El Gobierno y las comunidades afrontan el plan de violencia escolar con dos a?os de retraso
El presupuesto para las medidas previstas asciende a 3,7 millones de euros, un 0,12% del total del Ministerio de Educaci¨®n
Fue uno de esos sucesos que conmocionan a un pa¨ªs durante semanas. Un alumno de 13 a?os irrumpi¨® en el instituto Joan Fuster de Barcelona y mat¨® a un profesor con una ballesta el 20 de abril de 2015. Un d¨ªa despu¨¦s el entonces ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, anunci¨® la creaci¨®n de un grupo de trabajo con las comunidades aut¨®nomas para abordar la violencia en las aulas. Se comprometi¨® a revisar los protocolos auton¨®micos que buscan frenar el acoso escolar e incluir ¡°elementos de mejora¡±. En enero de 2016, el actual ministro ??igo M¨¦ndez de Vigo present¨® el borrador de un plan de convivencia escolar que qued¨® en suspenso durante el a?o que el Gobierno estuvo en funciones. Este jueves, Educaci¨®n y los consejeros regionales empiezan a debatir ese plan, que incluye unificar protocolos, recoger datos de convivencia en tiempo real, preparar mejor a los profesores o designar a un responsable de referencia en cada centro.
El documento que este jueves debatir¨¢n el ministro de Educaci¨®n con los consejeros del ramo en la conferencia sectorial de educaci¨®n tiene 148 p¨¢ginas, 73 iniciativas (de las que parte ya est¨¢n en marcha) y plazos de ejecuci¨®n que van desde el a?o pasado ¨Ccuando se puso en marcha, por ejemplo, el tel¨¦fono de atenci¨®n a las v¨ªctimas de violencia escolar- hasta 2020.
El presupuesto para las distintas medidas asciende a 3,7 millones de euros, un 0,12% del presupuesto total del Ministerio de Educaci¨®n, aunque hay actividades cuyo coste est¨¢ ¡°por determinar¡±, seg¨²n el documento. El recorte del gasto educativo (lo que aportan el Estado, las administraciones regionales y locales y otros actores) ha sido de 8.900 millones durante la crisis. El plan se abre ahora a debate y puede sufrir modificaciones con las aportaciones de las comunidades aut¨®nomas.
Sus objetivos pasan por ¡°asegurar la inclusi¨®n¡± de todos los alumnos en los centros educativos, que haya m¨¢s participaci¨®n de las familias en las escuelas, que se incluya m¨¢s tem¨¢tica relacionada con la convivencia escolar en la formaci¨®n de los profesores, garantizar ¡°procesos integrales de educaci¨®n de los sentimientos y las emociones¡± en las aulas o prevenir la violencia ¡°desde la primera infancia¡±, es decir, de cero a tres a?os.?
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Un observatorio para tener datos
La primera medida prevista es activar el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar. En realidad, ser¨ªa la reactivaci¨®n de un organismo que ya existe. Se cre¨® en 2007 y no se hab¨ªa vuelto a reunir desde 2011. Un portavoz del ministerio explica que se ha hecho una reestructuraci¨®n y se pondr¨¢ en marcha con menos miembros despu¨¦s de que el propio ministro se?alara p¨²blicamente que, con la composici¨®n actual, le parec¨ªa demasiado amplio y poco operativo. Este observatorio, por ejemplo, impuls¨® el Estudio estatal sobre la convivencia escolar en la educaci¨®n secundaria obligatoria, un informe de 2010 que se?al¨® que el acoso escolar afecta al 4% de los alumnos en Espa?a. ¡°Empezar por reflotar el observatorio es una buena medida porque hay que basarse en datos¡±, considera Ana Cobos, presidenta de la Confederaci¨®n de Organizaciones de Psicopedagog¨ªa y Orientaci¨®n de Espa?a (COPOE). ¡°A veces, lamentablemente, se act¨²a a golpe de actualidad. As¨ª que est¨¢ bien recopilar informaci¨®n para hacer una actuaci¨®n estrat¨¦gica a medio largo plazo con medidas bien pensadas¡±.
