Libertad sin cargos para los detenidos por la pelea en una procesi¨®n de M¨¢laga

La estampida que se vivi¨® la madrugada del pasado Martes Santo en M¨¢laga durante la procesi¨®n de Jes¨²s Cautivo, se queda, de momento, sin responsables. El Juzgado de Instrucci¨®n 1 de la ciudad andaluza ha decretado la puesta en libertad de los tres detenidos por participar en la pelea que supuestamente origin¨® esa avalancha, ocurrida en calle Carreter¨ªa pasadas las 2.00. El magistrado Antonio Navas ha pedido a la polic¨ªa que contin¨²e con la investigaci¨®n para identificar a quienes ¡°provocaron o participaron¡± en los incidentes y ha excluido a los tres arrestados del proceso hasta que se aclaren los hechos, seg¨²n fuentes judiciales.

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La polic¨ªa ha hecho p¨²blica esta misma ma?ana la detenci¨®n de esas tres personas por un posible delito contra la libertad de conciencia. Se trata de tres varones de 32, 23 y 22 a?os, de nacionalidad espa?ola. El origen de la reyerta que supuestamente origin¨® la estampida durante la procesi¨®n de Jes¨²s Cautivo de M¨¢laga habr¨ªa estado en una disputa relacionada con las sillas que particulares colocan en la acera de esta calle para ver el desfile. Uno de los arrestos se practic¨® el mi¨¦rcoles y los otros dos ayer jueves.

Una de las personas que ha comparecido ante el juez es un toxic¨®mano que ha reconocido haber participado en la pelea, seg¨²n estas mismas fuentes. La polic¨ªa hab¨ªa informado de que uno de los detenidos se present¨® en la comisar¨ªa y confes¨® que era el causante de los des¨®rdenes. Sin embargo, el testimonio de este toxic¨®mano se cuestiona porque cuando sucedieron los hechos pudo haber estado ingresado en una unidad de agudos (de corta estancia) de un hospital malague?o. Los agentes intentan confirmar esta posibilidad y, en caso de que as¨ª fuera, no habr¨ªa podido intervenir en los altercados. El juez ha descartado que los incidentes fueran llevados a cabo con la intenci¨®n de cometer un atentado contra el sentimiento religioso.

Los hechos se desencadenaron pasados unos minutos de las dos de la madrugada del martes. El Cautivo es una de las im¨¢genes m¨¢s populares de la Semana Santa de M¨¢laga y cada Lunes Santo congrega a decenas de miles de personas en la calle. El incidente dej¨® dos heridos leves y escenas de p¨¢nico, con p¨²blico, nazarenos y m¨²sicos corriendo por las v¨ªas aleda?as y huyendo sin saber muy bien de qu¨¦. La imagen del Cautivo estaba m¨¢s o menos por mitad de Carreter¨ªa y la de la Virgen de la Trinidad acababa de encarar esta calle, tras pasar por el recorrido oficial, cuando comenz¨® el revuelo.

Una mujer se cort¨® en una pierna con una valla y un hombre sufri¨® un golpe durante la avalancha. Hubo, principalmente, muchos nervios e histeria colectiva. Los testigos explicaron que la multitud sali¨® corriendo por todos lados. La gente utiliz¨® bares y portales de edificios para refugiarse. La procesi¨®n qued¨® interrumpida durante aproximadamente 20 minutos, aunque una vez controlada la situaci¨®n, se recompuso y los titulares de la hermandad continuaron con su estaci¨®n de penitencia en direcci¨®n al barrio de la Trinidad.

La polic¨ªa, tras 10 d¨ªas de investigaci¨®n y visionar las c¨¢maras de seguridad de la zona, ha situado el origen de la avalancha en una pelea y ha practicado los primeros arrestos por estos hechos. No habr¨ªa habido ninguna intencionalidad de provocar el p¨¢nico en la calle, como supuestamente ocurri¨® durante la Madrug¨¢ sevillana, cuando ocho personas fueron arrestadas por provocar varias estampidas en distintos puntos del centro de la ciudad durante las procesiones.

El juez decret¨® el ingreso en prisi¨®n de tres de ellos, los que portaban barras met¨¢licas, por vandalismo, des¨®rdenes y delitos contra los sentimientos religiosos. Otros cuatro quedaron en libertad con cargos. Uno de los investigados, de origen senegal¨¦s, acept¨® una multa de 480 euros por gritar ¡°Al¨¢ es grande¡± en un punto con una alta de concentraci¨®n de p¨²blico donde se produjo una de las avalanchas. Tanto en M¨¢laga como en Sevilla, a ra¨ªz de estos hechos, se ha abierto el debate sobre c¨®mo mejorar la seguridad durante las procesiones de Semana Santa.