Las amistades peligrosas del coronel Sanz
Un mando de la Guardia Civil fue ¡®n¨²mero dos¡¯ de una red que vendi¨® armas a la extrema derecha, cobr¨® deudas con violencia y asesor¨® a delincuentes sobre c¨®mo huir de Espa?a
Los amigos del coronel de la Guardia Civil Rodolfo Sanz S¨¢nchez, alias Rudolf, no escatimaban en violencia. ¡°No hace ni diez minutos que le acabo de romper la cabeza a un dominicano. ?Le he dado una paliza que le he descojonado por completo!¡±, alarde¨® ante Sanz un exguardia.
La conversaci¨®n forma parte de los centenares de pinchazos telef¨®nicos grabados entre 2014 y 2015 por el servicio de asuntos internos de la Guardia Civil. EL PA?S ha tenido acceso a m¨¢s de 12.000 documentos que presentan a Rudolf, un asiduo a los homenajes a Francisco Franco y Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, como n¨²mero dos de una organizaci¨®n criminal. Su red ten¨ªa 16 miembros y vendi¨® presuntamente una ametralladora a un candidato de Falange Espa?ola Independiente. Tambi¨¦n, flirte¨® con los cen¨¢culos ultraderechistas, cobr¨® deudas con violencia e, incluso, asesor¨® a delincuentes sobre c¨®mo huir de Espa?a.
Sanz fue detenido por sus compa?eros en mayo de 2015. Tras pasar m¨¢s de nueve meses en prisi¨®n, el Juzgado n¨²mero dos de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) le mantiene imputado como al resto de miembros de su organizaci¨®n criminal.
La red de este coronel destinado en Castilla y Le¨®n conceb¨ªa la venta de armas como un negocio estrat¨¦gico. Para ello, ten¨ªa en n¨®mina a dos militares, dos ex guardias civiles, un funcionario civil del Ministerio de Defensa y un detective privado con pasado neonazi. Todos trabajaban a las ¨®rdenes de Jes¨²s de G., el Grande, un empresario con antecedentes por homicidio y amenazas.
Uno de los suministradores de mercanc¨ªa era el subteniente del Ej¨¦rcito en la reserva Francisco C. M., considerado una autoridad en materia de pistolas y munici¨®n. Este militar recurr¨ªa a su extensa agenda de contactos -que inclu¨ªa a un guardia civil destinado en la intervenci¨®n de armas de El Escorial (Madrid)- para abastecer al grupo. La trama tambi¨¦n rehabilitaba pistolas inutilizadas. Un trabajo reconocido por sus clientes. ¡°Muy bien. El motivo de la llamada era para decirte que el arma iba perfecta¡±, le felicit¨® uno de ellos.
El guardia almacenaba en un trastero de la calle Embajadores de Madrid? 24 kilos de explosivo TNT y PG-2
El arsenal se custodiaba en zulos, que es como la banda denominaba a trasteros de alquiler en Madrid ajenos al radar de las autoridades. En uno de estos locales, radicado en los bajos de un edificio del n¨²mero 199 de la calle Embajadores, Rudolf guardaba entre botellas de butano y cartones un total de 24 kilos de explosivo de los tipos TNT y PG-2, un material pl¨¢stico utilizado por la Guardia Civil y el Ej¨¦rcito en dosis de gramos por su alto poder detonante. Tambi¨¦n hab¨ªa 12.500 cartuchos, decenas de petardos de trilita y armas de guerra. El arsenal proced¨ªa del instituto armado y ten¨ªa capacidad para hacer saltar por los aires las viviendas donde se hallaba almacenado en secreto.
El subteniente del Ej¨¦rcito Francisco C. M. tambi¨¦n acumul¨® un polvor¨ªn casero en dos trasteros en Meco y Alcal¨¢ de Henares, donde guardaba cinco fusiles, dos subfusiles, 18 pistolas y rev¨®lveres, decenas de ca?ones y una mina contra carros.
