¡®Esclavas¡¯ en los CIE
Los fallos en los controles de internamiento provocan que por estos complejos pasen v¨ªctimas de trata y menores
Si alguien sabe c¨®mo fallan los filtros de control de los CIE, esa es Catherine. Ni la polic¨ªa, ni la fiscal¨ªa, ni el juez evitaron que esta camerunesa, que hab¨ªa llegado a Motril (Granada) tras atravesar en patera el Mediterr¨¢neo, acabara en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche (Madrid). All¨ª la metieron. Pese a que era menor de edad. Y pese a que la Cruz Roja ya hab¨ªa detectado que se trataba de una v¨ªctima de trata. "Un caso sangrante", en boca de Santiago Yerga, del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), que sirve para ejemplificar como en estos complejos, que funcionan como aut¨¦nticas c¨¢rceles, acaban encerradas personas en situaci¨®n de vulnerabilidad. Algunas de ellas, mujeres trasladadas hasta la Pen¨ªnsula para prostituirlas. Para convertirlas en esclavas sexuales.
"Es preocupante la presencia de ni?as, potenciales v¨ªctimas de trata, en los CIE tras haber sido incorrectamente consideradas como adultas en Motril o Almer¨ªa", ha denunciado el Defensor del Pueblo en uno de sus ¨²ltimos informes. "En estas instalaciones nos encontramos dos perfiles. El primero, mujeres que ya est¨¢n siendo explotadas en Espa?a y que, por ejemplo, son detenidas en pol¨ªgonos y encerradas. Y, el segundo, las que acaban de llegar en patera de mano de las redes y son recluidas", contin¨²a Yerga. Seg¨²n los datos del Gobierno, 455 mujeres fueron encerradas en los CIE en 2015. De ellas, solo se expuls¨® al 23%, un porcentaje m¨¢s bajo que la media de ese a?o (41%).
Interior asegura que no cuenta con estad¨ªsticas sobre el n¨²mero de v¨ªctimas que pasaron por los CIE porque, seg¨²n el ministerio, sus aplicaciones inform¨¢ticas "no recogen el lugar donde fueron identificadas" como tales. Pero las alarmas hace a?os que saltaron en las ONG. "En estos centros, hemos detectado una sobrerrepresentaci¨®n de mujeres que ejercen la prostituci¨®n. Sabemos, por tanto, que hay muchas probabilidades de que sean v¨ªctimas de trata. Y, m¨¢s a¨²n, en los casos de las paraguayas, brasile?as y nigerianas", apunta SOS Racismo.
"En la mayor¨ªa de los casos pasan inadvertidas por el CIE. Sin que nadie se percate de que se hallan en situaciones extremas. Hablamos de mujeres violadas, ultrajadas, vendidas y marcadas por profundos traumas", a?ade Margarita Mart¨ªnez Escamilla, catedr¨¢tica de Derecho Penal de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en su informe Mujeres en el CIE: G¨¦nero, inmigraci¨®n e internamiento.
En este sentido, el Defensor del Pueblo ha denunciado la "insuficiencia de mecanismos" para detectar a las v¨ªctimas. Y, adem¨¢s, ha reprochado a las autoridades que descarten que muchas inmigrantes lo sean porque, al llegar a la Pen¨ªnsula, niegan que se encuentran en manos de estas mafias: "La experiencia muestra que un n¨²mero significativo de ellas acaban siendo nuevamente identificadas como v¨ªctimas en un momento posterior".
Fue el caso de Catherine (nombre ficticio). Pese a que la Cruz Roja alert¨® de su situaci¨®n, acab¨® en el CIE de Aluche. All¨ª, tras ponerse en contacto con el SJM, ratificaron que ten¨ªa menos de 18 a?os y la trasladaron a un centro de menores. De all¨ª, desapareci¨® a las pocas semanas. "Hab¨ªa vuelto a caer en manos de la red de trata", relata Yerga, que cuenta c¨®mo la camerunesa, meses despu¨¦s, volvi¨® a contactar con la ONG desde Par¨ªs. "Nos pidi¨® ayuda", afirma el integrante del Servicio Jesuita de Migrantes, que explica c¨®mo alertaron a la polic¨ªa y a la fiscal¨ªa. Pero ya no volvieron a dar con ella. Se esfum¨® de nuevo.
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