Cinco a?os despu¨¦s. Ahora ?qu¨¦?
El terrorismo ha desaparecido en sus principales vertientes: atentados, extorsi¨®n y 'kale borroka'
El antiguo jefe de Informaci¨®n de la Guardia Civil, el teniente general Pablo Mart¨ªn Alonso, asegura en el documental El fin de ETA que en 2000 la banda terrorista contaba con 1.000 militantes activos y, diez a?os despu¨¦s (en 2010) solo con 50, debido a la acci¨®n de las Fuerzas de Seguridad. Tambi¨¦n se?ala que Mikel Karrera, Ata, detenido en mayo de aquel 2010, fue el ¡°¨²ltimo general de ETA¡±. Ante tales muestras de debilidad, una Batasuna acosada, que unos meses antes hab¨ªa votado por el fin del terrorismo, consigui¨® que ETA declarara su cese definitivo el 20 de octubre de 2011, este jueves hace cinco a?os.
La declaraci¨®n de ETA fue acogida con mucho escepticismo y numerosos reproches desde muchas tribunas capitalinas al Gobierno socialista, al que se acus¨® de ceder al chantaje terrorista, de dar alas al independentismo vasco y traicionar a las v¨ªctimas del terrorismo. Pero, pese a tan sombr¨ªos augurios, es un hecho que el terrorismo ha desaparecido en sus principales vertientes: atentados, extorsi¨®n y kale borroka.
Sin embargo, cinco a?os despu¨¦s, quedan algunas interrogantes por despejar. ??Por qu¨¦ ETA no se ha desarmado ni disuelto? ETA sigue esperando que el Gobierno verifique su desarme ¡ªde varios centenares de fusiles y pistolas¡ª para que la historia contemple que lo hizo voluntariamente. El Gobierno de Mariano Rajoy, que tom¨® posesi¨®n a los dos meses del cese definitivo de ETA, se niega porque quiere escenificar su derrota policial con la desarticulaci¨®n de zulos de armas y la detenci¨®n de esas pocas decenas de etarras, que bien cabr¨ªan en un microb¨²s ya en la etapa socialista, como recordaba Mart¨ªn Alonso.
Este jueves hace cinco a?os se escenific¨® lo decisivo: la derrota pol¨ªtica de ETA cuando ces¨® definitivamente sin lograr ninguno de sus objetivos pol¨ªticos.?En este aniversario, y ante esta absurda par¨¢lisis, los partidos vascos ¡ªa excepci¨®n de Bildu¡ª urgen a ETA a que avance hacia el desarme unilateral pues el Gobierno no va a aceptar su verificaci¨®n bilateral, aunque dirigentes de Bildu se fotograf¨ªen con los de las FARC, de Colombia, para poner en evidencia a Rajoy. Lo m¨¢ximo que pueden esperar es que el Ejecutivo vasco acompa?e a ETA en la verificaci¨®n de su desarme, con alguna instancia internacional, con la condici¨®n de que asuma su unilateralidad.
Mayor alcance tiene la par¨¢lisis de la pol¨ªtica penitenciaria del Ministerio del Interior, gobernado por Jorge Fern¨¢ndez estos cinco a?os, que afecta a los 300 presos de ETA en Espa?a, amparado en la tesis de que solo la cambiar¨¢ cuando la banda se disuelva.
Los partidos vascos ¡ªexcepto el PP¡ª no ponen condiciones a la exigencia de una humanizaci¨®n de la pol¨ªtica penitenciaria, que estar¨¢ muy presente en la pr¨®xima legislatura vasca. Consiste en el acercamiento de los presos de ETA a c¨¢rceles pr¨®ximas a Euskadi y en la excarcelaci¨®n de los gravemente enfermos.?¡°Tras cinco a?os sin terrorismo y cuando se ve que la paz es irreversible, no se puede seguir tratando a los presos de ETA como cuando la banda terrorista actuaba. Hay que acomodar la pol¨ªtica penitenciaria a la normalidad¡±, coinciden dirigentes del PNV, PSE y Podemos.
Adem¨¢s, el relanzamiento del proceso de reinserci¨®n de los presos de ETA, continuista de la llamada v¨ªa Nanclares, tras paralizarlo Fern¨¢ndez a su entrada en el Gobierno hace casi cinco a?os, tambi¨¦n suscita la pr¨¢ctica unanimidad en los partidos vascos. El Ejecutivo de Euskadi tiene preparado un decreto con un recorrido legal para relanzarla: acogida individual de los presos etarras a la reinserci¨®n a trav¨¦s de un proceso de distanciamiento cr¨ªtico del terrorismo; evaluaci¨®n del proceso por una comisi¨®n de expertos elegida por las instituciones vascas, que emitir¨¢n sus dict¨¢menes a las instituciones penitenciarias del Estado. Se completa con medidas asistenciales a los presos reinsertados y excarcelados.
Con la activaci¨®n de esta pol¨ªtica, el Gobierno vasco pretende generar un clima favorable para que los presos etarras venzan su recelo a asumir la legalidad penitenciaria y acogerse a medidas individuales como les demandan desde Bildu.?Los programas de los cuatro principales partidos vascos avalan el compromiso del nuevo Parlamento con la exigencia del cambio en la pol¨ªtica penitenciaria. Adem¨¢s, al no contar el PP con mayor¨ªa absoluta en el Congreso, se abre la oportunidad, inexistente en la legislatura anterior, de imponerla por mayor¨ªa. El PNV, a su vez, aprovechar¨¢ el capital de sus cinco diputados en el Congreso ¡ªcon un Gobierno del PP en minor¨ªa¡ª para lograr contrapartidas. En ese paquete est¨¢ la nueva pol¨ªtica penitenciaria, que le reclam¨® el lehendakari I?igo Urkullu a Rajoy en la pasada legislatura.
El tercer gran cap¨ªtulo pendiente es el reconocimiento del da?o injusto causado por el terrorismo de ETA para lograr un m¨ªnimo de memoria compartida entre los partidos vascos y mejorar la convivencia en Euskadi. Su principal responsable es Bildu. Todos los partidos se lo exigen y el PNV se lo ha impuesto como condici¨®n para lograr acuerdos en la nueva legislatura vasca.?Esta exigencia se ha reforzado tras conocerse que los dirigentes de las FARC, de Colombia, lo primero que hicieron, tras firmar la paz, fue pedir perd¨®n a las v¨ªctimas. A Bildu, que se mira en el espejo de las FARC, le ha afectado esta medida y existe confianza en los partidos vascos de que esta legislatura asuma su complicidad en el injusto da?o infligido por ETA.
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