Doble v¨ªctima del terrorismo machista y del sistema
To?i Garc¨ªa Abad, familiar y muy trabajadora, ten¨ªa 33 a?os cuando la mat¨® un pr¨®fugo con una orden de ingreso en prisi¨®n
Hac¨ªa unos cinco a?os que Antonia Garc¨ªa Abad, conocida como To?i, se hab¨ªa mudado a Hu¨¦rcal de Almer¨ªa, un municipio del cintur¨®n de la capital con 17.000 habitantes, para estar cerca de su hermana. Compr¨® un d¨²plex adosado color tierra del Paseo del Generalife, casi puerta con puerta con el de su familiar, y repart¨ªa su vida entre esta urbanizaci¨®n y Canj¨¢yar, un pueblo de la Alpujarra almeriense a unos 35 kil¨®metros de distancia en el que To?i, de 33 a?os, ten¨ªa sus ra¨ªces y a sus padres. Seg¨²n el trabajo y los planes, estaba en un sitio o en otro. La ma?ana del pasado 15 de enero, domingo, fue supuestamente degollada en su casa de Hu¨¦rcal por Francisco Salvador Garc¨ªa, un hombre con numerosos antecedentes con el que hab¨ªa mantenido una breve relaci¨®n. Era un pr¨®fugo con una orden de busca y captura para ingresar en prisi¨®n en vigor desde hac¨ªa seis meses.
A To?i hubo algo del chico de 30 a?os con el que hab¨ªa empezado a salir unos meses atr¨¢s que no le convenci¨®. Cort¨® la relaci¨®n a las pocas semanas, en Navidad ya no estaban juntos. Ella trabajaba de lunes a viernes en un almac¨¦n de frutas y verduras de Campohermoso, en N¨ªjar, y muchos fines de semana como camarera. No paraba. En Navidad hab¨ªa echado d¨ªas sueltos en el restaurante La piscina de Canj¨¢yar (1.279 habitantes), donde tambi¨¦n estuvo empleada los tres meses del ¨²ltimo verano, cuando termin¨® la campa?a agr¨ªcola. Los domingos sol¨ªa trabajar en El Olivillo, otro restaurante del pueblo cercano de Fond¨®n.
¡°Lo que diga es poco. Buena amiga, buena trabajadora, buena compa?era, cari?osa. Una excelente persona¡±, repite Amparo Romero, al frente del bar La piscina junto a su marido. El ¨²ltimo d¨ªa que To?i estuvo ayudando fue el 7 de enero, para un bautizo. Atend¨ªa y serv¨ªa las mesas, pero si se ten¨ªa que meter en la cocina, no hab¨ªa problema, o se pon¨ªa a hacer camas en las habitaciones de la pensi¨®n que tiene el negocio. ¡°Todas las mujeres somos trabajadoras, pero ella, m¨¢s. Chavala como esa no la hemos visto¡±, subraya Amparo.
Se lo dec¨ªa su madre, que para qu¨¦ trabajaba tanto, si estaba soltera. La familia de To?i era una pi?a, est¨¢ destrozada. Su entorno m¨¢s cercano declina hablar, no puede. El dolor es muy profundo y lo que pas¨® est¨¢ muy reciente, todav¨ªa no se lo creen. To?i era la menor de tres hermanos. Los otros se llaman Crist¨®bal y Mar¨ªa del Mar, la mayor, que tiene dos ni?os peque?os. Todos los fines de semana hab¨ªa reuni¨®n familiar en el pueblo, con los padres, Encarna y Crist¨®bal, felices de juntar a sus tres hijos, al yerno y a los dos nietos. A veces eran los abuelos los que iban a Hu¨¦rcal para ver a los cr¨ªos, con los que To?i ejerc¨ªa de orgullosa t¨ªa. En la playa, en la piscina, en el parque o en casa, lo primero eran ellos.
¡°Seguro que nadie habla nada malo de ella¡±, se limita a decir, amable y sin ¨¢nimo para m¨¢s, un familiar cercano. To?i era una chica optimista e independiente. Hac¨ªa un a?o que se hab¨ªa comprado un coche. ¡°Era muy positiva, siempre estaba sonriendo¡±, recuerda una amiga. Como dijo de ella una vecina, era ¡°muy bonica¡±. Hac¨ªa mucha vida en el pueblo. En Canj¨¢yar, si no estaba con la familia o trabajando, quedaba con su grupo. Para salir de fiesta, tomar algo o estar en la plaza. A To?i le gustaba mucho bailar. Si pod¨ªa, hac¨ªa escapadas a Almer¨ªa, que est¨¢ muy cerca de su casa de Hu¨¦rcal. O sea, llevaba una vida normal.
