La prima gallega de los Castro: ¡°Alg¨²n d¨ªa ten¨ªa que ocurrir¡±
Manuela Argiz, una de las dos primas que les quedan a los Castro en Galicia
Un cortejo de coches encabezado por el del alcalde, el socialista Dar¨ªo Pi?eiro, atraves¨® ayer el n¨²cleo urbano de L¨¢ncara (Lugo) hacia el geri¨¢trico del pueblo para comunicarle a Manuela Argiz que su primo segundo Fidel hab¨ªa fallecido en Cuba. A sus 103 a?os, Argiz ya se toma la muerte de otra manera. ¡°Me da pena, pero alg¨²n d¨ªa ten¨ªa que ocurrir¡±, dicen los presentes que replic¨® la anciana al conocer la defunci¨®n del l¨ªder de la revoluci¨®n cubana.
Ella y Victoria, una prima carnal del comandante que luc¨ªa en la puerta de su casa el lema ¡°Hasta la victoria siempre¡±, pero a quien una enfermedad borr¨® la memoria, son las parientes m¨¢s cercanas de Fidel que quedan en este municipio gallego de 2.700 habitantes. Aqu¨ª naci¨® en 1875 su padre, ?ngel Castro Argiz, un campesino de L¨¢ncara que emigr¨® con 17 a?os y logr¨® hacer fortuna en la isla caribe?a. Manuela, que proclama entre sus compa?eros de residencia sus lazos familiares con el icono comunista, cuenta que no tuvo mucho trato con ¨¦l, pero recuerda a su padre ¡°hablar bien¡± de sus parientes. Ella s¨ª congeni¨® con ?lex, uno de los hijos de Castro que visit¨® L¨¢ncara y al que vio llorar emocionado entre sus brazos cuando la conoci¨®.
La noticia del fallecimiento de Fidel no ha alterado la paz oto?al de San Pedro, la aldea donde a¨²n est¨¢ en pie la casa en la que vino al mundo el patriarca de los Castro. Nada que ver con aquel d¨ªa del verano de 1992 cuando el comandante fue recibido en L¨¢ncara con v¨ªtores y romer¨ªa, en la que fue su primera y ¨²nica visita. Acompa?ado del entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que aderez¨® las 48 horas del cubano en Galicia con gaitas, pulpo y queimada, el dirigente comunista pis¨® la modesta vivienda de una sola planta y habitaci¨®n ¨²nica en la que se cri¨® su progenitor y que hoy pervive hecha una aut¨¦ntica ruina.
Orgullo en L¨¢ncara
Carlos L¨®pez Sierra, vecino de San Pedro, ten¨ªa aquel d¨ªa preparado un dormitorio en su casa para que Fidel pasara la noche. El revolucionario no pernoct¨® pero la estancia qued¨® bautizada como la Habitaci¨®n del Comandante y con ese nombre se alquila ahora en el hospedaje rural en el que se convirti¨® luego el inmueble. ¡°En el fondo todo el mundo en L¨¢ncara est¨¢ orgulloso de que el padre de Fidel fuera de aqu¨ª¡±, asegura L¨®pez, que posteriormente acogi¨® en su morada a Ra¨²l Castro, a quien recuerda brindando cantos revolucionarios a las vecinas. Los dos hermanos son hijos adoptivos del municipio.
La casa familiar de los Castro es hoy una atracci¨®n tur¨ªstica, incluso en ruinas. No solo los castristas se acercan a este pueblo del interior de Lugo para conocer los or¨ªgenes del hombre que llev¨® el comunismo a Cuba. Carlos L¨®pez recuerda a un visitante de Miami que le recrimin¨® el estado de la casa del padre de Fidel: ¡°Yo son anticastrista¡±, le dijo, ¡°pero en cualquier pa¨ªs del mundo esta casa estar¨ªa restaurada, porque Fidel es historia¡±.
La Asociaci¨®n Cultural Val de L¨¢ncara maneja desde hace tiempo un proyecto para transformar la casa del padre de Fidel en un museo, pero Manuel Fern¨¢ndez, que reside cerca de la vivienda, no ve inter¨¦s en las instituciones por arreglarla. L¨®pez, que como Fern¨¢ndez forma parte del colectivo cultural, atribuye el retraso de la rehabilitaci¨®n a que la familia Castro, propietaria del inmueble, no ha dado a¨²n permiso. Hoy est¨¢ prevista una ofrenda floral ante su desvencijada puerta. Y Manuela quiere estar all¨ª.
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