Una mirada al informe PISA 2015
Espa?a mejora ligeramente, pero empeora la media de la OCDE
Por fin llega la objetividad sobre los resultados del informe PISA. La edici¨®n del 2015 deja datos de nuestros alumnos parecidos a los de ediciones anteriores, pero la diferencia reside en el an¨¢lisis que de ellos se hacen. Eso s¨ª, Espa?a mejora ligeramente, pero la media de la OCDE empeora. Estamos acostumbrados a unos juicios cr¨ªticos demoledores sobre nuestro sistema educativo resultantes del informe PISA y es que hasta esta edici¨®n, lo habitual era una permanente flagelaci¨®n sobre la ¡°nefasta¡± educaci¨®n y la catastr¨®fica carga de responsabilidad sobre leyes anteriores.
Pues PISA 2015, realizada con la LOE en vigor, desmonta muchos de los argumentos que el PP utiliz¨® para imponer la LOMCE, sobre todo, aquellos fundamentados en los malos resultados educativos de nuestros j¨®venes basados en juicios interesados extra¨ªdos de evaluaciones internacionales como PISA. Debo se?alar que para ver con claridad unos resultados educativos, se debe esperar a que las medidas adoptadas previamente tengan sus consecuencias, por ello, ahora vemos los efectos positivos de la LOE y dentro de unos a?os veremos los resultados de la LOMCE. En esta edici¨®n de PISA realizada como es habitual con j¨®venes de 15 a?os, se han evaluado tres competencias consideradas troncales: ciencias, lectura y matem¨¢ticas.
Como resumen, Espa?a consigue una puntuaci¨®n media en Ciencias de 493, la misma exactamente que el promedio de la OCDE (493) y 3 puntos por debajo de la ¨²ltima prueba. En Lectura se mejora en 8 puntos con una puntuaci¨®n de 496, tres puntos por encima del promedio de la OCDE (493) y en Matem¨¢ticas se logra una puntuaci¨®n de 486, 4 puntos menos que el promedio de la OCDE (490) y 2 puntos por encima de PISA 2012. PISA eval¨²a no solo lo que el alumno ha aprendido en el ¨¢mbito escolar, sino tambi¨¦n lo adquirido por otras vertientes no formales e informales de aprendizaje, fuera del centro escolar. Valora c¨®mo pueden extrapolar su conocimiento, sus destrezas cognitivas y sus actitudes a contextos en principio extra?os al propio alumno, pero con los que se tendr¨¢ que enfrentar a diario en su propia vida.
Una cuesti¨®n llamativa del informe PISA es el nivel de equidad entre chicos y chicas. En Espa?a, las chicas muestran menos inter¨¦s por los temas cient¨ªficos, un factor que a su vez es determinante para los resultados educativos. Por ello, se obtiene un promedio de 6,6 puntos a favor de los chicos, mayor que el promedio de los pa¨ªses de la OCDE y que el total de la Uni¨®n Europea. Algo muy distinto nos encontramos en los resultados de lectura; las chicas consiguen una media de 505 puntos, 20 puntos m¨¢s que los chicos. Estos datos deben hacer reflexionar sobre la orientaci¨®n y la perspectiva que se debe afrontar en la educaci¨®n en Espa?a, porque como ejemplo, en Singapur, donde se establecen los mejores resultados de matem¨¢ticas, no hay diferencia en absoluto entre chicos y chicas, ambos consiguen el primer puesto.
PISA tambi¨¦n se?ala que son m¨²ltiples los factores que inciden en el rendimiento de los estudiantes: los factores econ¨®micos, sociales y culturales, tanto de los pa¨ªses como de sus sistemas educativos; los asociados a las caracter¨ªsticas de los centros educativos y a las propias de los estudiantes y de su entorno social, econ¨®mico y cultural. El Informe nos indica como en el sistema educativo espa?ol ha sido y sigue siendo un reto esencial abordar la repetici¨®n y el abandono escolar, ya que los altos porcentajes de repetici¨®n suponen un serio problema que desemboca en resultados negativos en a?os posteriores y pueden suponer una brecha que evita la continuidad de los estudios.
Entre los factores influyentes en la equidad, PISA incide en el 11% de la poblaci¨®n inmigrante estudiantil en Espa?a, cuya diferencia en resultados (de las tres competencias analizadas) con los alumnos nativos es semejante a la del resto de pa¨ªses, entre 40 y 45 puntos. Estos resultados indican una relativa buena integraci¨®n de los alumnos inmigrantes en el sistema educativo espa?ol, pero a la vez llaman la atenci¨®n sobre la necesidad de refuerzo educativo para lograr mejorar los resultados.
En el informe PISA se miden tambi¨¦n diversos aspectos relacionados con el origen social y familiar de los alumnos que construyen un ?ndice Social, Econ¨®mico y Cultural (ESCS). El ESCS refleja la ocupaci¨®n profesional y el nivel educativo de los padres, los recursos disponibles en el hogar, el n¨²mero de libros en casa o los dispositivos digitales que tienen las familias, como ordenadores, port¨¢tiles o tabletas. Un sistema educativo se considera tanto m¨¢s equitativo cuanto menor sea el impacto de la variaci¨®n del ESCS del alumnado en su rendimiento educativo.
Y este ¨ªndice ofrece datos incuestionables. Los estudiantes con menores recursos econ¨®micos tienen tres veces m¨¢s probabilidades de tener un rendimiento bajo que los estudiantes con mayores recursos econ¨®micos, y los estudiantes inmigrantes tienen m¨¢s del doble de probabilidades que los no inmigrantes de tener un rendimiento bajo. Sin duda el contexto familiar es el factor asociado que m¨¢s correlaciona con los resultados de los alumnos en PISA. Influye el nivel educativo de los padres en el rendimiento de sus hijos, como tambi¨¦n influye el n¨²mero de libros en el hogar, el no tener conexi¨®n a internet que se corresponde con las menores puntuaciones en ciencias o el 8% de alumnos que al final de su educaci¨®n obligatoria dicen no disponer de un ordenador en casa.
Otro factor que se suele obviar como influyente en los resultados educativos es la autoconfianza de los j¨®venes, y este es un factor en el que nuestros j¨®venes deben mejorar. En Espa?a (-0,14) la confianza en la propia competencia para alcanzar objetivos es una de las m¨¢s bajas entre los pa¨ªses seleccionados y significativamente inferior a la OCDE y la UE, pero significativamente m¨¢s alta en los chicos que en las chicas. Sin duda, PISA debe ser utilizada como una evaluaci¨®n para extraer datos y realizar un an¨¢lisis que sirva para mejorar nuestro sistema. Tenemos retos pendientes: incrementar el porcentaje de alumnado en niveles de excelencia, ya que solo es el del 10,9% frente al 15,3% de la OCDE y reducir a la vez el porcentaje de aquellos con peor rendimiento.
El diagn¨®stico de PISA es claro, debemos avanzar en una educaci¨®n y formaci¨®n igualitaria, sin distinguir sexos, ganar en autoconfianza, incrementar los recursos econ¨®micos y humanos para que las diferencias de origen social no supongan una brecha educativa insalvable, porque cuantos m¨¢s alumnos estudien, m¨¢s se beneficia el sistema en su conjunto. La prueba se haya en aquellos pa¨ªses y econom¨ªas que destinan m¨¢s recursos a las escuelas desfavorecidas, en los que el rendimiento estudiantil es superior.
Mar¨ªa Luz Mart¨ªnez Seijo es diputada del PSOE por Palencia.
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