El rector de la Rey Juan Carlos se libra de cuatro demandas de plagio por su alto coste

Cuatro de los cincos plagiados por el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Fernando Su¨¢rez, que hab¨ªan anunciado acciones legales contra ¨¦l descartan ahora hacerlo por las altas costas del juicio. Se mantiene, sin embargo, la demanda por la v¨ªa civil de Miguel ?ngel Aparicio, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona (UB), que cuenta con el apoyo jur¨ªdico y econ¨®mico de su campus. "El rector ha fusilado casi el libro entero en dos publicaciones", cuenta Aparicio.

Los plagiados calculan que el juicio les costar¨ªa m¨¢s de 8.000 euros por profesor. Tan solo por el peritaje del plagio del texto de Aparicio se han abonado 2.500 euros. La demanda se presentar¨¢ a final de mes."En definitiva no es un problema personal sino general de la Universidad", subraya el catedr¨¢tico de Historia Medieval de la Universidad de Santiago de Compostela Carlos Barros, uno de los cinco plagiados -en total son una veintena- que se han movilizado. Los otros son Ignacio Fern¨¢ndez Sarasola, de la Universidad? de Oviedo, Emilio La Parra L¨®pez, de la de Alicante y el catedr¨¢tico de instituto Luis Barbastro.

La idea es que un documento de los otros afectados se incorpore a la causa "y vamos a ver la forma tambi¨¦n de que aparezcan los 400 profesores e investigadores que nos han mostrado su apoyo firmando nuestro manifiesto", prosigue Barros. Tambi¨¦n aspiran que el caso del rector sirva para que se tomen medidas en otras copias literales.

El 24 de septiembre Aparicio supo del primer plagio y explica que desde esa fecha empieza a descontar el reloj para demostrar en cinco a?os que le ha plagiado p¨¢ginas y p¨¢ginas. Calcula que no habr¨¢ sentencia firme "hasta dentro de dos o tres a?os". El exdecano del Colegio de Abogados de Barcelona solo va a pedir un euro simb¨®lico por los da?os morales causados: "Quiero un euro en reconocimiento a que se ha vulnerado la protecci¨®n del derecho de creaci¨®n y producci¨®n cient¨ªfica y literaria. La propiedad intelectual, muy centrada en la industria, es subordinada de este derecho". Y remarca que no se puede "romper de arriba abajo los derechos fundamentales y que no pase nada". M¨¢s en el caso de un rector que es "una autoridad acad¨¦mica decisiva con trascendencia p¨²blica".

Lo que el catedr¨¢tico Aparicio busca es "un pronunciamiento de un juez que diga que este se?or es un plagiario". Por eso cree que este castigo p¨²blico resarcir¨ªa tambi¨¦n a los profesores que abandonan ahora la lucha en los tribunales.

El castigo dentro del ¨¢mbito universitario es muy complicado porque el r¨¦gimen disciplinario de los funcionarios, de 1986, contempla que las faltas leves caduquen en un mes y las muy graves en seis a?os. El C¨®digo Civil, la v¨ªa que va a tomar Aparicio, sanciona con penas econ¨®micas por da?os morales. Mientras que el penal, afirma que "ser¨¢ castigado con la pena de prisi¨®n de seis meses a cuatro a?os y multa de 12 a 24 meses el que, con ¨¢nimo de obtener un beneficio econ¨®mico [¡­] y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie". En el caso penal es dif¨ªcil probar el lucro, aunque Su¨¢rez tiene un complemento salarial por producci¨®n investigadora que ha logrado con una docena de obras plagiadas.