El amor en la cuerda floja del sida
El miedo, el estigma y los altibajos emocionales son los principales obst¨¢culos de las parejas serodiferentes
¡°Soy seropositivo¡±. Pablo (nombre ficticio), de 45 a?os, cuenta que casi temblaba cuando pronunci¨®, hace tres a?os, esas palabras a la mujer que ser¨ªa su esposa. Diagnosticado con VIH a los 18 a?os ¡ªen una ¨¦poca en que el diagn¨®stico era casi una sentencia de muerte¡ª ¨¦l estaba acostumbrado a recibir el apoyo de sus familiares y amigos, pero siempre hab¨ªa temido el rechazo de posibles parejas. ¡°Viv¨ª un per¨ªodo de depresi¨®n, me ve¨ªa muy solo¡±, dice. La mujer con quien decidi¨® compartir su historia no ha tenido miedo y hoy los dos conforman una pareja serodiscordante, en la que uno es VIH positivo y el otro no.
Jos¨¦ Luis, de 41 a?os, llam¨® a su marido en el momento en que se enter¨® que hab¨ªa dado positivo, en 2014. Tras una breve ruptura en el matrimonio de 19 a?os, ¨¦l se hab¨ªa relacionado con otras personas y decidi¨® hacerse la prueba. Le atemorizaba, m¨¢s que el propio diagn¨®stico, la posibilidad de haber infectado a su pareja. ¡°Fue un alivio cuando ¨¦l dio negativo¡±, cuenta.
El marido de Jos¨¦ Luis decidi¨® quedarse y apoyarle. Y entonces empez¨® la tormenta. El primer a?o de tratamiento estuvo repleto de idas al hospital, noches insomnes de diarrea y v¨®mitos y altibajos emocionales propios de la enfermedad. ¡°?l lo pas¨® peor que yo. Se ve¨ªa impotente ante la situaci¨®n¡±, recuerda Jos¨¦ Luis.
El psic¨®logo Jos¨¦ Manuel Guerrero trabaja con pacientes de VIH/Sida, un mal que registra cerca de 3.000 nuevos casos cada a?o en Espa?a, seg¨²n el Ministerio de Sanidad. ?l explica que los primeros meses despu¨¦s del diagn¨®stico son los m¨¢s estresantes para las parejas, que se tienen que adaptar a una nueva rutina de pastillas, cl¨ªnicas y an¨¢lisis constantes. ¡°Ellos est¨¢n en la cuerda floja. No saben si el tratamiento va a funcionar, si la persona a la que quieren se morir¨¢¡±, dice Guerrero.
Los profesionales que, como Guerrero, atienden a las parejas serodiscordantes se centran en los problemas emocionales de las parejas, una vez que los temas referentes a la vida sexual de esas personas est¨¢n solucionados. Ellos se basan en el estudio Partner, presentado en 2014 en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas de Boston, que confirma la eficacia del tratamiento con pastillas antirretrovirales. En esa investigaci¨®n, 767 parejas mantuvieron m¨¢s de 58.000 relaciones sexuales con penetraci¨®n sin usar preservativo y no se registr¨® ning¨²n caso de transmisi¨®n. La doctora Alison Rodger, investigadora principal del estudio, lleg¨® a cifrar en cero la probabilidad de transmisi¨®n sexual del VIH en parejas serodiscordantes cuando la persona con VIH tiene carga viral indetectable.
¡°Si pueden tener una vida sexual sana, lo que esas personas necesitan es m¨¢s informaci¨®n para bajar del umbral del miedo y poder tener una vida como cualquier otra pareja¡±, afirma V¨ªctor Baceiredo, educador en salud en Adhara, un centro comunitario de VIH/Sida en Sevilla.
En la b¨²squeda de una vida amorosa ¡°normal¡±, los cambios f¨ªsicos, efectos secundarios del tratamiento, les juegan una mala pasada. El principal es la lipoatrofia, es decir, la p¨¦rdida anormal de grasa corporal, que se nota sobre todo en el rostro, brazos, piernas y nalgas. Pablo cuenta que le cost¨® acostumbrarse a la imagen que ve¨ªa reflejada el espejo. ¡°No me reconoc¨ªa en mi cuerpo¡±, dice.
Jos¨¦ Manuel Guerrero explica que en el momento en que los pacientes empiezan a sentirse acomplejados, se les hace m¨¢s dif¨ªcil relacionarse afectivamente con alguien. V¨ªctor Beceiro recomienda los grupos de apoyo para contornar la situaci¨®n. ¡°Es importante verbalizar y compartir esas inseguridades¡±, afirma. Es lo que hacen Juan Luis y su pareja, que le acompa?a a cada nuevo examen o revisi¨®n en el hospital: ¡°Hemos decidido que se nos enfrentamos juntos a la vida, todo va a ir bien¡±.
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