To?i tuvo una relaci¨®n de varios a?os con un chico, pero no funcion¨®. Con Francisco Salvador Garc¨ªa, el hombre que presuntamente la mat¨®, lo intent¨® unas semanas. Apenas se estaban conociendo y lo dej¨®. En la zona de Campohermoso, donde vive ¨¦l, lo conocen como El vaquilla. Ten¨ªa una orden de busca y captura desde el pasado 6 de julio para cumplir un a?o de c¨¢rcel por estafa y falsedad documental. Y otras siete condenas, entre ellas, tres relacionadas con los malos tratos. Su historial delictivo incluye robos, amenazas en el ¨¢mbito familiar, coacciones leves o contra la seguridad vial. Hace solo unas semanas sum¨® otra multa por obstrucci¨®n a la justicia por no acudir a declarar en un juicio para el que hab¨ªa sido citado. Ella no hab¨ªa presentado ninguna denuncia.
El presunto homicida se emborrach¨® el d¨ªa antes del crimen, s¨¢bado. Fue atendido por una sobredosis de alcohol en el Hospital Torrec¨¢rdenas de Almer¨ªa. El domingo, muy temprano, abandon¨® el centro hospitalario sin avisar y se dirigi¨® hacia Hu¨¦rcal, que no est¨¢ a m¨¢s de 10 minutos en coche. Par¨® a tomar algo en una cafeter¨ªa de la zona de El Cercado y luego se dirigi¨® hacia la casa de To?i. Pasadas las 7.30 de la ma?ana, una fuerte discusi¨®n alert¨® a los vecinos, que llamaron r¨¢pidamente a la Guardia Civil. Cuando llegaron los agentes, la mujer estaba muerta y ¨¦l, intentando huir cubierto de sangre. To?i hab¨ªa quedado para salir el s¨¢bado por la noche en Canj¨¢yar, pero lleg¨® tarde y cansada del almac¨¦n y decidi¨® quedarse en Hu¨¦rcal.
Unos d¨ªas antes, Francisco Salvador hab¨ªa estado en un juzgado para que le notificaran una sentencia absolutoria por el robo de unos aperos agr¨ªcolas. La orden de busca y captura contra ¨¦l, de otro juzgado distinto (Penal 1 de Almer¨ªa), se introdujo el 6 de julio de 2016 en el Siraj, un sistema en el que est¨¢n anotadas las medidas cautelares y requisitorias que existen contra una persona. Para que un juzgado distinto al que emite una orden tenga acceso a esta informaci¨®n, se debe abrir expresamente el programa, no salta ninguna alerta autom¨¢tica al introducir un nombre.
La conexi¨®n con las fuerzas de seguridad es a¨²n m¨¢s arcaica. Cualquier requisitoria judicial contra una persona, adem¨¢s de inscribirse en el Siraj, se tiene que comunicar manualmente a la Guardia Civil porque los programas no son compatibles. Esto ocurre en toda Espa?a excepto en la Comunidad de Madrid, donde hay una experiencia piloto desde octubre de 2016 por la que esa orden judicial salta autom¨¢ticamente en la base de datos del cuerpo de seguridad. La intenci¨®n del Ministerio de Justicia es llegar a la integraci¨®n en todas las comunidades, pero no hay fecha.
?Justicia afirma que la orden de busca y captura contra Francisco Salvador Garc¨ªa se envi¨® por fax el mismo 16 de julio a la Guardia Civil, que alega que la recibi¨® cinco meses m¨¢s tarde, el 21 de diciembre. Desde ese d¨ªa, seg¨²n su versi¨®n, hizo pesquisas para intentar localizar al pr¨®fugo, pero sin ¨¦xito. Nadie ha asumido responsabilidades, ni ha investigado, por los fallos en este caso. El pasado 15 de enero, cuando presuntamente mat¨® a To?i, el homicida deber¨ªa haber estado cumpliendo condena. Ahora s¨ª est¨¢ encarcelado.
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