La investigaci¨®n apunta a que el grupo sustrajo 3.000 cartuchos del calibre 7,62 de la base militar Conde de Gazola de Le¨®n.
La red gozaba de popularidad en el submundo de la extrema derecha espa?ola. Rudolf lleg¨® a reunirse en Madrid con un candidato a las elecciones europeas de Falange Espa?ola Independiente. Ofreci¨® a este ultra un fusil de asalto M-16, grilletes y munici¨®n. Pero el cliente se decant¨® finalmente por una ametralladora valorada entre 4.500 y 5.000 euros.
El coronel tambi¨¦n entreg¨® un paquete sospechoso el 4 de abril de 2015 en la calle Canarias de Madrid a un candidato de la neofascista Alianza Nacional, seg¨²n los investigadores, que relacionan a la red con un falangista que estuvo en prisi¨®n por apu?alar a un joven en Guadalajara.
La banda sustrajo munici¨®n de la base militar Conde de Gazola de Le¨®n
Sanz aprovechaba su condici¨®n de guardia civil para supuestamente filtrar informaci¨®n sensible de las bases de datos del instituto armado. Unos archivos que recogen DNI y antecedentes. Cobraba por ello entre 500 y 1.000 euros al mes. Sus clientes eran, principalmente, delincuentes. En uno de sus rastreos por las plataformas reservadas a las Fuerzas de Seguridad, consult¨® la situaci¨®n legal de un criminal. Despu¨¦s, asesor¨® a un intermediario sobre c¨®mo este delincuente deb¨ªa huir de Espa?a. ¡°Que se vaya a Oporto [¡]. Desde aqu¨ª no. Ni en barco ni en avi¨®n¡±, le dijo.
La red estaba abierta a nuevas oportunidades profesionales. Y plane¨® en enero de 2015 el transporte de 11 millones de euros por carretera. El interlocutor del coronel en este negocio fue el lugarteniente de la banda, quien -seg¨²n los investigadores- est¨¢ relacionado con un empresario valenciano propietario de discotecas y de una firma de importaci¨®n de madera vinculada al tr¨¢fico de coca¨ªna a trav¨¦s del puerto de Valencia.
El grupo completaba su cartera de servicios con la falsificaci¨®n de documentos. Un trabajo profesional y riguroso, a decir por la aceptaci¨®n de sus clientes. ¡°Cago en Dios (sic). Est¨¢n de puta madre. Perfectos¡±, afirm¨® uno de los compradores de un DNI falso.
La Guardia Civil puso el foco sobre uno de los suyos en septiembre de 2014. Descubri¨® entonces la camarader¨ªa con la que Rudolf, de 57 a?os, se relacionaba con delincuentes. Sus amistades acumulaban antecedentes por homicidio, robo, extorsi¨®n y tr¨¢fico de drogas.
El suministrador de mercanc¨ªa era un subteniente? considerado "una autoridad" en pistolas y munici¨®n
- ?C¨®mo est¨¢s camarada? Espero llamada del carvo (sic) para entrega. Un abrazo.
Mensajes como este, enviados desde el m¨®vil del coronel, activaron la alarma de los agentes de la unidad de servicios internos, que llegaron a instalar un micro en el coche del militar. As¨ª detectaron que Rudolf invit¨® a un traficante de drogas a la fiesta que organiz¨® en una discoteca de Madrid para celebrar su ascenso a coronel.
EL PA?S ha intentado sin ¨¦xito contactar con Rodolfo Sanz. Fuentes del instituto armado lamentan que este militar desarrollara durante a?os su actividad con impunidad y critican la falta de sistemas para depurar con rapidez los casos de corrupci¨®n.
