M¨¢s de 38.000 personas se disputan 400 plazas de funcionario

Cuando una multitud comienza a ascender por las escaleras de la facultad de Ciencias de la Informaci¨®n, poco antes de las cuatro de la tarde de este s¨¢bado, las ruidosas conversaciones dan paso r¨¢pidamente a los deseos de "suerte", a los besos y a las palabras de ¨¢nimo. Sin duda, los nervios han hecho aparici¨®n y ya solo hay o¨ªdos para los supervisores, que plantados ante las puertas de las aulas empiezan a recitar los nombres de los candidatos. Alejandro entra en una de las salas habilitadas para los ex¨¢menes. Y Ana Bel¨¦n. Y Mercedes. Ya es su hora. En unos minutos arrancan aqu¨ª las oposiciones para hacerse con un puesto de funcionario. Y los tres quieren lograr una de las plazas ofertadas. Como los miles de compa?eros que aguardan en los pasillos de este y otros edificios de la Universidad Complutense de Madrid, as¨ª como en otras 13 ciudades donde tambi¨¦n se celebran estas concurridas pruebas.

"Siempre puedes tener suerte, pero la experiencia, la preparaci¨®n y la insistencia hacen mucho", afirma Irene Paterna, de 27 a?os, que compite por una de las ¨²nicas 400 plazas de auxiliar administrativo que oferta la Administraci¨®n General del Estado este a?o. "La ¨²ltima semana la he pasado m¨¢s o menos bien. Sin nervios. Pero aparecer¨¢n cuando me planten el examen delante", a?ade esta albacete?a, que ha aterrizado en la capital esta misma ma?ana y que tendr¨¢ dif¨ªcil, desde luego, cumplir con su objetivo. Porque, seg¨²n los datos facilitados por el Gobierno, m¨¢s de 38.800 personas aspiran a lograr lo mismo. Y, por tanto, solo lo conseguir¨¢ 1 de cada 100.

En un pa¨ªs donde el 25% de los universitarios quiere ser funcionario, seg¨²n un estudio de la Fundaci¨®n AXA, miles de personas han llenado este s¨¢bado la madrile?a Ciudad Universitaria para opositar a la Administraci¨®n General del Estado. La afluencia prevista era de tal magnitud que el Metro ha reforzado la frecuencia de sus trenes en la L¨ªnea 6, que cuenta con una parada en esta zona de la capital. Por la ma?ana y por la tarde, tambi¨¦n se han celebrado oposiciones ¡ªtanto estos candidatos de nuevo ingreso, como los de promoci¨®n interna¡ª a otras seis categor¨ªas de funcionarios: por ejemplo, al de administrativos del Estado, al del Cuerpo superior de administradores civiles y al de t¨¦cnicos de gesti¨®n de organismos aut¨®nomos. Estos grupo menos numerosos que el de los candidatos a auxiliares.

Tras a?os de constricci¨®n institucional debido a la crisis econ¨®mica, las esperanzas de muchos candidatos a funcionarios resurgieron el pasado a?o. El Gobierno anunci¨® en marzo una oferta de empleo p¨²blico de 13.427 plazas nuevas (m¨¢s unas 5.000 de promoci¨®n interna) en los diferentes ¨¢mbitos de la Administraci¨®n central, a las que aspiran cerca de 70.000 personas, lo que supone un aumento del 62% respecto a 2015. Pero la alegr¨ªa dur¨® poco. A quienes este s¨¢bado acudieron a Ciudad Universitaria, a¨²n les quedaba sufrir alg¨²n susto. El Ministerio de Hacienda dict¨® en julio una orden para adelantar el cierre de los gastos no presupuestarios, lo que paralizaba las convocatorias. Aunque, entonces, el Ejecutivo en funciones aprob¨® en octubre una excepci¨®n que permitiese celebrar las oposiciones para cubrir 3.501 de esos puestos ofertados, correspondientes a la Administraci¨®n General del Estado y entidades locales. Los ex¨¢menes de este fin de semana se corresponden, precisamente, con parte de esa autorizaci¨®n excepcional.

Esta bater¨ªa de cifras evidencia que la oferta de empleo p¨²blico se revitaliza, despu¨¦s de tocar fondo en 2012. En dicho a?o, la Administraci¨®n central solo sac¨® a concurso unas 2.900 plazas de todo tipo, frente a las casi 38.000 que se hab¨ªan alcanzado en 2008.

8.000 aspirantes a promocionar a administrativo

Con el DNI en la mano, Mar¨ªa Magari?os aguarda su turno en un pasillo de la facultad de Ciencias de la Informaci¨®n de la Universidad Complutense. Lleg¨® a Madrid desde Pontevedra en la noche del viernes y ahora, pasados apenas unos minutos de las nueve de la ma?ana del s¨¢bado, escucha atenta el recitar de nombres que resuena ante la puerta del aula que le asignaron. A¨²n no ha llegado su turno de entrar. "Estos d¨ªas no he estado muy intranquila. Pero, en este momento, la verdad es que me estoy empezando a poner un poco nerviosa", reconoce esta auxiliar administrativo de 32 a?os, que trabaja en la Delegaci¨®n del Gobierno y aspira en 2017 a promocionar a administrativo. "Llevo un a?o preparando estas oposiciones. He dedicado al estudio, en las ¨²ltimas semanas, unas tres horas cada d¨ªa despu¨¦s de salir de la oficina", detalla.

Una vez cerradas las puertas de los centros de ex¨¢menes, fuera quedan muchos de los familiares de los candidatos. Muchos matan los nervios, a la espera de que concluyan las pruebas, en la cafeter¨ªa o sin apartar la vista del m¨®vil. "Ojal¨¢ pudiera entrar yo dentro y ayudarla", exclama la madre de N¨²ria, apenas unos segundos despu¨¦s de ver c¨®mo su hija sub¨ªa la escalera de la facultad. A sus 30 a?os, esta vecina de Getafe, que lleva m¨¢s de un lustro trabajando en la Agencia Tributaria como auxiliar administrativo, compite tambi¨¦n con otras 8.000 personas por promocionar a una de las casi 1.000 plazas de administrativo convocadas. "Estaba estresad¨ªsima", subraya su progenitora: "Es el tercer a?o que se presenta".