Unidad por adhesi¨®n al l¨ªder

?Qu¨¦ tienen en com¨²n Pedro S¨¢nchez, Pablo Iglesias y Artur Mas? Su ret¨®rica ¨¦pica, su exaltaci¨®n de la propia intransigencia como prueba de coherencia personal y su tendencia a buscar legitimaci¨®n directa apelando a las bases. Rasgos que resaltan, por contraste, con los que caracterizan a sus respectivos contramodelos: la sobria sinceridad de Javier Fern¨¢ndez frente a S¨¢nchez ¡ª¡°todos sab¨ªamos lo que hab¨ªa que hacer, pero no c¨®mo ganar el Congreso si lo hac¨ªamos¡±¡ª. La resistencia de Errej¨®n al caudillaje y a la tentaci¨®n de marginalidad (¡°no dejarnos arrinconar en la izquierda¡±) frente a la aceleraci¨®n de Iglesias. La ponderaci¨®n de Urkullu (¡°refer¨¦ndum s¨ª, pero no sobre la independencia sino de ratificaci¨®n de un acuerdo sobre autogobierno¡±) frente al enrocamiento de Mas.

M¨¢s informaci¨®n

Rivera revalida la presidencia de Ciudadanos con el 87,3% de los votos

Iglesias avisa a Errej¨®n del ¡°error¡± de discutir en p¨²blico las negociaciones para la nueva direcci¨®n

En cada caso, moderaci¨®n frente a radicalizaci¨®n, reforma contra ruptura. Dilema que aparece cada vez que se evidencia una crisis de gobernabilidad derivada de la desproporci¨®n entre las demandas crecientes de la sociedad y la capacidad del sistema para responder a las mismas. Cuando esto ocurre, las salidas extremas posibles son dos: la reducci¨®n forzada de las demandas, que es la soluci¨®n autoritaria, o el reforzamiento de la eficiencia del Estado del bienestar, que es la soluci¨®n socialdem¨®crata.

Socialdemocracia: en su reciente asamblea, Ciudadanos ha renunciado a esa bandera en favor de la de liberalismo progresista, que es uno de sus componentes. Por eso es frecuente que personas identificadas con posiciones de centro-izquierda se definan como liberales en lo pol¨ªtico y socialdem¨®cratas en lo socio-econ¨®mico.

Errej¨®n compiti¨® bajo el estandarte de la moderaci¨®n y la transversalidad como v¨ªas para ensanchar, mediante la persuasi¨®n, la base social de Podemos. Su argumento es que ha llegado el momento de abandonar la actitud resistencial y el culto a la movilizaci¨®n; y de convertir a Podemos en un partido que, sin renunciar a la presi¨®n social, trata de alcanzar objetivos ¨²tiles para los ciudadanos mediante la negociaci¨®n y el acuerdo en las instituciones (subida del salario m¨ªnimo, por ejemplo). Es decir, de hacer pol¨ªtica cotidiana y no solo de domingos y fiestas de guardar. Un debate que recuerda al de las centrales sindicales en los comienzos de la Transici¨®n sobre si deb¨ªan seguir siendo movimientos sociopol¨ªticos o institucionalizarse como organizaciones de defensa de los intereses de los asalariados.

Iglesias ha admitido que ¡°la ¨²nica posibilidad¡± de que gobiernen es entenderse con el PSOE (EL PA?S, 9-2-2017). Para ello ser¨ªa necesario demostrar madurez y renunciar expresamente a la apuesta por la radicalidad plasmada en el programa de Gobierno vicepresidido por ¨¦l que present¨® hace un a?o.

La moderaci¨®n es un componente esencial de la socialdemocracia que se despliega en principios como considerar al Estado de derecho un marco irrebasable, sin caer en veleidades antisistema, y la adhesi¨®n a la democracia representativa como procedimiento plenamente democr¨¢tico y no un paso intermedio hacia formas de democracia directa. Vistalegre 2 ha evidenciado el porqu¨¦ del inter¨¦s de Iglesias en que el secretario general conservara la capacidad para convocar directamente consultas a la militancia. Su estrategia para Vistalegre ha consistido en identificar unidad con adhesi¨®n al l¨ªder. Los presentes gritaban ¡°Unidad, unidad¡± y ¨¦l solo o¨ªa su nombre.