la l¨ªnea de la verdad
En los juicios los periodistas est¨¢n a veces pendientes de tonter¨ªas, el detallito de color. Por ejemplo, el nombre que aparece en las cocacolas de Francisco Correa. El jueves fue ¡°Natalia¡±, inservible, no daba juego. Este viernes ¡°?lvaro¡±, algo es algo, por el Bigotes. Pero se espera con ansia una cocacola Mariano, o Jos¨¦ Mar¨ªa, o Luis, menuda foto. No se sabe qui¨¦n le lleva las latas, porque la m¨¢quina est¨¢ en la sala de prensa y no se acerca. Debe de mantener a¨²n una m¨ªnima red de colaboradores. La verdad es que da la impresi¨®n de que sigue organizando el cotarro, de qui¨¦n habla y de qui¨¦n no. Juega con los nombres, sabiendo que ¡°Espa?a entera¡± est¨¢ pendiente. Igual que la prensa de sus cocacolas.
¡°PAC no es Paco Cascos¡±, descart¨® a la fiscal como si estuvieran jugando al Cluedo, y eso que ni le hab¨ªa preguntado. No hubo manera de que se acordara de qui¨¦n demonios es PAC, alguien que se lleva una pasta en comisiones. El primer d¨ªa dijo que iba a descifrar todas las siglas, pero se ve que esa se le ha traspapelado. Ya es casualidad, justo por la que m¨¢s le preguntan. ¡°Le voy a decir una cosa: si recordara qui¨¦n es se lo dir¨ªa¡±, dijo como ayudita. Lo cierto es que hay muchas cosas que Correa solo se recuerda si le pillan, pero no antes. ¡°No lo s¨¦, pero si tiene el dato lo reconozco y punto¡±, suele decir. Ha demostrado una confianza ejemplar en la UDEF, a la que solo le falta agradecer que le haya puesto orden en los papeles, porque ¨¦l ¡°nunca entraba en detalles¡±. Lo repite hasta el esperpento: ¡°Cre¨¢me, cuando ustedes me dijeron cu¨¢nto dinero ten¨ªa en Suiza, yo no lo sab¨ªa¡±.
Prefiere moverse en las alturas, como en sus buenos tiempos, donde ¡°sinceramente, yo estaba en otra dimensi¨®n¡±. No se fiajaba en esas minucias de los sobres de miles de euros, sino en grandes negocios y comisiones de obras p¨²blicas, aunque de eso no hay apuntes. Es el estilo con el que Correa cuenta todo: mire, no me maree y d¨ªgame el total, ?cu¨¢nto es, 125 a?os de c¨¢rcel? Pues venga, y lo que est¨¦n tomando estos se?ores. Sigue viviendo en el exceso, presumiendo de generosidad por admitir los hechos. Ayer cont¨® que compr¨® un Lincoln que no cab¨ªa en el garaje y desvel¨® que el Mini que intrigaba a la fiscal lo ten¨ªa aparcado en la puerta. Tambi¨¦n se jact¨® de las se?oritas tan monas que atend¨ªan en las oficinas de atenci¨®n al cliente que mont¨® en Majadahonda y Pozuelo, una idea suya:¡°No es lo mismo un funcionario mal pagado, cabreado, que unas se?oritas muy agradables, uniformadas, que te atienden¡±.
¡°No voy a decir que me siento bien aqu¨ª, ser¨ªa del g¨¦nero est¨²pido, pero me siento c¨®modo¡±, coment¨® al juez para convencerle de lo relajado que estaba. Pero es muy consciente de los detalles, sobre todo cuando le acorralan. Tambi¨¦n la fiscal, que a veces prefiere no seguir preguntando, aunque Correa le diga que mangoneaba con este o aquel ministerio y no le entra la curiosidad de saber exactamente con qu¨¦ despacho. Es como una coreograf¨ªa. Correa sabe perfectamente a qui¨¦n salva y qui¨¦n condena, como si a¨²n fuera Don Vito. El jueves, tras exculpar a Ricardo Galeote, se acerc¨® a ¨¦l en el receso de la ma?ana y le dio una palmadita: ¡°Bueno, amigo m¨ªo¡±. Y el otro se gir¨® agradecido. Lo mismo con Antonio Villaverde, presunto testaferro de la trama. Al final de la tarde asent¨ªa conforme mientras Correa le explicaba que solo hab¨ªa contado que le daba el dinero y no sab¨ªa m¨¢s. Ayer, seg¨²n entr¨® Pablo Crespo por la puerta, supuesto n¨²mero dos, le llam¨®: ¡°Ven aqu¨ª¡±. Y se pusieron a maquinar. Del mismo modo salva al Bigotes y a sus empleados, solo cumpl¨ªan ¨®rdenes. Quiz¨¢ por humanidad, o para evitar el delito de asociaci¨®n il¨ªcita, uno de los 13 de los que se le acusa. En cambio a B¨¢rcenas y Sep¨²lveda los hunde cuando puede. Si hay que creer a Correa, este ¨²ltimo viol¨® el c¨®digo de honor: le unt¨® con ¡°120.000, 150.000 euros¡± para su campa?a y le dio el contrato a otro. ¡°Me pareci¨® tal la falta de ¨¦tica que cort¨¦ la relaci¨®n. Punto pelota¡±.
Pero en el ataque Correa cada d¨ªa mueve la l¨ªnea de la verdad unos cent¨ªmetros.Solo un poquito, hay que fijarse en el detalle, y quiz¨¢ por eso el PP, y tambi¨¦n el PSOE, dicen que no hay nada nuevo. Ayer salieron nombres de empresas y ministerios, y tambi¨¦n el secretario de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Antonio C¨¢mara. Correa tambi¨¦n lo dijo sin que le preguntaran: ¡°He dormido poco, porque he estado haciendo memoria, y he recordado que¡¡±. Con el fin de semana para descansar lo mismo recuerda m¨¢s, o menos. Solo ¨¦l sabe a qu¨¦ juega.
Un detalle gracioso, como la cocacola. Correa coloc¨® al exsecretario de Aznar en una de sus empresas, y el PP le busc¨® una poltrona en Caja Madrid. Por eso su ¨²ltima silla est¨¢ en el piso de arriba, encima del juicio de G¨¹rtel, acusado por las tarjetas black. Como dice Correa, cuando se muestra confuso ante el mogoll¨®n de datos de corrupci¨®n: ¡°Es que son muchos a?os, muchos temas¡±.
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