No en mi universidad
La dictadura no pudo silenciar a la Aut¨®noma hace 40 a?os. Los violentos que impiden hablar tampoco lo lograr¨¢n
El mi¨¦rcoles 18 de febrero de 1976, un grupo de estudiantes y profesores organiz¨® un acto en la facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. All¨ª hablaron, presididos por Carlos Par¨ªs, director del Departamento de Filosof¨ªa Pura, Sim¨®n S¨¢nchez Montero, del Partido Comunista de Espa?a, Pablo Castellano, del PSOE, y Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez, del ala izquierda de la Democracia Cristiana. Ninguno de esos partidos estaba legalizado. En un sal¨®n de actos a rebosar, los oradores pidieron entre grandes aplausos la amnist¨ªa, las libertades democr¨¢ticas y el reconocimiento de todos los partidos pol¨ªticos.
A las 10.30 de la noche del d¨ªa siguiente, S¨¢nchez Montero ¡ªque hab¨ªa pasado 15 a?os en las c¨¢rceles franquistas¡ª recibi¨® la visita de los inspectores de la Brigada de Investigaci¨®n Pol¨ªtico Social. Fue encarcelado y procesado como presunto autor de un delito de asociaci¨®n il¨ªcita y otro de propaganda ilegal. "Hizo manifestaciones de car¨¢cter subversivo", justificaba el magistrado-juez del Tribunal de Orden P¨²blico n¨²mero 1 de Madrid. S¨¢nchez Montero sali¨® en libertad varios meses despu¨¦s, en agosto, por una amnist¨ªa parcial.
Eran tiempos agitados: el esp¨ªritu de febrero que hab¨ªa lanzado dos a?os antes Carlos Arias Navarro hab¨ªa fracasado nada m¨¢s nacer, como era de esperar; Arias tuvo que dimitir unos meses despu¨¦s, el 1 de julio de 1976. El franquismo ya sin Franco se extingu¨ªa entre coletazos represivos. El r¨¦gimen se iba por las costuras y la democracia avanzaba de forma imparable gracias tambi¨¦n, entre otras muchas y m¨¢s importantes cosas, a actos como el de la Aut¨®noma. Aquello le cost¨® a un tipo ¨ªntegro y bueno como Sim¨®n S¨¢nchez Montero algunos meses m¨¢s de privaci¨®n de libertad. Al r¨¦gimen que mor¨ªa le supuso solo algunos desgarros: las asambleas y manifestaciones para pedir la libertad del encarcelado, el encierro en la iglesia de San Antonio, en Bravo Murillo¡ Pero la universidad fue un escenario de lucha por la libertad.
La iron¨ªa quiere que otro mi¨¦rcoles, el de hoy, 19 de octubre, la Aut¨®noma de Madrid haya sido escenario de una acci¨®n no a favor de la libertad, como la de febrero de 1976 y much¨ªsimas otras, sino en contra. No de defensa de las palabras en un ambiente hostil como hace 40 a?os, sino de hostilidad contra la libertad de expresi¨®n en una sociedad democr¨¢tica. Unas docenas de personas, la mayor¨ªa con la cara tapada (otra iron¨ªa: el piquete gritaba "fuera, fascistas, de la universidad"), han irrumpido en la Facultad de Derecho para impedir a gritos la celebraci¨®n de una conferencia del ciclo Sociedad civil y cambio global en la que iban a intervenir Felipe Gonz¨¢lez y Juan Luis Cebri¨¢n.
El franquismo no logr¨® callar a S¨¢nchez Montero; solo lo meti¨® en la c¨¢rcel. Por cierto, en 1977, ya en democracia, fue elegido diputado por Madrid, y reelegido dos a?os despu¨¦s.
ETA, que asesin¨® ¡ªtambi¨¦n en la Aut¨®noma¡ª a Francisco Tom¨¢s y Valiente en 1996, no pudo destruir la democracia. La sala en la que se celebra el ciclo asaltado hoy lleva su nombre. Los chicos y chicas de las caretas seguramente no sabr¨¢n quien era Tom¨¢s y Valiente ni c¨®mo muri¨®.
Las partidas de la porra, los piquetes de encapuchados, los violentos que impiden hablar, tampoco lo conseguir¨¢n.
No en una sociedad que sabe muy bien lo que es vivir sin libertad.
No en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
No en mi universidad.
Jos¨¦ Manuel Calvo es director adjunto de EL PA?S.
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