Todos somos Turqu¨ªa

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Cuatro muertos y diez heridos en un nuevo atentado en Turqu¨ªa

Alg¨²n comentarista ha resaltado con acierto que la respuesta en nuestra opini¨®n al atentado de Estambul no alcanza el grado de implicaci¨®n solidaria que se manifest¨® respecto de las masacres de Par¨ªs o Niza. Tal vez porque injustificadamente no se incluye a Turqu¨ªa en un ¡°nosotros¡± o, dado que en los ¨²ltimos tiempos, como sucediera en Espa?a durante los a?os de plomo de ETA, la sucesi¨®n de masacres en el pa¨ªs de Atat¨¹rk las ha convertido en algo habitual, donde la verdadera noticia se desplaza hacia la captura del terrorista.

Sin embargo, justo por la dur¨ªsima circunstancia que est¨¢ atravesando el pa¨ªs, con su cascada de muertes y la interminable represi¨®n posgolpe, se hace aun m¨¢s necesario el ejercicio de la solidaridad en nombre de un Todos somos Turqu¨ªa que, adem¨¢s, responde a la verdad de la amenaza compartida por todos ante el terrorismo surgido del Estado Isl¨¢mico (EI).

Ello no implica cerrar los ojos ante los posibles errores cometidos por Erdogan. Para empezar, su escalada de islamizaci¨®n en el propio pa¨ªs, exaltando las victorias del Islam otomano y las denuncias de supuestas actuaciones antimusulmanas en la Europa democr¨¢tica, hasta que el ISIS le ha golpeado de lleno, dieron lugar a lo que el jefe de la oposici¨®n, Kemal Kili?daroglu, califica de ¡°vinculaci¨®n ideol¨®gica¡± con los supuestos del yihadismo.

Si la expansi¨®n turca e isl¨¢mica por las armas en 1071 y 1453 fue algo magn¨ªfico, ?por qu¨¦ no va a serlo la actual del EI? La sospecha de abastecimiento de armas a cambio de petr¨®leo, la permeabilidad de la frontera con Siria, la falta de control sobre los seguidores del EI en Turqu¨ªa habr¨ªan sentado las bases para cuanto ahora ocurre. Tiempo es de rectificar, y Erdogan lo har¨¢ a fondo.

Con una repercusi¨®n sin duda menor, los errores de apreciaci¨®n sobre el yihadismo han llegado a obtener carta de naturaleza entre nosotros, especialmente en el pensamiento progre, del cual hablara ya un viejo musical antifranquista, Casta?uela 70, opuesto a ¡°progresista¡±.

Para nuestro tema, su leitmotiv consiste en negar que detr¨¢s del terrorismo isl¨¢mico est¨¦ el islam. Una y otra vez insiste en que los yihadistas atacan a los musulmanes; solo que en el atentado de la sala de fiestas Reina son musulmanes que violan los mandatos cor¨¢nicos, debiendo ser castigados como los infieles, y lo mismo toca a Erdogan, convertido en ¡°hip¨®crita¡± (al-munafiqun), falso creyente que traiciona su fe: ¡°Son los enemigos¡±. El ¡°no haya coacci¨®n¡± indica solo que la fe es personal, otra cosa es el castigo de que se hace merecedor el no-creyente.

Leamos m¨¢s de un vers¨ªculo y sobre todo la biograf¨ªa del Profeta por Ibn-Ishaq, consultable en Google. Y sepamos discernir entre islam yihadista e islam. No es tan dif¨ªcil.