Una juez censura la ¡°absoluta masificaci¨®n¡± del CIE de Tarifa
Interior ha liberado a los 495 inmigrantes que han llegado esta semana en patera
La juez Bel¨¦n Barranco ha censurado la ¡°absoluta masificaci¨®n¡± que sufre el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Tarifa (C¨¢diz), cuyos internos padecen carencias que la magistrada considera deben atajarse de inmediato. La magistrada ha ordenado a la polic¨ªa que solvente las graves irregularidades de este centro y del ubicado en Algeciras: ¡°Supresi¨®n de habitaciones con m¨¢s de tres internos, instalaci¨®n en cada una de ellas de ducha, w¨¢ter con retrete y cisterna y lavabo (¡) supresi¨®n de las duchas colectivas (¡) instalaci¨®n de un espacio concreto y reservado donde los internos puedan recibir visitas del exterior¡±, exige en un auto la magistrada tras visitar el pasado oto?o ambos centros.
Estas personas defecan en un agujero realizado en el suelo ¡ªconocido como retrete turco¡ª dentro de una celda compartida, a la vista de otros internos. ¡°El ba?o es degradante. El Defensor del Pueblo Espa?ol ya orden¨® corregirlo en Algeciras y ahora est¨¢ pendiente en Tarifa, a pesar de que comparten una direcci¨®n policial ¨²nica¡±, critica Francisco Jes¨²s Mancilla, de la ONG Algeciras Acoge. El deterioro de los dos centros andaluces sucede al cierre de los ubicados en Fuerteventura y M¨¢laga, este ¨²ltimo tras un esc¨¢ndalo con varios polic¨ªas procesados y que finalmente resultaron absueltos.
Ahora la titular del Juzgado de Instrucci¨®n 1 de Algeciras conmina a la polic¨ªa a realizar reformas que mejoren las condiciones de los inmigrantes, llegados en pateras desde la costa africana y que est¨¢n privados de libertad solo por haber cometido una falta administrativa al entrar irregularmente en Espa?a. ¡°A la polic¨ªa le cuesta tomar medidas pero esperamos que en Algeciras asuma las recomendaciones de la juez, porque si no incurrir¨ªa en desobediencia. Exigiremos responsabilidades si se incumple el auto¡±, advierte Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez, coordinador del equipo jur¨ªdico de Andaluc¨ªa Acoge.
Motines, huelgas de hambre y fugas
Las denuncias por las condiciones que soportan los inmigrantes en los ocho CIE del pa¨ªs, con 1.162 plazas y por los que pasaron 6.930 personas en 2015, son un goteo constante desde los jueces y las ONG que los visitan. Hace un a?o el Ministerio del Interior marc¨® un hito cuando admiti¨® que incumple la legalidad y el reglamento de los CIE por ¡°las necesidades econ¨®micas, presupuestarias y de personal que exige¡±.
En paralelo, el pasado oto?o cuatro magistrados del Tribunal Constitucional dieron otra vuelta de tuerca al estimar en un voto particular que la polic¨ªa incurre en detenci¨®n ilegal cuando no traslada a los inmigrantes ante un juez en menos de 72 horas. En 2014 m¨¢s de 1.200 inmigrantes cruzaron el Estrecho y 250 de ellos estuvieron nueve d¨ªas privados de libertad y sin comparecer ante un juez. Dos a?os despu¨¦s, el Constitucional ha inadmitido la denuncia de una ONG pero ha alertado a los mandos policiales de que juegan con fuego en estos casos de aluviones de patera ¡ªcomo el ocurrido esta semana¡ª.
Durante los ¨²ltimos seis meses la situaci¨®n se ha tornado explosiva y m¨¢s de 100 internos se han fugado de estos centros. Los CIE de Murcia, Madrid y Barcelona han sufrido motines y huelgas de hambre. Tras el de Madrid, la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, pidi¨® m¨¢s c¨¢maras y reconocimientos m¨¦dicos "sistem¨¢ticos".
Carmen Echevarr¨ªa, de la asociaci¨®n Karibu y que visita con frecuencia el CIE madrile?o de Aluche, critica que en habitaciones de 24 metros cuadrados se encierre a ocho personas. "Est¨¢n amontonados y no entienden por qu¨¦ est¨¢n ah¨ª. Su obsesi¨®n es salir para ganar dinero y mandarlo a sus familias. Los CIE no son compatibles con los derechos b¨¢sicos, hay muchos argumentos para cerrarlos y medidas alternativas al encierro, como la presentaci¨®n de estas personas cada semana en el juzgado".