La pareja de Rudolf, entretanto, advert¨ªa al agente de los riesgos de sus amistades peligrosas. ¡°El d¨ªa que salgas en la tele¡. Un guardia civil hace tal¡¡±.
investigacion@elpais.es
Qui¨¦n es qui¨¦n en la banda
La banda del coronel de la Guardia Civil Rodolfo Sanz S¨¢nchez, alias Rudolf, funcion¨® como una empresa. Jerarquizada y con objetivos. Sus 16 miembros recurr¨ªan por tel¨¦fono a un lenguaje cr¨ªptico, extremaban su seguridad y llamaban a trav¨¦s de locutorios. Su sede era "la oficina", un local en la calle P¨¦rez de Ayuso de Madrid vinculado a una de las firmas del cabecilla de la trama. Esta era su estructura.
Jes¨²s G. L., alias el Grande: Jefe y l¨ªder. Se encargaba de organizar el trabajo del resto de miembros. Tiene antecedentes por homicidio (1988), amenazas (2008) y estafa (2009).
Rodolfo Sanz S¨¢nchez, Rudolf: Coronel de la Guardia Civil de 57 a?os. Su ¨²ltimo destino fue Castilla y Le¨®n. Est¨¢ considerado el "asesor privilegiado" y n¨²mero dos de la red. Se dedicaba supuestamente a filtrar informaci¨®n de las bases de datos a los delincuentes y a abastecerles de armas y munici¨®n. Ejerc¨ªa tambi¨¦n como intermediario en la venta de documentaci¨®n falsa.
?scar G. G.: Lugarteniente. Transmit¨ªa las directrices. Tiene antecedentes por amenazas (2008) y est¨¢ vinculado a un empresario valenciano propietario de discotecas y de una firma de exportaci¨®n de madera relacionada con el tr¨¢fico de coca¨ªna en el puerto de Valencia, seg¨²n los investigadores.
C. V. V. : Arrastra la etiqueta de ser el m¨¢s violento de la red. Combin¨® presuntamente su trabajo como responsable en una discoteca de Madrid con el cobro de deudas.
Francisco C. M.: Subteniente del Ej¨¦rcito en la reserva. Trabaj¨® en la secci¨®n de Log¨ªstica del cuartel de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). Se encargaba presuntamente de facilitar las armas a la banda gracias a su "extensa" red de contactos.
Kelvyn. G. P.: Presunto captador de compradores de armas de origen sudamericano. Tiene antecedentes por tr¨¢fico de drogas (2013).
S. S. S.: Distribuidor de pistolas y tabaco. Fue uno de los cinco procesados por el robo en un Mercadona de Yuncos (Toledo) en octubre de 2013, seg¨²n los investigadores.
F.? G. V.: Ex guardia civil y supuesto intermediario de la red.
?. G. G.: Militar. Facilitaba la banda munici¨®n procedente del Ej¨¦rcito de Tierra. Rudolf era su contacto en la organizaci¨®n.
R. P. M.: Detective privado con antecedentes por revelaci¨®n de secretos. Se dedicaba supuestamente a reclutar a miembros para el grupo. Fue arrestado en octubre de 1989 por participar en una agresi¨®n ultra en Madrid contra un grupo de militantes del Centro Democr¨¢tico y Social (CDS).
F. C. T.: Cobrador de deudas. Tiene antecedentes por revelaci¨®n de secretos y blanqueo de capitales.
F. Z. G.: Cobradora de deudas.
D. V. R.: Intermediario entre la organizaci¨®n y otras redes de delincuentes.
I. M. A.: Distribuidor de los "objetos" de la banda. Arrastra antecedentes por falsificaci¨®n de monedas, documentos y estafa (2005).
?. C. G.: Guardia civil retirado por "p¨¦rdida de condiciones psicof¨ªsicas". Vendi¨® armas para la red y particip¨® en el cobro de deudas "por m¨¦todos ilegales", seg¨²n los investigadores.
J. O. G, el Vasco.: Funcionario civil del Ministerio de Defensa. Presunto asesor de la banda sobre armas y vigilancias.
investigacion@elpais.es
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