El mapa de la muerte digna en Espa?a
Madrid se ha unido a las comunidades aut¨®nomas que regulan por ley los ¨²ltimos momentos de la vida, pero ninguna permite la eutanasia o el suicidio asistido
Pasa el rat¨®n por las comunidades aut¨®nomas para conocer m¨¢s detalles sobre su legislaci¨®n. Las moradas son las que s¨ª tienen ley de muerte digna. Puedes moverte hacia el sur o hacer zoom para ver los datos de Canarias.
La Asamblea de Madrid ha aprobado este jueves su ley de muerte digna. Es la novena comunidad aut¨®noma con una legislaci¨®n que recoge los derechos del paciente en el ¨²ltimo tramo de su vida. La pionera fue Andaluc¨ªa, en 2010, impulsada por el caso de Inmaculada Echevarr¨ªa, una granadina que se pas¨® su vida en cama y en 2007 consigui¨® que la desconectaran de un ventilador mec¨¢nico al que estuvo enganchada sus ¨²ltimos nueve a?os. Ninguna de las leyes contempla, sin embargo, la eutanasia o el suicidio asistido. Luis Montes, presidente de la Asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente, reivindica "una ley de muerte voluntaria que liberalice todo el periodo de la muerte".
La legislaci¨®n nacional tiene dos vertientes con respecto al "proceso de morir", como lo llama el doctor Montes. Por un lado est¨¢ el C¨®digo Penal, que tipifica como delito tanto la eutanasia como el suicidio asistido. Por otro, est¨¢ la ley de la autonom¨ªa del paciente, de 2002, en el que se reconoce al enfermo derechos como negarse a recibir un tratamiento.
Las leyes auton¨®micas "particularizan esos derechos dentro de sus competencias y de acuerdo con el ordenamiento jur¨ªdico". No pueden por lo tanto contemplar que un paciente muera cuando as¨ª lo decida. Lo que s¨ª han hecho algunos gobiernos auton¨®micos como Catalu?a, Pa¨ªs Vasco, Navarra, Asturias o Extremadura, es pedir al Parlamento que reconozca el derecho a decidir sobre la eutanasia.
Las normas de estas nueve comunidades -que seg¨²n explica Montes a EL PA?S, no se diferencian entre s¨ª "ni un ¨¢pice"-, recogen la obligaci¨®n del personal sanitario de informar correctamente al paciente sobre sus opciones y tambi¨¦n sobre alternativas a los tratamientos prescritos. Al enfermo le reconoce el derecho a dejar un testamento vital en el que decida d¨®nde quiere morir, si en el hospital o en su domicilio, qui¨¦n quiere que le acompa?e en esos ¨²ltimos momentos y, si ocurre en el hospital, que se respete su intimidad en una habitaci¨®n privada. Tambi¨¦n le garantiza el acceso a cuidados paliativos.
Las comunidades aut¨®nomas que no tienen ley de muerte digna s¨ª cuentan con el derecho a esos testamentos vitales, que son en realidad, seg¨²n Montes, el ¨²ltimo derecho de la ley de autonom¨ªa del paciente. En esos escritos, una persona competente -con todas sus facultades mentales- puede por ejemplo dar permiso o no para recibir tratamiento cuando ya no sea competente y dejar ese deseo registrado.
En la pr¨¢ctica, ?se diferencian tanto los derechos del paciente en torno a la muerte entre las comunidades con ley de muerte digna y sin ella? "?Ha o¨ªdo alguna vez de alguien que vaya a morir desde Badajoz a C¨®rdoba?", responde el presidente de la Asociaci¨®n Muerte Digna. La respuesta es "no", y ¨¦l a?ade que "estas leyes no han mejorado la calidad de la muerte". "Solo una ley de muerte voluntaria lo conseguir¨¢", dice este m¨¦dico, que se?ala que solo la propuesta que hizo Unidos Podemos ante el Congreso en enero pasado y que pide su despenalizaci¨®n, nos acercar¨ªa a pa¨ªses como B¨¦lgica o Pa¨ªses Bajos. "Las de PSOE y Ciudadanos no hablan de disponibilidad de la eutanasia", aclara.
Si acaso hay alguna diferencia, a?ade, es que las normas como la que estrena Madrid ofrece m¨¢s garant¨ªas en cuanto a los cuidados paliativos, tanto para los pacientes como para el personal sanitario que los suministra. A partir de hoy ya no podr¨ªan producirse casos como el juicio que sufri¨® ¨¦l mismo -archivado en 2007- por presuntas sedaciones indebidas a 15 pacientes en el Hospital de Legan¨¦s, donde era jefe de Urgencias.
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