Las cr¨ªticas de la juez coinciden con un aluvi¨®n de pateras en el Estrecho de Gibraltar que ha tra¨ªdo a 495 inmigrantes a las costas andaluzas en solo seis d¨ªas. La polic¨ªa ha decidido liberarlos porque los CIE, a pesar de que disponen de plazas libres, no pueden absorber a todos. ¡°La avalancha de cien personas diarias no nos deja muchas opciones¡±, admite un portavoz policial. Las ONG aplauden que los agentes desv¨ªen a los inmigrantes a sus centros, donde gozan de libertad de movimientos, y conf¨ªan en que la decisi¨®n marque un cambio de tendencia para acabar con los ingresos en los CIE. Sobre el estado de los ocho centros repartidos entre Canarias y la Pen¨ªnsula, la Fiscal¨ªa General es clara en su ¨²ltima memoria: ¡°En t¨¦rminos generales las instalaciones de los CIE apenas llegan al aprobado¡±.
Tarifa y Algeciras absorben el flujo de pateras del Estrecho y al margen de la masificaci¨®n, la juez Barranco critica que los inmigrantes reciban visitas con mamparas cerradas para impedir ¡°una relaci¨®n directa ¨ªntima¡± al darse las manos o acariciarse, y obligarles a hablar por tel¨¦fono. ¡°Se somete a una especie de r¨¦gimen generalizado de sospecha al visitante y al interno, como si la visita fuera un hecho susceptible de peligrosidad¡±, critica. La juez obliga a que las mamparas de visita se abran, dado que ya existen polic¨ªas que vigilan para evitar incidencias. El caso es ¡°m¨¢s propio de un r¨¦gimen carcelario y penitenciario que de un centro de internamiento temporal donde no est¨¢ restringido el derecho a la libre comunicaci¨®n¡±, a?ade.
Para la magistrada, el responsable policial del CIE de Tarifa debe instalar ¡°luz natural¡± y eliminar las rejas de las habitaciones de los internos, suministrarles una muda interior, y construir espacios l¨²dicos para hacer m¨¢s llevadera su reclusi¨®n, de 60 d¨ªas como m¨¢ximo. En paralelo, la juez resalta la ¡°absoluta limpieza de las instalaciones y adecuada alimentaci¨®n, siendo tambi¨¦n adecuado el servicio m¨¦dico¡±. Respecto a la carencia de ropa que sufren los internos al ingresar, Mancilla ilustra: ¡°Algunos inmigrantes no quieren hacer deporte porque sudan y huelen. Es una obligaci¨®n legal el Estado facilitar ropa. Y si no puede cumplir, que no les retenga¡±.
Carlos Arce, coordinador del ¨¢rea de migraciones de Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa, concluye: ¡°Lo que ocurre es un s¨ªntoma del desprop¨®sito de la gesti¨®n de los CIE y las devoluciones y expulsiones. Es un c¨²mulo de mala gesti¨®n y de arbitrariedad absoluta¡±.
En 2015 la polic¨ªa detuvo a 36.327 personas por situaci¨®n irregular, y de ellas 6.930 fueron internados en los CIE. El objetivo de estos centros es la reclusi¨®n de los inmigrantes previa a sus expulsiones del pa¨ªs. Sin embargo, solo el 41% de los internos fue devuelto a su pa¨ªs de origen, por lo que m¨¢s de la mitad son privados de libertad de manera preventiva durante semanas y sin consecuencias a posteriori. Este porcentaje baja a la mitad en Algeciras, donde de sus 2.303 internos solo 472 (el 20%) fueron expulsados de Espa?a en 2015. En Las Palmas se reduce a un porcentaje rid¨ªculo y 25 de 894 (el 2%) debieron abandonar el pa¨ªs.
¡°La gente que viene en patera nunca deber¨ªa pasar por un CIE porque sabemos que nunca se podr¨¢ ejecutar su expulsi¨®n a su pa¨ªs de origen [habitualmente subsaharianos]. Por lo tanto, el CIE est¨¢ incumpliendo su funci¨®n de medida cautelar¡±, censura Jos¨¦ Miguel S¨¢nchez, profesor titular de Derecho Penal de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
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