Suspenso en ambici¨®n contra el cambio clim¨¢tico

Los Estados miembros de la Uni¨®n Europea ¡ªque lidera desde hace a?os los planes internacionales contra el cambio clim¨¢tico¡ª est¨¢n debatiendo ahora el programa de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero para la pr¨®xima d¨¦cada, algo que ser¨¢ clave para saber si Europa cumple con el Acuerdo de Par¨ªs, aprobado en diciembre de 2015. Los 28 ¡ªReino Unido, de momento, sigue dentro de las negociaciones¡ª discuten c¨®mo disminuir sus emisiones entre 2021 y 2030.

Las organizaciones no gubernamentales europeas Transport and Enviroment y Carbon Market Watch, partiendo de las posiciones negociadoras en Bruselas de cada Estado, han elaborado un ranking de los 28. Y Espa?a no sale bien parada: el informe la sit¨²a en el furg¨®n de cola ¡ªjunto a, por ejemplo, Polonia, Italia y Rep¨²blica Checa¡ª.

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En el lado opuesto ¡ªes decir, los pa¨ªses que est¨¢n empujando m¨¢s para que el resultado de esta negociaci¨®n sea lo m¨¢s ambicioso posible¡ª est¨¢n Suecia, Alemania y Francia, seg¨²n el estudio de estas dos organizaciones especializadas en pol¨ªticas contra el cambio clim¨¢tico.

La meta global que tiene que cumplir Europa est¨¢ clara: en 2030 el conjunto de la UE deber¨¢ haber reducido, al menos, un 40% sus emisiones en relaci¨®n con los niveles de 1990. La UE ha liderado las pol¨ªticas clim¨¢ticas hasta ahora en el mundo, pero los esfuerzos actuales no son suficientes. Hay que redoblarlos. Un estudio de la Comisi¨®n Europea de finales de 2016 advert¨ªa de que, con las pol¨ªticas actuales de la UE, en 2030 las emisiones totales se situar¨¢n un 26% por debajo de las de 1990, es decir, 14 puntos por encima del objetivo al que Europa se comprometi¨® cuando firm¨® el Acuerdo de Par¨ªs.

Para luchar contra el cambio clim¨¢tico la UE cuenta con dos instrumentos: el mecanismo de derechos de emisiones ¡ªque limita los gases expulsados por la industria y la generaci¨®n de electricidad¡ª y el reglamento de los llamados sectores difusos ¡ªque incluye, principalmente, el transporte, la agricultura y los usos residenciales¡ª. El 40% de los gases de efecto invernadero de la actividad humana en la Uni¨®n Europea est¨¢ dentro del sistema de derechos; el 60% restante corresponde a los sectores difusos.

La Comisi¨®n Europea ha lanzado ya su propuesta para estos sectores difusos para el periodo 2021-2030 (afectado ya por el Acuerdo de Par¨ªs): las emisiones de gases de efecto invernadero ¡ªprincipalmente CO₂¡ª en este caso deber¨¢n haberse reducido un 30% en 2030 respecto a las de 2005. Ahora los Estados negocian la importante letra peque?a; y el informe de las dos ONG sobre la posici¨®n de cada Estado parte de esas conversaciones sobre el reglamento.

Recorte del 26% en Espa?a

Dentro del reparto de los esfuerzos globales, a Espa?a ¡ªseg¨²n la propuesta de la Comisi¨®n¡ª le corresponde recortar en un 26% ¡ªsobre los niveles de 2005¡ª sus emisiones del sector difuso. Espa?a, en estas negociaciones, ha aceptado esa reducci¨®n; no as¨ª, por ejemplo, Polonia. Pero el informe se?ala que Espa?a "no pretende ir m¨¢s all¨¢" ni tampoco tiene "un objetivo a largo plazo" contra el cambio clim¨¢tico, lo que le penaliza en el ranking.

Alemania y Suecia, por ejemplo, cuentan con planes nacionales que van m¨¢s all¨¢ del objetivo que les ha puesto Bruselas. El an¨¢lisis recomienda a Espa?a que se fije una meta interna m¨¢s fuerte y "un ambicioso objetivo a largo plazo".

Otro de los aspectos que penaliza a Espa?a ¡ªocupa el puesto 21 en este listado¡ª es su posici¨®n sobre los usos del suelo. Los bosques se consideran sumideros que ayudan a retener el CO₂. Y Espa?a defiende que las ¨¢reas forestales en un pa¨ªs puedan generar cr¨¦ditos "sin l¨ªmites", explica Carlos Calvo Ambel, uno de los analistas responsables del informe. Es decir, propone que si crece la superficie forestal en un pa¨ªs o se mejora su gesti¨®n esto permita que los esfuerzos de recortes de emisiones en otro sector puedan ser menores. El temor de las organizaciones no gubernamentales es que, gracias a esos cr¨¦ditos ilimitados, se "pueda reducir menos en otros sectores tan contaminantes como es el transporte", a?ade M¨ªriam Zaitegui, de Ecodes.

El transporte supone en Espa?a el 40% de las emisiones de todo el sector difuso. En nuestro pa¨ªs, como en la mayor¨ªa de los Estados de la UE, este es un campo que lleva mucho retraso en el proceso de descarbonizaci¨®n; sobre todo si se compara con el de la generaci¨®n de energ¨ªa, donde las energ¨ªas renovables est¨¢n muy desarrolladas. La mayor¨ªa de analistas reconoce que se necesita un desarrollo de los veh¨ªculos el¨¦ctricos, que no emiten CO₂. Pero el a?o pasado solo el 0,4% de los coches matriculados en Espa?a fueron el¨¦ctricos o h¨ªbridos enchufables.