A las Fallas por 10 euros

Pirotecnia, playa y paella eran los tres requisitos que buscaban los 700 estudiantes chinos que viajaron a Valencia desde Madrid para vivir un d¨ªa de fallas completo. En la mayor¨ªa de los casos, era la primera vez que se acercaban a conocer la famosa fiesta de la capital mediterr¨¢nea, y aunque la salida estaba prevista para las ocho y media de la ma?ana, 20 minutos antes todos los autobuses estaban completos y listos para salir del parking frente al estadio de f¨²tbol Santiago Bernab¨¦u.

Grandes gafas de sol, labios rojos, mechas californianas y zapatos con plataforma fue el look escogido por las chicas. ¡°Nosotras somos m¨¢s animadas y nos atrevemos a viajar m¨¢s. A la excursi¨®n que tenemos pensada para Semana Santa a Marruecos tambi¨¦n vienen m¨¢s chicas¡±. As¨ª justificaba Cielo Yang, trabajadora de la agencia de viajes Sanhe y coordinadora del encuentro, la presencia mayoritaria de mujeres. Los chicos fueron m¨¢s pr¨¢cticos con su atuendo para aguantar la intensa jornada. En la mano de todos ellos un smartphone ¨²ltimo modelo y a la espalda una mochila o un bolso lleno de provisiones para abaratar los gastos del viaje, ¡°aunque solo ha costado 10 euros¡±, comentaban.

Despu¨¦s de dos horas de recorrido, el conductor efect¨²a la primera parada del viaje. Mo Xue, de 21 a?os y nacido en Xian, acaba de despertarse y quiere bajar enseguida para ir al ba?o. Lo que no espera es la inmensa cola que llega desde la carretera hasta la puerta del ¨¢rea de servicio. ¡°Creo que me van a gustar muchos las fallas, el fuego, es muy parecido al festival de primavera en China¡±, asegura. Xue cuenta que sus padres son constructores y vive en el barrio de Salamanca de Madrid desde hace un a?o, ¨¦l prepara el acceso a la universidad para estudiar econom¨ªa. ¡°Oh my god¡± (Dios m¨ªo), repite cuando se equivoca con alguna palabra en espa?ol. ¡°De momento, no quiero volver a China, despu¨¦s de estudiar en Espa?a me encantar¨ªa ir a Estados Unidos a hacer un m¨¢ster¡±, afirma.

Jing Meng, de 25 a?os, s¨ª tiene ganas de volver a China. Desde hace cuatro a?os vive con su novio en el barrio madrile?o de Aluche, estudia un m¨¢ster en la Universidad Rey Juan Carlos y echa de menos a su familia. ¡°Soy hija ¨²nica y me gustar¨ªa que mis padres no estuvieran solos¡±, lamenta en un espa?ol m¨¢s fluido que el de Xue. Meng lleva unas sandalias de tac¨®n con pedrer¨ªa y un bolso de Louis Vuitton donde guarda unas zapatillas m¨¢s c¨®modas. Nunca ha estado en las fallas y escucha atenta las explicaciones de sus compa?eros. Cuando uno habla del mejor restaurante para comer paella se lo apunta. Ella lo que m¨¢s desea es conocer el mar.

El autob¨²s llega a Valencia pasadas las dos y media. La masclet¨¢ se oye de fondo, pero no van a poder verla en directo. El tr¨¢fico y el GPS del conductor no han puesto de su parte, pero el des¨¢nimo no les afecta. Los 11 autobuses se van quedando vac¨ªos y sus integrantes se mezclan con el resto de turistas y paisanos fotografi¨¢ndose con ellos. Los ¨²nicos que permanecen alrededor de los veh¨ªculos son los que han solicitado previo encargo a la agencia de viajes comida para llevar. Cielo y su amiga Silvia son las encargadas de repartir los tupper, arroz tres delicias para unos y paella para otros. A muchos no les gusta la versi¨®n espa?ola porque ¡°los granos est¨¢n m¨¢s duros¡± que a lo que ellos suelen estar acostumbrados.

Estrella Zhao y sus dos amigos Susana y M¨¢ximo buscan el Kentucky Fried Chicken m¨¢s cercano. Aunque ellas tienen comida, ¨¦l prefiere la cadena americana para saciar el hambre. La principal atracci¨®n para ellos tambi¨¦n es la playa, aunque prometen que la crem¨¢ de las doce de la noche y un recorrido por todas las fallas no faltar¨¢. ¡°No nos dan nada de miedo ni el fuego ni los petardos, estamos acostumbrados a ellos en China y nos encantan¡±, comentan los tres mientras esperan otra larga cola.