La rebeli¨®n de Yipsa, enferma con met¨¢stasis y obligada a trabajar
La muerte de Isabel Carragal tres meses despu¨¦s de que un juzgado le negase la incapacidad absoluta destapa el sufrimiento econ¨®mico de los pacientes de c¨¢ncer
Un c¨¢ncer de mama empez¨® a corroer el cuerpo de Isabel Carragal da Costa a mediados de 2013. Pas¨® por una mastectom¨ªa doble y un agresivo tratamiento sin poder sortear la temida met¨¢stasis. Pero para la Administraci¨®n y la Justicia los padecimientos de esta gallega de 46 a?os, operaria de una f¨¢brica de pescado, no fueron suficientes para otorgarle la incapacidad laboral absoluta. La enfermedad acab¨® el pasado 13 de marzo con la vida de Yipsa, el apelativo por el que era conocida. Apenas tres meses antes, el juzgado de lo social n¨²mero 1 de Pontevedra hab¨ªa sentenciado que, con dos hijos a su cargo y 20 a?os de cotizaci¨®n, solo merec¨ªa una prestaci¨®n mensual de 388 euros porque ten¨ªa salud suficiente para completar sus ingresos trabajando. Aunque fuera ¡°dolorida¡±, dec¨ªa ella.
El juez aval¨® la negativa que ya hab¨ªa recibido del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). ¡°Me lleg¨® una carta que me dec¨ªa que era apta para trabajar porque no ten¨ªa p¨¦rdidas anat¨®micas ni funcionales. Eso es muy dif¨ªcil de asimilar. Estuve dos meses hundida¡±, recordaba la propia Yipsa solo diez d¨ªas antes de morir. Hasta el ¨²ltimo momento, esta vecina de Mar¨ªn (Pontevedra) se moviliz¨® para denunciar p¨²blicamente la ¡°tortura¡± socioecon¨®mica que se oculta entre los lazos rosas y las campa?as institucionales en favor de la lucha contra el c¨¢ncer. Recurri¨® la sentencia que le negaba la incapacidad absoluta ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, pero la muerte lleg¨® antes que el dictamen judicial sobre su salud.
Desde el INSS esgrimen que ¡°una enfermedad grave por s¨ª sola no invalida para trabajar¡± y defienden que las decisiones sobre cada caso se toman con una ¡°baremaci¨®n rigurosa y objetiva¡± a trav¨¦s de un ¡°tribunal m¨¦dico independiente¡±. Lo decisivo, a?aden, son ¡°las realidades y las pruebas m¨¦dicas¡± y subrayan que el hecho de que el juzgado pontevedr¨¦s le diera la raz¨®n a la Administraci¨®n demuestra que con Yipsa ¡°no hubo error¡±. Su caso, admiten, no es ni mucho menos el ¨²nico.
Bien lo sabe Raquel del Castillo, responsable de trabajo social en la Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer (AECC). En sus oficinas atienden a muchos pacientes oncol¨®gicos abandonados a su suerte. Esta organizaci¨®n demanda al Gobierno la creaci¨®n de un Registro Nacional de Incapacidades que ofrezca un ¡°mapa global¡± de c¨®mo y en qu¨¦ circunstancias est¨¢ otorgando el INSS las incapacidades para conocer al detalle ¡°las situaciones de vulnerabilidad que se est¨¢n generando y poder actuar contra ellas¡±. ¡°Los supervivientes del c¨¢ncer tienen que afrontar en sus vidas un reajuste laboral, econ¨®mico, familiar, social¡ Se dan necesidades en estas personas a las que el sistema sanitario no est¨¢ dando respuesta y una de ellas es la incapacidad laboral. Hay colectivos vulnerables como los parados o los aut¨®nomos que en esta situaci¨®n lo son mucho m¨¢s¡±, explica Del Castillo.
En 2014 el Bloque Nacionalista Galego (BNG) present¨® en el Congreso de los Diputados una iniciativa para cambiar la ley y establecer el reconocimiento inmediato de la incapacidad laboral absoluta para los pacientes de c¨¢ncer que tengan riesgo de reca¨ªda. Fue rechazada con los votos solo del PP. Detr¨¢s de esta propuesta est¨¢ la abogada y periodista viguesa Beatriz Figueroa, que acompa?¨® la proposici¨®n de m¨¢s de 500.000 firmas de apoyo, y que incide en que esta modificaci¨®n es fundamental para no condenar a la pobreza a los enfermos. ¡°El reconocimiento [de este nivel de incapacidad por ley] es siempre revisable, as¨ª que si se produjese una mejor¨ªa se modificar¨ªa¡±.
Figueroa tambi¨¦n es paciente oncol¨®gica y a ella, que a veces no puede casi ni levantarse de la cama y que vive enredada en continuas consultas e ingresos en el hospital, tambi¨¦n le dice la Administraci¨®n que debe buscar un empleo. ¡°Han endurecido tanto los requisitos [para otorgar la incapacidad laboral absoluta] que solo falta que nos pidan el certificado de defunci¨®n¡±, protesta esta activista gallega, que ha recibido casi 1.000 cartas de enfermos de toda Espa?a que le relatan su caso, todas ellas en manos ahora de la Defensora del Pueblo.
Una de esas historias desesperadas que llegaron al buz¨®n de Figueroa fue precisamente la de Yipsa. Porque desde que conoci¨® el lado oscuro de los lazos rosas, cuentan sus amigas, sol¨ªa repetir una frase: ¡°Callarse es cosa de cobardes¡±.
El sue?o de una reincorporaci¨®n progresiva
La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, elabora desde hace m¨¢s de un a?o un estudio sobre la protecci¨®n social y laboral que actualmente reciben los pacientes oncol¨®gicos con el objetivo de reclamar mejoras a la Administraci¨®n. Beatriz Figueroa, que como activista a favor de los derechos de los enfermos de c¨¢ncer se ha reunido ya varias veces con Becerril para aportarle informaci¨®n, apunta hacia Francia como modelo a seguir.
En el pa¨ªs galo a los supervivientes del c¨¢ncer pueden acogerse a la jornada terap¨¦utica, es decir, a una reincorporaci¨®n progresiva, por horas, a su puesto de trabajo, que permite calibrar su recuperaci¨®n y decidir cu¨¢l es el momento id¨®neo para retomar su vida laboral con todas las garant¨ªas. Esta vuelta al trabajo es controlada adem¨¢s por el m¨¦dico del trabajador, que durante este periodo percibe ¨ªntegramente su sueldo, abonado entre su empresa y la seguridad social francesa.
¡°Las personas que pasan por un c¨¢ncer no quieren rendirse a la etiqueta de enfermo, de incapaz. Lo que quieren es, si su capacidad se lo permite, recobrar la normalidad¡±, defiende Figueroa, quien se prepara ya para llevar de nuevo al Congreso de los Diputados su propuesta de cambios legales que en la legislatura pasada apoyaron todos los grupos menos el PP.
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