Herrera ret¨® a Rajoy sin ¨¦xito para seguir en el PP de Castilla y Le¨®n

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Juan Vicente Herrera, el ¨²ltimo basti¨®n de la vieja guardia del PP de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ret¨® dos veces a Mariano Rajoy la semana pasada al rechazar en varias conversaciones su petici¨®n para que continuase al frente del partido en Castilla y Le¨®n y no abriese una disputa interna nada clara y, m¨¢s tarde, al reclamar manos libres para depurar a los cargos de esa formaci¨®n menos afectos. Rajoy no acept¨® esas condiciones y Herrera confirm¨® su marcha tras 16 a?os en el cargo. Ni las maneras ni el candidato de Herrera convencen al PP de Rajoy.

Herrera ha sido siempre un personaje peculiar en el PP, desde los tiempos en que fue nominado por Aznar en 2001 para relevar a Juan Jos¨¦ Lucas, y ahora era y se sent¨ªa una especie en v¨ªas de extinci¨®n en esta era con Rajoy al frente. A sus 61 a?os hace tiempo que est¨¢ de retirada y a Rajoy ya le cost¨® convencerle, en una comida personal en San Rafael, para que volvieser a concurrir en las elecciones auton¨®micas de 2015. Entonces perdi¨® votos y la mayor¨ªa absoluta pero mantuvo el poder tras un acuerdo local con Ciudadanos. El problema entonces y ahora es el mismo: en tanto tiempo no se ha favorecido un relevo con garant¨ªas.

Cuando Rajoy comunic¨® el calendario con la cita inicial del Congreso Nacional y luego los regionales Herrera volvi¨® a avisar de que no quer¨ªa seguir. Lo hizo en p¨²blico y en varias conversaciones privadas. El dirigente castellano es uno de los pocos en el PP, adem¨¢s, que se ha ganado el derecho a manejar esos procesos a su manera y con una interlocuci¨®n especial.

En la direcci¨®n nacional del PP ten¨ªan la instrucci¨®n de Rajoy de favorecer en esos c¨®nclaves la renovaci¨®n de los representantes de la vieja guardia popular y de los candidatos que perdieron poder en las ¨²ltimas elecciones. Herrera tambi¨¦n era en eso otra excepci¨®n. La c¨²pula popular constat¨® r¨¢pidamente que segu¨ªa sin tener una soluci¨®n alternativa clara a Herrera y trat¨® de presionarle para forzar de nuevo su continuidad. Herrera rechaz¨® en varias charlas y en reuniones esos ofrecimientos de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. Ante el atasco en la b¨²squeda de otras salidas, Herrera hizo valer sus galones y demand¨® una conexi¨®n directa con el l¨ªder. Herrera y Rajoy comieron en una localidad de Castilla y Le¨®n (Medina del Campo) a comienzos de la pasada semana, intercambiaron sus visiones y no llegaron a ning¨²n acuerdo.

La comida con el l¨ªder

Rajoy le ofreci¨® otra vez seguir al mando del partido con algunos matices. Herrera se tom¨® unos d¨ªas y en la ma?ana de este pasado jueves llam¨® al presidente del partido para plantear sus condiciones. El dirigente castellano aceptaba continuar como presidente del partido en Castilla y Le¨®n otros dos a?os pero si se le dejaba libertad total para conformar su equipo y, sobre todo, para sustituir como secretario general y n¨²mero dos a Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco, alcalde de Salamanca y candidato ahora a relevarle en ese cargo. Quer¨ªa preservar el control del aparato del partido para impulsar de cara a las auton¨®micas de 2019 a su candidato: Antonio Silv¨¢n.

Rajoy no asumi¨® esas exigencias y esa misma tarde del jueves Herrera le notific¨® por carta que dejar¨ªa vacante el despacho en la presidencia del partido en la regi¨®n, que ahora disputar¨¢n en un congreso muy abierto el 17 de marzo el propio Ma?ueco y Silv¨¢n, alcalde de Le¨®n. Ambos aspirantes tardaron menos de una hora en anunciar sus intenciones tras el comunicado de Herrera y en descartar su fusi¨®n, como demandaba la direcci¨®n nacional para acabar con la estructura de un partido dividido hace a?os en una extra?a y disputada bicefalia: los responsables pol¨ªticos de la Junta de Castilla y Le¨®n y los que han hecho carrera desde las sedes provinciales y locales del PP.