Los cuatro pulsos te¨®ricos de Iglesias y Errej¨®n
Podemos afronta en su segundo congreso debates internos centrales para su redefinici¨®n
Podemos busca resolver en su segundo congreso, previsto para febrero o marzo de 2017 y bautizado como Vistalegre 2, algunos de los debates que marcan las diferencias entre los proyectos de los sectores referenciados en su l¨ªder, Pablo Iglesias, y el n¨²mero dos, ??igo Errej¨®n. Las discrepancias te¨®ricas son evidentes en algunas cuestiones de fondo. Estos son los cuatro frentes principales:
Estrategia y transversalidad.
Una de las preguntas que debe responder Podemos en la pr¨®xima etapa tiene que ver con su identidad ideol¨®gica y con las f¨®rmulas con las que pretende crecer y convencer a un espectro m¨¢s amplio de votantes. La formaci¨®n siempre ha rechazado las etiquetas de la izquierda tradicional, pero en los ¨²ltimos meses esa discusi¨®n ha vuelto a imponerse asumiendo la forma de un debate sobre la transversalidad, una noci¨®n que siempre ha reivindicado Errej¨®n y a la que apela tambi¨¦n Iglesias. Cada uno tiene su idea, pero ?qu¨¦ es exactamente?
El peso de los 'anticapis'
El sector anticapitalista de Podemos puede inclinar la balanza en el pr¨®ximo congreso, como hizo en las primarias de Madrid. Isabel Serra, una de sus referentes, ve, por ejemplo, ¡°positiva y ¨²til¡± la alianza electoral con IU, pero cree que ¡°queda mucho¡± para que las dos fuerzas puedan avanzar hacia una integraci¨®n. Serra defiende tambi¨¦n ¡°una mayor autonom¨ªa de algunos territorios, con soberan¨ªa sobre cuestiones que les ata?en¡±. Incluso cree que en Catalu?a y Galicia ¡°tiene sentido construir espacios amplios que van m¨¢s all¨¢ de Podemos¡±.
El secretario general suele poner como ejemplo de lo que considera ¡°transversal¡± la actividad de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Defiende la construcci¨®n de una identidad popular ¡°plebeya¡± y trata de representar el conflicto social. ¡°Esa tensi¨®n solo la podremos resolver si apostamos por una noci¨®n de transversalidad que se construya en lo popular; si se reconstruye en el concepto burgu¨¦s de clases medias, ah¨ª no podemos ganar. Nos gana cualquiera, y nos gana Ciudadanos¡±, dijo la semana pasada en la presentaci¨®n del libro del rapero Ricardo Romero, Nega. No se refer¨ªa Iglesias a lo que com¨²nmente se entiende por clase media, una franja del electorado muy golpeada por la crisis y que por tanto no renuncia a disputar, sino a un sector de votantes que se muestran fieles al partido de Albert Rivera o al PSOE. En este contexto, advierte contra la tentaci¨®n de intentar captar votos pareci¨¦ndose a esas formaciones. ?
El llamado sector errejonista aspira a seducir, en cualquier caso, sectores amplios de la sociedad. ¡°No se trata de juntar solo a quienes viven conflictos, a quienes ya est¨¢n organizados o a quienes acuden normalmente a manifestaciones. Debemos abrir el foco e incorporar tambi¨¦n a una gran mayor¨ªa que quiere cambio pero que no pertenece a una sociedad civil ya organizada ni se comunica con el lenguaje y los registros propios de quienes est¨¢n en esto¡±, escribi¨® Jorge Moruno, responsable de discurso de Podemos y muy pr¨®ximo a Errej¨®n. En su opini¨®n, esta estrategia tiene que ver ¡°con incorporar al cualquiera, es decir, a quienes en tiempos de crisis hacen bascular a las sociedades¡±.
Calle e instituciones
Esta discusi¨®n sobre qu¨¦ quiere ser Podemos de mayor est¨¢ relacionada con en su papel en las instituciones. Todos los dirigentes rechazan que haya contradicci¨®n entre actividad parlamentaria y movilizaci¨®n social, pero Iglesias considera prioritario liderar la oposici¨®n al Gobierno del PP desde la calle y Errej¨®n defiende el trabajo del grupo parlamentario de Unidos Podemos como herramienta central para demostrar su utilidad y para ¡°infligir derrotas pol¨ªticas¡± a Mariano Rajoy.
Iglesias duda. "Incluso en el caso de que, fruto de nuestra dedicaci¨®n y esfuerzo, logremos que el Congreso tome decisiones en la buena direcci¨®n, todo el mundo debe saber que el Gobierno cuenta con mecanismos suficientes para deso¨ªrlo", reflexion¨® en su blog. Tambi¨¦n apunt¨®: ¡°Hay pocas cosas m¨¢s rid¨ªculas que conjurarse para buscar el acuerdo y el consenso all¨ª donde no hay manera de tomar decisiones, porque las decisiones las toma el Gobierno¡±. El l¨ªder de Podemos calific¨®, por ejemplo, de ¡°p¨ªrrica victoria¡± el veto a Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz como presidente de la Comisi¨®n de Exteriores. El PP coloc¨® finalmente al exministro en la Comisi¨®n de Peticiones, donde no hizo falta votar el nombramiento. Este episodio muestra, en su opini¨®n, los l¨ªmites de la oposici¨®n en el Parlamento.
