El Comit¨¦ de Bio¨¦tica aconseja dar gratis la pastilla que previene el VIH

El Comit¨¦ Espa?ol de Bio¨¦tica ha concluido, a petici¨®n del Ministerio de Sanidad, que "existen m¨¢s argumentos a favor de acordar" financiaci¨®n p¨²blica de los tratamientos que previenen que una persona adquiera el VIH mediante una relaci¨®n sexual de riesgo, "que de rechazarla". Se refiere el organismo a la conocida como profilaxis pre-exposici¨®n (PrEP en sus siglas inglesas, PPrE en espa?ol), que consiste en tomar un antiviral de manera permanente, con lo que el individuo queda protegido si tiene un episodio de infecci¨®n por el VIH. Al estar ya los f¨¢rmacos en su sangre, se deshar¨ªan del pat¨®geno antes de que este llegara a asentase en los gl¨®bulos blancos.?

El descubrimiento de este proceso de prevenci¨®n, consagrado por el estudio PROUD, ha supuesto no solo un avance m¨¦dico, sino un reto para las Administraciones y un dilema ¨¦tico. La parte cient¨ªfica es clara: ante esa eficacia, las sociedades m¨¦dicas como la Sociedad de Enfermedades Infecciosas y Microbiolog¨ªa Cl¨ªnica (SEIMC) aconsejan que se medique a las personas que tienen relaciones sin protecci¨®n. Pero esta iniciativa supone un gasto (unos 5.500 euros solo en medicaci¨®n al precio actual para la sanidad p¨²blica), lo que puede comprometer las finanzas de las comunidades. Aunque esto no est¨¢ claro. El informe del comit¨¦ reconoce que solo el tratamiento de una persona con VIH cuesta en Espa?a actualmente unos 6.000 euros, pero ah¨ª no se incluyen otros gastos sanitarios, ni cuestiones como la posible incapacidad del afectado o el lucro cesante para el Estado si la persona pasa de ser un trabajador activo a un pensionista.?

De hecho, ya en algunos casos (parejas de personas con VIH, personas con un amplio historial de relaciones sin protecci¨®n detectadas por una sucesi¨®n de enfermedades de transmisi¨®n sexual) este tratamiento ya se da, pero no de manera uniforme ni establecida.

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En cualquier caso, el comit¨¦ cree que la cuesti¨®n econ¨®mica (con aristas como que el coste de este tratamiento pod¨ªa llevar a desfinanciar otros, por ejemplo) no es lo importante. Desde un punto de vista ¨¦tico, el debate est¨¢ en si se debe financiar un tratamiento que ha demostrado que es el m¨¢s eficaz para prevenir la infecci¨®n del VIH.

Pero las preguntas de Sanidad iban m¨¢s al detalle. Porque se planteaban si ser¨ªa ¨¦tico subvencionar este tratamiento incluso si la persona que lo va a recibir no cumple todas las pautas de precauci¨®n (siempre se aconseja tomar las pastillas, pero seguir usando preservativo). Y, a¨²n as¨ª, la conclusi¨®n del comit¨¦ a favor de la financiaci¨®n se mantiene.

En su nota de prensa, el comit¨¦ resume as¨ª los condicionantes de su decisi¨®n: "El ¨¢mbito concreto de la salud al que va dirigido el medicamento, el fracaso que actualmente presentan las estrategias para la erradicaci¨®n del VIH, la ausencia de medidas alternativas que alcancen los mismos resultados de prevenci¨®n que la PrEP, la especial incidencia que sigue teniendo la enfermedad en grupos especialmente vulnerables, los cambios en la percepci¨®n social sobre el riesgo del VIH y la exigida protecci¨®n de la salud colectiva".?

Detr¨¢s de esta redacci¨®n se esconden algunos hechos destacables, como que, pese a todas las campa?as y esfuerzos educativos, cada a?o se diagnostican en Espa?a unos 3.500 contagios del VIH (3.428 en 2015, ¨²ltimo con cifras cerradas, pero 2.907 en 2010, por ejemplo), y ninguna de las pol¨ªticas adoptadas han conseguido bajar esta cifra. Tambi¨¦n que son los hombres que tienen sexo con hombres (el 53% del total) y los inmigrantes (el 30%) los grupos proporcionalmente m¨¢s afectados.

Llega incluso el informe a tratar el caso de las personas que conscientemente tienen relaciones de riesgo (y pone el caso del llamado bareback, que significa buscar expresamente relaciones sin cond¨®n), y recomienda "un sistema de educaci¨®n e informaci¨®n que permita transmitir que la mejor arma contra la expansi¨®n del VIH pasa, irremediablemente, por la prudencia y prevenci¨®n", pero eso "no significa renunciar a las conductas que conforman el propio proyecto de vida, por mucho que este o aquellas no sean compartidos por la mayor¨ªa", a?ade, y pone algunos ejemplos de otros comportamientos de riesgo (ciertos h¨¢bitos o viajar por placer a pa¨ªses con enfermedades end¨¦micas) en los que no se cuestiona que deban recibir tratamiento m¨¦dico preventivo o posterior.

En su informe, el comit¨¦ pone dos condiciones: es "indispensable que dicha financiaci¨®n p¨²blica se acompa?e del fomento de otras medidas dirigidas a la lucha contra el riesgo de transmisi¨®n sexual del VIH, en el marco de una estrategia general de prevenci¨®n. Igualmente se ha de poner ¨¦nfasis en la importancia que tienen tanto el counselling en salud sexual como el control rutinario de las personas que reciben la PrEP".

Y, tambi¨¦n, que "dicha financiaci¨®n p¨²blica se acompa?e de una minuciosa evaluaci¨®n a posteriori de los efectos de la decisi¨®n y de las evidencias que pudieran ir obteni¨¦ndose en el futuro sobre el valor preventivo a medio y largo plazo de la PrEP, as¨ª como posibles nuevas evidencias de riesgos o efectos secundarios".