¡°La justicia debe asumir que ETA lleva cinco a?os sin matar¡±
El juez es favorable al acercamiento de presos etarras al Pa¨ªs Vasco y el traspaso de las competencias penitenciarias a la comunidad
Joaqu¨ªn Gim¨¦nez (Alicante, 1945) es magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo desde 1998. Profundo conocedor del Pa¨ªs Vasco, donde presidi¨® las audiencias de San Sebasti¨¢n y Bilbao en los a?os de plomo (1981-1998), amenazado por ETA, su opini¨®n es muy cualificada. Considera que ¡°la justicia tiene que tener en cuenta que ETA lleva cinco a?os sin matar¡± y ¡°debe humanizarse y servir para la convivencia¡±. Coherente, defiende el acercamiento de presos de ETA a Euskadi, el traspaso de Instituciones Penitenciarias a esa comunidad y el impulso a la v¨ªa Nanclares. Adelanta que el Tribunal Supremo ofrece una interpretaci¨®n de la reciente reforma del C¨®digo Penal con mucho recorrido para rebajar penas a los presos etarras.
Pregunta. ?Qu¨¦ opina del reconocimiento del colectivo de presos de ETA de la legalidad penitenciaria y la reinserci¨®n individual para acceder a beneficios penitenciarios?
Respuesta. Su reconocimiento de la legalidad del derecho penitenciario supone un salto cualitativo muy importante. Frente a su planteamiento anterior, de ¡°o salimos por la imposible puerta de la amnist¨ªa o nos quedamos todos dentro¡±, han reconocido las salidas individuales. Conviene recordar que hasta hace poco el preso que aceptaba salidas individuales era un traidor y ya se sab¨ªa lo que pasaba con los traidores. Junto a ello est¨¢ el lenguaje cl¨¢sico de Batasuna, que es parte del guion.
P. Desde el Gobierno se ha descalificado el pronunciamiento porque sus promotores han incidido en que los beneficios penitenciarios no requieren arrepentimiento.
¡°La competencia sobre las prisiones deber¨ªa traspasarse a Euskadi¡±
R. El arrepentimiento no es requisito legal. Es fruto de una reflexi¨®n autocr¨ªtica y sincera de una persona sobre su vida. No se trata de pedir perd¨®n sino de perdonarse a s¨ª mismo por el da?o causado.
P. El nuevo ministro del Interior ha introducido nuevas condiciones para que los presos de ETA se acojan a la reinserci¨®n.
R. No se puede a?adir ning¨²n requisito m¨¢s a los del C¨®digo Penal. Antes eran los presos de ETA los que rechazaban los beneficios penitenciarios. Ahora que los quieren, no podemos decirles que no. Hay que aplicar con mucha precauci¨®n criterios restrictivos de los beneficios para evitar respuestas excesivas cuando el terrorismo ha cesado hace ya cinco a?os. Otro ejemplo, la jurisprudencia de esta sala no pretende la criminalizaci¨®n o ilegalizaci¨®n penal de la izquierda abertzale. Antes dec¨ªamos que con el terrorismo no se pod¨ªa debatir sobre el independentismo. Desaparecido el terrorismo, algunos quieren ilegalizarla por su independentismo. No es correcto.
P. ?Estamos ante una v¨ªa Nanclares bis de reinserci¨®n de los presos sin citarla?
R. Claramente. No solo eso. Me acuerdo de Mario Onaindia cuando dec¨ªa que el primero era traidor por buscar una salida personal a su vida y el ¨²ltimo era idiota porque no se hab¨ªa dado cuenta de que los tiempos hab¨ªan cambiado.
P. ?C¨®mo juzga el par¨®n a la v¨ªa Nanclares por parte del Gobierno del PP?
¡°El arrepentimiento no es un requisito legal. Es una reflexi¨®n autocr¨ªtica¡±
R. La v¨ªa Nanclares estaba llamada a tener recorrido y desde las instituciones estatales se ha tratado de restringir y minusvalorar. Es una v¨ªa muy importante porque abord¨® algo tan dif¨ªcil como el di¨¢logo sincero entre verdugo y v¨ªctima. Deb¨ªa haberse incentivado.
P. ?Qu¨¦ le parece el acercamiento de presos de ETA a Euskadi?
R. Estoy a favor desde hace tiempo porque facilita su reinserci¨®n.
P. ?Deber¨ªa traspasarse la competencia de prisiones a Euskadi como pide el Gobierno vasco?
R. S¨ª, y deber¨ªa salir de Interior y volver a Justicia, donde estuvo hasta 1996. Fue a Interior por el terrorismo de ETA. Todo el derecho penal excepcional de Espa?a tiene el ADN de ETA.
P. ?Qu¨¦ contribuci¨®n puede ofrecer la justicia al fin de ETA?
R. La justicia es pacificaci¨®n y sustituye la venganza individual por un castigo con todas las garant¨ªas a quien lo merezca. No est¨¢ para poner piedras en el camino. Tiene que humanizarse y servir para la convivencia respetando la Constituci¨®n. No puede ser ap¨¦ndice de otras instancias ni indiferente a la realidad.
P. ?Qu¨¦ hacer con las causas pendientes?
R. Con las no prescritas hay que continuar con la instrucci¨®n y si hay pruebas, condenar. Hay novedades relevantes. La reciente reforma del C¨®digo Penal tiene un art¨ªculo, el 579 bis, que se?ala que los tribunales atendiendo a las circunstancias concretas podr¨¢n imponer tambi¨¦n la pena inferior en uno o dos grados a los delitos de terrorismo cuando sean de menor gravedad, ateni¨¦ndose al medio empleado y al resultado producido. El Tribunal Supremo considera que se puede aplicar tambi¨¦n a lo ya juzgado a trav¨¦s de un procedimiento de revisi¨®n. Lo ha aplicado en cuatro sentencias en poco tiempo.
P. ?Qu¨¦ recorrido puede tener la interpretaci¨®n del Supremo y qu¨¦ implica la rebaja?
R. Que condenas de 10 o 12 a?os pueden quedar en cinco o seis. Puede tener un amplio recorrido para pacificar.
P. ?No cree que desde las instituciones no se hace pedagog¨ªa con las v¨ªctimas del terrorismo para que comprendan que la reinserci¨®n de los presos es buena para todos?
R. Evidentemente. Los delitos se pagan y prescriben. El perd¨®n, como algo aut¨¦ntico, no es olvido y nos permite ser libres. En cuanto a la v¨ªctima, su dolor no va a prescribir nunca. Si se enroca, los a?os de prisi¨®n del verdugo siempre le parecer¨¢n pocos. Es leg¨ªtimo. Pero esa no es la reflexi¨®n. Las v¨ªctimas no pueden suplantar al Estado que representa los intereses de la sociedad. Hay mucha pedagog¨ªa por hacer.
P. Las v¨ªctimas exigen un relato que aclare que lo fueron injustamente.
R. De acuerdo, por justicia y para que no se repita. La herencia de ETA es una escuela de odio por los que mataban y aplaud¨ªan y tambi¨¦n provoc¨® tensiones en el Estado de derecho con b¨²squedas de atajos. No hay que tener miedo a reconocer que esos atajos traspasaron l¨ªneas rojas que generaron otras v¨ªctimas.
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