Rajoy prepara una bater¨ªa de ofertas para reconducir la crisis catalana
La propuesta est¨¢ centrada en 45 reivindicaciones pendientes sobre infraestructuras y m¨¢s competencias auton¨®micas
El expresidente catal¨¢n Artur Mas resucit¨® el jueves pasado en una conferencia en Madrid la idea de una tercera v¨ªa sobre el conflicto en Catalu?a entre el ultim¨¢tum del refer¨¦ndum nacionalista y el inmovilismo del Ejecutivo central de Rajoy. Ante esta declaraci¨®n, el presidente del Gobierno prepara una propuesta pol¨ªtica centrada en 45 reivindicaciones pendientes que tienen que ver con infraestructuras y m¨¢s competencias auton¨®micas, y con planes de cercan¨ªas pactados y nombramientos consensuados, para traslad¨¢rsela al actual mandatario catal¨¢n, Carles Puigdemont, en un intento de reconducir la crisis.
El equipo de Mariano Rajoy quiere saber, antes de cerrar la cita pendiente desde hace meses con Carles Puigdemont, si tiene alguna disposici¨®n a hablar de algo m¨¢s que del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Quieren abrir el abanico de asuntos que tratar. En el entorno del presidente se asegura que Rajoy pretende aprovechar esa futura conversaci¨®n para entregar a Puigdemont un documento con un ofrecimiento pol¨ªtico de calado, pero sin referencia alguna a la consulta. Una propuesta pol¨ªtica centrada en las 45 reivindicaciones pendientes, que tienen que ver con infraestructuras y m¨¢s competencias, con planes de cercan¨ªas pactados, con nombramientos consensuados. Y tambi¨¦n con otra forma de hacer pol¨ªtica y de representar al Estado en Catalu?a, con Consejos de Ministros que podr¨ªan celebrarse en Barcelona y hasta con extensiones hacia la capital catalana de museos nacionales.
El expresidente catal¨¢n Artur Mas resucit¨® el jueves pasado en la Universidad Aut¨®noma de Madrid la idea de que podr¨ªa existir una tercera v¨ªa sobre el conflicto en Catalu?a, entre el ultim¨¢tum del refer¨¦ndum nacionalista y el inmovilismo del Ejecutivo central de Rajoy. El ministro portavoz, ??igo M¨¦ndez de Vigo, calific¨® al d¨ªa siguiente esa aportaci¨®n como interesante y apost¨® por ¡°sondear¡± si iba en serio. Pero luego enfri¨® al m¨¢ximo la posibilidad de que se pueda producir en breve un encuentro bilateral entre Rajoy y el actual presidente catal¨¢n, Carles Puigdemont, que La Moncloa entiende ahora como inoportuno si el dirigente nacionalista lo aprovecha para convertirlo en un duro y poco productivo duelo de reproches. Fue lo que pas¨® en la ¨²ltima recepci¨®n en La Moncloa con Artur Mas.
La obsesi¨®n por la proyecci¨®n exterior
Una de las prioridades del Ejecutivo catal¨¢n, ahora presidido por Carles Puigdemont (Junts pel S¨ª) ha sido la proyecci¨®n de sus reivindicaciones y demandas en el exterior y especialmente dentro de la Uni¨®n Europea, hasta ahora con escaso ¨¦xito.
El presupuesto para la Consejer¨ªa de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia, que dirige Ra¨¹l Romeva, tiene previsto pasar de los 35 millones de presupuesto de 2016 a 64 millones en 2017, seg¨²n las partidas negociadas con la CUP. Los viajes e intentos de contactos internacionales se suceden con la apertura de las llamadas embajadas catalanas.
El Gobierno catal¨¢n no acudi¨® a la reciente Conferencia de Presidentes en el Senado, ni a citas subsiguientes para empezar a tratar la financiaci¨®n auton¨®mica, aunque s¨ª envi¨® representantes de otro nivel para abordar temas relacionados con la dependencia y, esta pasada semana, a la directora general de Relaciones Exteriores, Maria Badia, a la Conferencia de Asuntos Relacionados con la Uni¨®n Europea (CARUE), que convoca en el Senado al Gobierno y las comunidades y que no se reun¨ªa desde 2011.
Presencia activa
El punto de inflexi¨®n sobre el auge de la deriva separatista en Catalu?a y la inacci¨®n del Ejecutivo central de Rajoy tuvo un momento simb¨®lico. Fue en junio de 2013, durante la jornada inaugural de los Mundiales de Nataci¨®n en Barcelona. En el palco no hubo una representaci¨®n estatal relevante y el entonces presidente catal¨¢n, Artur Mas, pronunci¨® unas palabras en ingl¨¦s para presentarse como naci¨®n propia y pujante ante el mundo. La bandera y el himno espa?ol fueron pitados. Mas tambi¨¦n fue silbado al principio de su alocuci¨®n pero luego logr¨® imponer su mensaje sin contraparte. Esa ha sido la t¨®nica durante a?os en numerosos eventos, inauguraciones, ferias y exposiciones montadas en diversas ciudades catalanas. El Gobierno evitaba molestar con su presencia.