?Preparar a los profesores
El documento incluye una docena de puntos relacionados con el papel del profesor. Por un lado, para mejorar su formaci¨®n en convivencia escolar. Por el otro, para incluir estos conocimientos como puntuables en los procesos selectivos de acceso a la carrera docente. Incluye un programa de becas para que asistan a jornadas y congresos sobre estos temas, aunque ese punto no incluye a¨²n? partida presupuestaria. ¡°Los docentes necesitan mucha m¨¢s formaci¨®n psicopedag¨®gica que les ayude a identificar necesidades y gestionarlas¡±, a?ade Ana Cobos. ¡°Cuando un ni?o no recibe la atenci¨®n educativa que necesita, el asunto puede desembocar en mala convivencia¡±. La dificultad, como recuerda Ana Lillo, es poner en marcha estos planes que contemplan una ¡°liberaci¨®n horaria¡± (dar menos clases para dedicar ese tiempo a formarse, otro aspecto cuyo presupuesto tambi¨¦n est¨¢ pendiente de determinar) cuando se han perdido m¨¢s de 30.000 profesores. ¡°Es un plan insuficiente, con buenas palabras pero sin la dotaci¨®n econ¨®mica necesaria. No podemos trabajar la convivencia con los recortes y la masificaci¨®n que hay y de los que el documento no dice una palabra¡±, resume Lillo.
Un responsable de convivencia
Hay centros que ya lo tienen. Se trata de un profesor que, normalmente en su tiempo libre, ejerce como ¡°responsable de convivencia¡± en el centro en el que trabaja. El plan estatal, que alude a ¡°una figura de referencia¡± pero no especifica si debe ser o no un profesor (pueden ser orientadores o alguien del personal directivo del centro), contempla que disponga de horas espec¨ªficas para eso y que su funci¨®n ser¨¢ sensibilizar a la comunidad educativa sobre convivencia y garantizar que se cumplen los protocolos de detecci¨®n de casos de violencia y acoso. La cuant¨ªa para hacer esto posible tambi¨¦n est¨¢ ¡°pendiente de determinar¡±.
Los m¨¢s vulnerables
Los colectivos considerados como m¨¢s vulnerables est¨¢n recogidos en el documento. Entre otros, pide especial atenci¨®n a los estudiantes inmigrantes, minor¨ªas ¨¦tnicas, alumnos con discapacidad, mujeres (las alumnas suelen sufrir m¨¢s situaciones de acoso escolar, por ejemplo) o el colectivo LGBTIQ?+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales, Queer u otros). Y hace hincapi¨¦ en la necesidad de abordar una educaci¨®n ¡°inclusiva¡±, que tenga como objetivo ¡°alcanzar la igualdad de oportunidades para todas las personas [¡] y dirigir esfuerzos a contrarrestar las barreras¡±, seg¨²n el documento. ¡°La situaci¨®n que ha dejado la crisis en los centros, despu¨¦s de un recorte de 9.000 millones, es muy grave. Hay centros en los que ni siquiera tienen profesores de apoyo para alumnos con necesidades educativas especiales o colegios masificados¡±, se?ala la psic¨®loga experta en acoso escolar Ana Lillo. ¡°No se puede hablar de educaci¨®n inclusiva sin especificar c¨®mo se va a poner en pie y, con los recursos actuales, es muy dif¨ªcil¡±.
Datos ¡°en tiempo real¡±
Tambi¨¦n contempla la recogida de datos ¡°en tiempo real¡± sobre la convivencia en los centros escolares, una medida que considera que no tendr¨¢ coste y que prev¨¦ poner en marcha a lo largo de este a?o. En otro punto prev¨¦ un protocolo ¡°sistematizado¡± de recogida de datos sobre acoso y ciberacoso, transferible a las comunidades aut¨®nomas. O elaborar informes peri¨®dicos con los resultados del observatorio para hacer un seguimiento de estos casos. La puesta en marcha de un programa de cooperaci¨®n territorial para coordinar todos los resultados, financiado por el ministerio, es la medida que incluye mayor presupuesto, 1,5 millones de euros.
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