Halladas armas en la casa del yerno de la viuda del expresidente de la CAM

Miguel L¨®pez, detenido como presunto autor material del crimen de Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, ten¨ªa varias armas en su poder, pero entre ellas no se encuentra la que supuestamente us¨® para matar a su suegra de dos disparos, seg¨²n han confirmado este jueves a EL PA?S, fuentes de la investigaci¨®n. El sospechoso ten¨ªa licencia para usar las pistolas y escopetas intervenidas este mi¨¦rcoles por la polic¨ªa durante el registro de su vivienda porque practica tiro ol¨ªmpico, seg¨²n la base de datos de la Guardia Civil, cuerpo de seguridad encargado de controlar estos permisos.

M¨¢s informaci¨®n

Detenido uno de los yernos de la viuda de Vicente Sala, asesinada en Alicante

Buscan en los negocios del expresidente de la CAM el m¨®vil del crimen de su viuda

Los investigadores siguen por tanto con la b¨²squeda del arma homicida, una pieza clave para completar el puzzle y dar respuesta a un asesinato que mantiene en vilo a la alta sociedad alicantina desde hace dos meses. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, las pesquisas han concluido que la guerra fratricida desatada por el control de las empresas familiares fue el m¨®vil del asesinato. Seg¨²n esa l¨ªnea de investigaci¨®n, el sospechoso acab¨® con la vida de su suegra para que no pudiera formalizar un cambio en el control de varias sociedades mercantiles a favor de su primog¨¦nito, Vicente Sala, en detrimento de sus otras tres hijas.

Mart¨ªnez pretend¨ªa dejar todo el poder en manos de su hijo mayor. En los meses anteriores a su muerte realiz¨® distintas maniobras en esa direcci¨®n. Pero no pudo culminar su plan. El pasado 9 de diciembre fue acribillada a balazos en el concesionario de coches de Alicante, Novocar, dirigido precisamente por el marido de la menor de sus hijas.

La investigaci¨®n, que sigue bajo secreto de sumario, apunta a que fue el propio L¨®pez quien la atrajo al establecimiento para matarla e impedir as¨ª que pudiera favorecer a Vicente Sala hijo en el reparto del holding y la inmensa fortuna familiar. La v¨ªctima hab¨ªa quedado con su yerno para recoger esa tarde su veh¨ªculo, un Porsche Cayenne, en el concesionario tras una revisi¨®n. El todoterreno estaba estacionado en un lugar desprovisto de c¨¢maras de videovigilancia pese a que unos carteles adviertan de lo contrario. A pocos metros de las oficinas. La mujer se sent¨® al volante y recibi¨® dos balazos a quemarrropa en la cabeza. En unos segundos hab¨ªa muerto.

La investigaci¨®n lleg¨® a barajar inicialmente que el crimen pudiera haber sido obra de un sicario. Pero la polic¨ªa puso de inmediato el punto de mira sobre el yerno ahora detenido. ?ste sigue recluido en los calabozos de la comisar¨ªa provincial de Alicante. Ha designado a un abogado de su confianza para defenderle y previsiblemente este viernes ser¨¢ puesto a disposici¨®n del titular del juzgado de Instrucci¨®n 7 de la ciudad, Jos¨¦ Luis Lafuente, que dirige las pesquisas.

La muerte de Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez destap¨® la divisi¨®n familiar que exist¨ªa a causa del reparto de poder en las empresas. Los Sala poseen un grupo de sociedades que mueve una facturaci¨®n anual de 400 millones de euros. Su principal fuente de negocio es la producci¨®n de resinas y pol¨ªmeros, agrupada en torno a Samar Internacional SL y con delegaciones en distintas partes del mundo, la mayor¨ªa en pa¨ªses latinoamericanos como Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia o M¨¦xico.

Al parecer, a la muerte del patriarca, Vicente Sala, en 2011, la familia se hab¨ªa partido en dos. Por un lado, la viuda de Sala y su hijo. Por el otro, las tres hijas restantes y sus respectivos maridos. En los ¨²ltimos meses, Mart¨ªnez hab¨ªa llevado a cabo varias maniobras para situar a su hijo en los ¨®rganos de direcci¨®n de distintas sociedades. Justo antes de morir asesinada iba a formalizar un nuevo cambio que dejaba en manos de Vicente Sala el poder absoluto sobre el emporio empresarial. La polic¨ªa sospecha que ese plan, y el deseo de frustrarlo a toda costa, llev¨® al yerno a cometer el crimen.