Modelo organizativo
En Podemos hay consenso sobre que el modelo organizativo de Vistalegre 1 ¡ªel primer congreso del partido, celebrado en 2014¡ª ha quedado agotado. La ¡°maquinaria de guerra electoral¡±, excesivamente vertical y centralista, tiene que dar paso a un partido en el que las decisiones se tomen de forma m¨¢s colectiva y con mayor participaci¨®n territorial, y en el que la direcci¨®n integre mejor la pluralidad. Adem¨¢s, en el partido se han desarrollado familias, y casi un partido dentro del partido, como definen los pablistas la estructura de la Secretar¨ªa Pol¨ªtica que dirige Errej¨®n, que funciona de forma muy independiente.
El debate sobre la organizaci¨®n territorial lo ha anticipado la l¨ªder andaluza, Teresa Rodr¨ªguez, al proclamar el pasado 15 de noviembre que Podemos Andaluc¨ªa se constituye como un partido ¡°aut¨®nomo y federado¡±. En el entorno de Iglesias est¨¢n de acuerdo en descentralizar la toma de decisiones, pero huyen de la federalizaci¨®n. Creen que las cuotas territoriales, como las que hay en IU y en el PSOE, acaban por no velar por el inter¨¦s com¨²n, y rechazan la creaci¨®n de ¡°baron¨ªas¡±.
El sector errejonista a¨²n no ha tomado una decisi¨®n sobre la federalizaci¨®n del partido, pero tiene claro su modelo de participaci¨®n. ¡°Tenemos que caminar hacia una organizaci¨®n m¨¢s democr¨¢tica y plural, que por cierto va de la mano de una organizaci¨®n m¨¢s feminizada. Para ello defenderemos un sistema de votaci¨®n proporcional para este congreso, que acabe con un sistema de mayor¨ªas que est¨¢ generando demasiadas tensiones¡±, se?ala Clara Serra, responsable de Igualdad de la formaci¨®n, a EL PA?S.
Moruno considera importante que en el futuro Podemos ¡°el primer consenso sea el derecho al disenso¡±, y para eso aboga por ¡°construir espacios de deliberaci¨®n, comunicaci¨®n y decisi¨®n colectiva¡±. ¡°Hay que enterrar la l¨®gica plebiscitaria¡±. Los errejonistas piden, en definitiva, m¨¢s democracia interna. ¡°Hay que abandonar un modelo de organizaci¨®n jer¨¢rquica pensada para tomar decisiones r¨¢pidas en tiempos card¨ªacos¡±, dice Moruno. Eso pasa, tambi¨¦n, por un Comit¨¦ de Garant¨ªas "plural, garantista e independiente de la direcci¨®n".
La relaci¨®n con las alianzas
Podemos ha forjado alianzas electorales y parlamentarias con multitud de fuerzas. A escala nacional, con IU y Equo, en el marco de la coalici¨®n Unidos Podemos, un grupo parlamentario en el que se integran tambi¨¦n otras fuerzas: En Marea (la alianza gallega) y la coalici¨®n catalana En Com¨² Podem, que en Catalu?a camina hacia la constituci¨®n de un partido aut¨®nomo. Los aliados valencianos de Comprom¨ªs se integran en el Grupo Mixto. El dilema que afronta Podemos es si profundizar o no en esas alianzas, y hasta d¨®nde.
Iglesias ha revelado su intenci¨®n de que la colaboraci¨®n con esas formaciones no se circunscriba solo a una alianza parlamentaria y electoral. Apuesta por una cooperaci¨®n ¡°que se construya desde abajo, en un espacio social muy amplio en el que no solo hay que hablar de Podemos e IU sino tambi¨¦n de Equo, de las confluencias gallega y catalana y de los que faltan, que son sectores de la sociedad civil¡±, ha afirmado el secretario general sin m¨¢s concreci¨®n. Con respecto a IU, busca reforzar una colaboraci¨®n m¨¢s all¨¢ del trabajo parlamentario. Mientras, el l¨ªder de la federaci¨®n de izquierdas quiere "superar IU en un nuevo espacio pol¨ªtico lo antes posible".?
Errej¨®n fue claro esta semana en defender que las alianzas se mantengan como est¨¢n, y rechaz¨® de forma tajante una integraci¨®n total: ¡°Si me pregunta¡±, dijo, ¡°por la disoluci¨®n de alguna de estas fuerzas en alg¨²n tipo de fusi¨®n, mi respuesta, y es la m¨ªa personal, es que rotundamente no¡±.
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