El PP cree que Santamar¨ªa sale ¡°m¨¢s protegida¡± que Cospedal para el futuro

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Santamar¨ªa y Cospedal pugnan ahora por influir dentro del Gabinete

La ministra Cospedal se resiste a perder el control y la direcci¨®n del PP

Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y Dolores de Cospedal son, tras la reciente remodelaci¨®n del Gobierno de Mariano Rajoy, las ministras con m¨¢s peso dentro del Gabinete y las l¨ªderes de dos grupos de poder enfrentados en el PP solo por sus intereses pol¨ªticos. Rajoy no se decant¨® por ninguna en esta reestructuraci¨®n, dejando a la interpretaci¨®n el reparto de equilibrios, pero en su entorno en el PP y La Moncloa piensan que al retirar la portavoc¨ªa a Santamar¨ªa la ¡°protege para el futuro¡± y que la promesa a Cospedal de que compartir¨¢ la cartera de Defensa y la secretar¨ªa general del partido es ¡°una trampa¡±.

Las dos personas con m¨¢s influencia ahora en el equipo de Rajoy son Santamar¨ªa y Cospedal. Su relaci¨®n nunca ha sido buena y ahora es especialmente mala. Cospedal lleg¨® a definir en una ocasi¨®n el peculiar trato entre ambas como ¡°adecuado¡± para dos personas que trabajan en teor¨ªa en el mismo grupo. Nadie se atreve a negar la falta de sinton¨ªa casi absoluta entre la vicepresidenta, la secretaria general del PP y, sobre todo, sus equipos pero ahora, en este periodo de paz interna tras la tensi¨®n vivida para formar el Gobierno, se prefiere enmascarar el conflicto con eufemismos.

En las cercan¨ªas de Rajoy en La Moncloa se opta por recurrir a una descripci¨®n profesional del trabajo: ¡°En este equipo hay mucha gente que trabaja, que se pueden llevar m¨¢s o menos bien como Santamar¨ªa y Cospedal, que son dos personas muy competitivas y celosas de sus tareas, pero lo importante es que est¨¢ claro que las dos son muy competentes y leales a Rajoy. Aqu¨ª no se viene a hacer amigos¡±.

Rajoy es el primero que lo sabe y que ejerce ese m¨¦todo. El s¨¢bado de su investidura un grupo de colaboradores qued¨® por la noche a tomar una copa y Rajoy prefiri¨® organizar una cena privada en La Moncloa. Ni Santamar¨ªa ni Cospedal est¨¢n en ese grupo de amigos ¨ªntimos pero s¨ª de las colaboradores m¨¢s ¨²tiles.

El presidente las cit¨® a ambas la semana pasada en La Moncloa en varias ocasiones para despachar, escuchar ideas y compartir poca informaci¨®n sobre sus planes. La conclusi¨®n que sac¨® Rajoy de esas aportaciones fue que Santamar¨ªa no quer¨ªa renunciar a ninguna cuota de poder (tampoco a la portavoc¨ªa del Gobierno) y que Cospedal quer¨ªa optar tambi¨¦n a una vicepresidencia o, en su defecto, a un Ministerio de Estado pero de los de mayor relevancia y capacidad de informaci¨®n como Interior. No content¨® del todo, en principio, a ninguna de las dos.

Cospedal se qued¨® con un Ministerio institucional como el de Defensa de casi ¡°imposible¡± compatibilidad diaria con la direcci¨®n del PP y m¨¢s tras el pr¨®ximo congreso del partido, que se convocar¨¢ tras cinco a?os para cuestionarlo casi todo. Eso es lo que piensan en el PP y en La Moncloa y por eso consideran que Rajoy, en el fondo, le tendi¨® una trampa.

El paso de Santamar¨ªa por la portavoc¨ªa del Gobierno ha estado salteado de cr¨ªticas por su comportamiento y por su escasa implicaci¨®n con los problemas diarios del PP. Numerosos dirigentes auton¨®micos y nacionales del PP le han hecho llegar al presidente en estos a?os que una de las grandes carencias de su ejecutivo era que se comportaban en su relaci¨®n con la prensa a la defensiva y que ten¨ªa una confusa estrategia medi¨¢tica, especialmente con las grandes cadenas televisivas. Alguno de esos agujeros se pretendi¨® parchear hace a?o y medio con la reordenaci¨®n de competencias y fichajes de los j¨®venes vicesecretarios del PP, ante la actitud reacia siempre de Cospedal, y se frenaron los cambios en el ejecutivo, ante la negativa de Santamar¨ªa.

Rajoy quer¨ªa probar ahora otro sistema. Conoce hace lustros al nuevo ministro, ??igo M¨¦ndez de Vigo, valora su experiencia en Bruselas, su capacidad profesional (es letrado de las Cortes) y su tono pedag¨®gico y educado. ¡°Es evidente que necesitaba equilibrar y no pod¨ªa dejarle a Santamar¨ªa todas sus competencias y a?adirle adem¨¢s Administraciones Territoriales¡±, analizan en La Moncloa. Dos dirigentes nacionales del PP y un alto cargo monclovita coinciden en que al retirarle la portavoc¨ªa ha podido incluso protegerla ante lo que pueda pasar en el futuro cuando se busque sucesor: ¡°La exposici¨®n para los teledarios es arriesgada pero Catalu?a le dar¨¢ a cambio esa visibilidad pol¨ªtica¡±.