Fallece Jos¨¦ Antonio Segurado, un aut¨¦ntico l¨ªder empresarial
Como empresario y pol¨ªtico supo alzar la voz para defender la importancia de la unidad de Espa?a
Hay personas que se adaptan a los cambios, sin embargo los verdaderos l¨ªderes los generan. Sin duda Jos¨¦ Antonio Segurado era uno de esos l¨ªderes. Su actividad empresarial estuvo siempre vinculada al mundo del seguro, siendo a lo largo de su vida miembro de consejos de administraci¨®n de distintas empresas en diferentes sectores. Tambi¨¦n dedic¨® una parte de su vida a la pol¨ªtica, siendo cofundador del Partido Liberal, partido con el que obtuvo su acta de diputado del Congreso y donde participo en distintas comisiones, vinculadas siempre a ¨¢reas econ¨®micas.
Sin embargo, fue en el entorno del asociacionismo empresarial donde realiz¨® un papel m¨¢s relevante, siendo probablemente una de las personas m¨¢s significativas del citado entorno de los ¨²ltimos 50 a?os. En 1976, junto a Max Maz¨ªn, Jos¨¦ Mar¨ªa Sunyer, Celso Garc¨ªa, Jos¨¦ Meli¨¢, Antonio Beter¨¦ y otros empresarios, constituy¨® la Asociaci¨®n Empresarial Independiente, embri¨®n de la actual Confederaci¨®n de Empresarios de Madrid CEIM-CEOE, de la que fue su primer presidente y, hasta estos ¨²ltimos d¨ªas, presidente de honor fundador.
A lo largo de estos a?os, su papel, representando y defendiendo los intereses empresariales, ha sido encomiable. Desde sus propias empresas, desde sus puestos como consejero de sociedades, desde las asociaciones empresariales a las que perteneci¨®, desde toda clase de medios de comunicaci¨®n e, incluso desde la pol¨ªtica, siempre argument¨® con conocimiento, sentido cr¨ªtico y pasi¨®n, sus firmes convicciones en defensa del libre mercado y la iniciativa privada como ¨²nica fuente de creaci¨®n de riqueza y bienestar para los ciudadanos.
Fue tambi¨¦n un gran defensor de la unidad de mercado y supo alzar su voz claramente cuando como dirigente empresarial defendi¨® la importancia de la unidad de Espa?a, especialmente ante los acontecimientos que han ido ocurriendo durante los ¨²ltimos a?os.
Espa?a siempre ha precisado y precisa de una sociedad civil fuerte que aporte a aquellos que tienen la responsabilidad de gobernar, ideas, proyectos y, por qu¨¦ no decirlo, tambi¨¦n control y supervisi¨®n. Est¨¢ demostrado que los pa¨ªses que disfrutan de ese tipo de sociedad participativa en los distintos ¨¢mbitos, econ¨®micos, educativos, culturales¡ son los que m¨¢s han prosperado en los ¨²ltimos 50 a?os.
Jos¨¦ Antonio cre¨ªa firmemente en ello y por eso dedic¨® gran parte de su tiempo a la defensa colectiva de los intereses empresariales. Con voz grave, rico vocabulario, contundentes argumentos y preciso lenguaje impregnaba, tanto a sus fieles seguidores como a sus espor¨¢dicos lectores u oyentes, de una forma de ser, de pensar y de actuar en las que antepon¨ªa las ideas a las ideolog¨ªas, la tolerancia al dogma y las personas a los colectivos. Defend¨ªa a las empresas con independencia de su tama?o y tambi¨¦n defend¨ªa a los trabajadores porque sab¨ªa que las personas son el principal activo de las mismas.
Sus amigos, sus compa?eros de fatigas y sus disc¨ªpulos nunca olvidaremos la lecci¨®n que Jos¨¦ Antonio nos mostraba cada d¨ªa y hasta el final de su existencia, como siempre lo han hecho los grandes hombres, con la palabra y con el ejemplo; la ense?anza de que una vida plena pasa por el compromiso de aportar esfuerzo y talento para dejar un mundo mejor.
Los empresarios madrile?os, sus compa?eros de CEIM-CEOE, demostraremos nuestro infinito agradecimiento a Jos¨¦ Antonio de la manera que a ¨¦l le hubiera gustado, trabajando sin descanso para alcanzar una sociedad m¨¢s pr¨®spera, m¨¢s justa, m¨¢s solidaria y m¨¢s libre de la que puedan disfrutar el conjunto de los ciudadanos. El ¨¦xito de una sociedad depende en gran parte del ¨¦xito de sus empresarios, siendo adem¨¢s fundamental que en dicha sociedad existan canales para que esa riqueza y bienestar se distribuya entre todos sus ciudadanos y no quede solo en manos de unos pocos. En ello crey¨® Jos¨¦ Antonio y en ello creemos los que hemos tomado su testigo, por ello en nombre de los empresarios de Madrid y de Espa?a solo puedo decir, gracias, nunca te olvidaremos y descansa en paz.
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