La Universidad de Sevilla alega que trat¨® igual al catedr¨¢tico condenado por abusos y sus v¨ªctimas
La instituci¨®n pide disculpas pero dice que dio "tratamiento sim¨¦trico" al exdecano y a sus subordinadas
La Universidad de Sevilla ha defendido este mi¨¦rcoles que dio un "tratamiento sim¨¦trico" al catedr¨¢tico condenado a siete a?os de c¨¢rcel Santiago Romero Granados y a sus tres v¨ªctimas de abusos sexuales, dos profesoras y una becaria. El rector de la instituci¨®n, Miguel ?ngel Castro, ha alegado que el exdecano y las mujeres disfrutaron del mismo trato tras numerosos episodios de tocamientos e insultos vejatorios. Sin embargo, el jefe de Departamento de ambas profesoras, Jos¨¦ Pascual Sanch¨ªs, ignor¨® las denuncias internas de las docentes y la universidad solo abri¨® un expediente disciplinario tras las concentraciones de las v¨ªctimas y escritos firmados y presentados ante el rector de entonces, Joaqu¨ªn Luque, que se neg¨® a recibirlas.
Castro ha afirmado esta ma?ana que desconoc¨ªa las denuncias de las profesoras, a pesar de que era vicerrector de Ordenaci¨®n Acad¨¦mica cuando se presentaron e incluso la prensa se hizo eco de estas irregularidades.
El exdecano de la Facultad de Ciencias de la Educaci¨®n?¡ªapartado ahora de la universidad¡ª ha impartido clases hasta esta semana, mientras que una de las profesoras ha sufrido graves secuelas depresivas por culpa de los abusos y la otra sufri¨® un deterioro en su carrera profesional, al igual que la becaria v¨ªctima de Romero.
Tras defender este "tratamiento sim¨¦trico", el rector ha pedido perd¨®n al admitir que en su instituci¨®n se produjeron los abusos por parte de "uno de los nuestros". "Toda la sociedad se empobrece y debo pedir disculpas (...) Hay que hacer autocr¨ªtica", ha admitido Miguel ?ngel Castro. "Entiendo la percepci¨®n de las v¨ªctimas que debe estar cargada de asimetr¨ªa. Por ello pido mis disculpas a ellas y a la sociedad (...) Nuestra repulsa es m¨¢xima y lamentamos lo que ha ocurrido a nuestras compa?eras, a las que damos todo nuestro apoyo", ha matizado.
Romero seguir¨¢ cobrando el 75% de su sueldo hasta que finalice el expediente sancionador puesto en marcha y que interrumpi¨® el proceso penal. En paralelo, el Consejo Superior de Deportes ha iniciado la revocaci¨®n de la Medalla de Plata de la Real Orden del M¨¦rito Deportivo concedida en 2010 al catedr¨¢tico. Es la primera vez que este organismo retira una medalla, pese a que concede unos 150 galardones cada a?o a instituciones, deportistas y entrenadores.
La universidad alega que el procedimiento judicial paraliz¨® el expediente sancionador seg¨²n el consejo de sus servicios jur¨ªdicos y por ello no suspendi¨® hasta esta semana al exdecano. Sin embargo, la instituci¨®n pod¨ªa haber actuado con completa autonom¨ªa cuando la justicia subray¨® los indicios fundados de abusos en tres ocasiones: al dictarse el auto de procesamiento tras terminar la investigaci¨®n judicial, al presentar la fiscal¨ªa su petici¨®n de penas y en el auto de apertura de juicio oral. La universidad ignor¨® cada uno de esos momentos procesales y hoy lamenta el retraso de la justicia, que se ha demorado seis a?os en condenar al catedr¨¢tico en primera instancia. Al respecto, Castro ha dicho: "En seis a?os, los que saben mucho de leyes, que son los jueces, no lo hicieron [adaptar medidas cautelares]".
El rector ha enumerado las medidas adoptadas por la universidad desde que se conocieron los hechos el 3 de noviembre de 2010 tras la denuncia de las tres profesoras: separar a denunciantes y denunciado con la divisi¨®n del departamento en dos sedes, proporcionarles al catedr¨¢tico y sus v¨ªctimas distintos destinos en otras universidades durante un a?o y haber programado la actividad docente para que no coincidieran, adem¨¢s de haber prestado ayuda psicol¨®gica a las denunciantes.
Sin embargo, la trayectoria del caso apunta desde 2010 a que las medidas fueron insuficientes. El 15 de marzo de 2011 una quincena de profesoras pidieron en una carta al rector Luque que apartara al catedr¨¢tico porque todos los indicios apuntaban a los abusos sexuales. "Estas profesoras, que no tendr¨ªan nada que ganar y s¨ª mucho que perder con su valiente denuncia, no merecen el aparente silencio y desamparo institucional que sienten haber encontrado", denunciaba la misiva ante el rector. "Se da una situaci¨®n de clara asimetr¨ªa de poder entre las denunciantes, dos profesoras reci¨¦n contratadas y una becaria, y el denunciado, catedr¨¢tico, exdecano y actual director del departamento. Esta circunstancia las coloca en posici¨®n de especial vulnerabilidad que deber¨ªa conducir a la adopci¨®n inmediata de medidas", expon¨ªan las denunciantes.
La reacci¨®n de la Universidad para apartar por fin al catedr¨¢tico abusador se ha dilatado casi seis a?os. Las docentes ped¨ªan un protocolo espec¨ªfico para evitar m¨¢s casos, y la instituci¨®n tard¨® dos a?os en ponerlo en pr¨¢ctica.?
?Sancionar¨¢ ahora la Universidad a Sanch¨ªs por haber ignorado las denuncias de las profesoras y no elevar sus quejas a la c¨²pula de la instituci¨®n? El rector ha avanzado que su investigaci¨®n interna sobre lo sucedido se realizar¨¢ "en profundidad", sin despejar el futuro de Sanch¨ªs, al que el juez de lo Penal reprocha su inacci¨®n.
La abogada de una de las v¨ªctimas, Amparo D¨ªaz, ha replicado al rector que un "tratamiento sim¨¦trico no quiere decir un trato igual. La propia universidad vio indicios de algo grave, se ten¨ªa que haber planteado una suspensi¨®n antes".
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