Rajoy intenta contactos alternativos tras el fracaso con Puigdemont
La operaci¨®n di¨¢logo del Gobierno sobre Catalu?a ha entrado en una fase de mayor despliegue de contactos
La operaci¨®n di¨¢logo del Gobierno sobre Catalu?a ha entrado en una fase de mayor despliegue de contactos tras el fracaso de la reuni¨®n secreta el 11 de enero entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. Esa cita, pensada por Rajoy para sondear la disposici¨®n de Puigdemont a hablar de asuntos pendientes al margen del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, sali¨® mal y ratific¨® su impresi¨®n de que no tiene sentido convocar una reuni¨®n oficial. El Gobierno intensificar¨¢ sus relaciones con otros colectivos e instituciones catalanas, al margen de la Generalitat, para ahondar en la divisi¨®n de los separatistas.
Rajoy ha dise?ado su actual Gobierno con dos mandatos prioritarios para esta legislatura: ocuparse al fin de Catalu?a y asentar la creaci¨®n de empleo y todo lo que ello significa. Por esa raz¨®n nombr¨® en noviembre ¡°ministra para Catalu?a¡± (con el sobrenombre de Administraciones Territoriales) a la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, y la liber¨® de otras tareas.
La vicepresidenta ha establecido una v¨ªa de comunicaci¨®n con el vicepresidente catal¨¢n, Oriol Junqueras, porque el Gobierno piensa que es el ¨²nico interlocutor del Ejecutivo de la Generalitat que tiene alguna posibilidad de continuar ejerciendo en el futuro responsabilidades tras la marcha anunciada de Puigdemont, los problemas judiciales pendientes de Artur Mas y el vac¨ªo de poder o representatividad en el ¨¢mbito de la antigua Converg¨¨ncia. El 10 de enero, justo el d¨ªa antes de que se encontraran Rajoy y Puigdemont, la vicepresidenta estuvo en el despacho de Junqueras. Ambas reuniones estaban pensadas en principio para no hacerlas p¨²blicas. En el Gobierno central interpretan que la divisi¨®n y los celos entre el PDECat y ERC provocaron la filtraci¨®n de ambos encuentros. S¨¢enz de Santamar¨ªa informa de todas esas l¨ªneas de di¨¢logo abiertas a Rajoy y de la delicada situaci¨®n interna entre los dos partidos nacionalistas, te¨®ricamente socios. El presidente pens¨®, con la excusa de que Puigdemont hab¨ªa anticipado que no quer¨ªa acudir el 17 de enero a la conferencia de presidentes auton¨®micos, que ser¨ªa bueno sondearle directamente.
En las ant¨ªpodas
El encuentro se cerr¨® en secreto entre los jefes de gabinete de ambos presidentes para el 11 de enero. Puigdemont acudi¨® a un almuerzo en La Moncloa que dur¨® casi dos horas y ambos comprobaron que viven pol¨ªticamente en las ant¨ªpodas. No coincidieron en casi nada aunque Rajoy s¨ª le avanz¨® que ten¨ªan la posibilidad de dialogar de otras preocupaciones de los catalanes tan concretas y ajenas a la consulta como el empleo, las pensiones, la financiaci¨®n y las infraestructuras. Es el mismo cat¨¢logo de asuntos que repiti¨® ayer cuando se le pregunt¨® si confirmaba la cita, adelantada por La Vanguardia: ¡°Es momento de volver a la sensatez, al sentido com¨²n y terminar con esto, que lleva ya cinco a?os y no ha conducido a nada positivo para los ciudadanos de Catalu?a. Mi disposici¨®n es la mejor y yo, efectivamente, quiero hablar, pero quiero hablar de los problemas reales y no de liquidar Espa?a ni la ley¡±.
Todos los portavoces del Gobierno y el PP repitieron as¨ª en p¨²blico el mismo argumentario: ¡°Ni se confirma ni se desmiente¡±. En privado, los colaboradores m¨¢s pr¨®ximos de Rajoy apuntaron que visto el mal resultado de esa reuni¨®n no ten¨ªa sentido organizar otra oficial para ratificar en p¨²blico posturas tan encontradas. Y remarcaron el grave problema de falta de comunicaci¨®n fiable con los dos partidos nacionalistas que gobiernan la Generalitat (PDECat y ERC), a los que se ve cada d¨ªa m¨¢s divididos, pensando en sus intereses electorales y atados a los radicales de la CUP.
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