El pasado 12 de febrero se celebr¨® la final de la Copa de la Reina de baloncesto en Girona. Ni el presidente de la Diputaci¨®n, Pere Vila, ni la alcaldesa, Marta Madrenas, que sustituy¨® en el mando de la capital al tambi¨¦n nacionalista Carles Puigdemont, se esperaban la asistencia del nuevo delegado del Gobierno en Catalu?a, el tambi¨¦n giron¨¦s Enric Millo. Acudi¨® a la entrega de trofeos y recibi¨® una sonora pitada entre esteladas. Millo se ha plantado m¨¢s veces as¨ª, casi de improviso, en otros actos similares, para desconcierto de los servicios de protocolo de instituciones gobernadas por nacionalistas. Ha puesto en marcha una ronda de entrevistas con los principales alcaldes catalanes, que son tambi¨¦n nacionalistas, y tiene otra prevista con los presidentes de las Diputaciones. Les argumenta que no quiere puentear a la Generalitat, pero se ofrece para trabajar de forma conjunta en carpetas de reivindicaciones pendientes. Al principio, esas autoridades m¨¢s locales tambi¨¦n le hablaban de la necesidad del refer¨¦ndum pero ahora empiezan a tratar tambi¨¦n de plazas y obras ferroviarias.
Los ministros del Ejecutivo de Rajoy siempre han viajado a Barcelona y otras urbes catalanas, como recuerda cada vez que puede Ana Pastor, pero sin llamar mucho la atenci¨®n. Manten¨ªan citas y encuentros, pero m¨¢s bien discretos. Todo lo contrario de lo que se pretende ahora. Rajoy arrebat¨® en noviembre a la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, la funci¨®n de portavoz, pero le encomend¨® la tarea de ministra para Catalu?a aunque con otro nombre. Ha ido ya siete veces desde que fue designada, ha abierto despacho propio en la Delegaci¨®n del Gobierno, ma?ana volver¨¢ con tres actividades diferentes (p¨²blicas y privadas) y mantiene interlocuci¨®n con dirigentes pol¨ªticos, peque?os empresarios y l¨ªderes medi¨¢ticos y de opini¨®n. Programas similares se est¨¢n preparando con sigilo para otros ministros, como el titular de Fomento, ??igo de la Serna, o el de Justicia, Rafael Catal¨¢, y por supuesto con la ministra catalana, Dolors Montserrat.
Fomento de la divisi¨®n
Todo ese plan complementa la Operaci¨®n di¨¢logo, que se mantiene vigente y se considera obligatoria. La vicepresidenta y los ministros de Rajoy no solo avivan lo que pueden sus relaciones con consejeros y dirigentes pol¨ªticos catalanes sino tambi¨¦n al m¨¢ximo nivel con responsables de la gestora nacional del PSOE y con la c¨²pula de Ciudadanos. El encargo de Rajoy establece que el PSOE y Ciudadanos deben estar informados de cada paso, judicial y pol¨ªtico, que se tome ante el desaf¨ªo separatista y tambi¨¦n que se comparta el an¨¢lisis y la mayor informaci¨®n posible sobre la situaci¨®n.
La reacci¨®n del Gabinete central no ser¨¢ unilateral ni, en teor¨ªa, partidista. El fomento de la divisi¨®n del independentismo, que en las ¨²ltimas elecciones aut¨®nomicas (septiembre de 2015) congreg¨® un 47,8% de los votos, se busca completar con lo que se denomina ¡°ensanchamiento del voto no nacionalista¡±. En 2015 ese conjunto de partidos, entre los que se incluye En Com¨² Podem, lleg¨® al 51,7%. El Ejecutivo maneja encuestas publicadas en Catalu?a que corroboran un cierto par¨®n de la crecida segregacionista.
El Gobierno, preparado para un adelanto electoral catal¨¢n
El Gobierno central considera que el panorama pol¨ªtico catal¨¢n est¨¢ en un momento cr¨ªtico, con una evidente divisi¨®n de papeles y de intereses electorales entre el PDECat y ERC. El Ejecutivo de Rajoy cree que esa disputa, de la que dan como claro vencedor al republicano Oriol Junqueras frente a la ca¨ªda en la irrelevancia de la antigua Converg¨¨ncia, puede beneficiarles. La vista est¨¢ puesta en la pr¨®xima contienda electoral, que se prev¨¦ cercana ante el presumible fracaso en la convocatoria de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, que no se va a permitir. La primera idea del Gobierno de Rajoy, reflejada en papeles internos, especulaba con una fecha de la anhelada consulta separatista en Catalu?a para la primavera y luego, tras el verano y coincidiendo con la Diada del 11 de septiembre, la consiguiente campa?a electoral plebiscitaria. Ahora hay dudas porque las discrepancias entre la antigua Converg¨¦ncia y ERC son cada d¨ªa m¨¢s evidentes. Se interpreta que ambas formaciones han asumido que el refer¨¦ndum no se va a producir y se intuye que pueden caer en la tentaci¨®n de acelerar todo el proceso.
El Ejecutivo central defiende que est¨¢ preparado para esa eventualidad y para cualquier respuesta precipitada relacionada con la consulta. Hay un extenso protocolo secreto elaborado al efecto. El Gobierno no trabaja con la idea de que el PDECat y ERC quieran montar ahora un simulacro de consulta con urnas de cart¨®n en los colegios electorales como aquel impugnado 9-N. Hay casi una decena de resoluciones judiciales producidas desde entonces advirtiendo de esa ilegalidad. El intento de refer¨¦ndum se aventura ahora diferente (sin urnas f¨ªsicas y m¨¢s digital) pero su desconexi¨®n tambi¨¦n est¨¢ prevista.
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