¡°Los detectives lo tenemos m¨¢s f¨¢cil que nunca¡±
Contamos con los mejores detectives privados de Europa. Y nos advierten: cada vez es m¨¢s sencillo investigar a alguien. Las redes sociales y el m¨®vil nos hacen extremadamente visibles
Sa¨²l P¨¦rez es el director de la agencia de detectives Pleka, en Madrid. No, no lleva gabardina, ni una lupa, ni un peri¨®dico con agujeros para los ojos. Es un chico joven, que viste con camisa y americana y que tiene un despacho que bien podr¨ªa ser el despacho de un abogado o un asesor fiscal. ¡°La gente tiene una idea preconcebida de lo que es un detective privado. Un estereotipo muy peliculero¡±, cuenta sentado en su oficina. ¡°B¨¢sicamente somos un apoyo para investigaciones particulares o legales y gran parte de nuestra labor es trabajo de oficina, rastreando en Internet a la persona investigada. Y cada vez nos lo ponen m¨¢s f¨¢cil¡±.
Las redes sociales y los m¨®viles se han convertido en un camino de arena sobre el que vamos dejando huellas f¨¢ciles de seguir. Si hablamos de Polic¨ªa o Servicios de Inteligencia, localizarnos o seguirnos resulta -casi siempre- tarea sencilla. Seg¨²n un investigador de la ?UDYCO de la Polic¨ªa Nacional (la unidad dedicada a la lucha contra el narcotr¨¢fico) ¡°solo llevar el m¨®vil encendido en el bolsillo es suficiente para localizar a alguien. Y, seg¨²n en qu¨¦ casos, tambi¨¦n es posible con ¨¦l apagado¡±. Esta localizaci¨®n, adem¨¢s, no precisa autorizaci¨®n judicial.
Si los investigadores cuentan con autorizaci¨®n judicial, pueden rastrear todos nuestros datos con solo solicitarlo a nuestra compa?¨ªa de tel¨¦fonos o haciendo lo propio a trav¨¦s de las redes sociales. As¨ª, es m¨¢s o menos f¨¢cil seguir en tiempo real a una persona: d¨®nde va, qu¨¦ tren coge, d¨®nde come, cuando duerme¡ Somos permanentemente visibles a trav¨¦s de nuestros m¨®viles y a trav¨¦s de cada conexi¨®n a Internet. Tenemos una flecha de ne¨®n parpadeante sobre nuestras cabezas.
Pero, ?qu¨¦ pasa si alguien ajeno a los cuerpos de seguridad decide espiarnos? Alguien como, por ejemplo, un detective privado. La respuesta es que, sin violar ninguna ley, tambi¨¦n resulta sencillo dar con nosotros y vigilarnos. Somos m¨¢s f¨¢ciles de controlar que nunca.
¡°La gente nos lo pone f¨¢cil¡±
Un detective privado no tiene ning¨²n privilegio legal para poder investigar a alguien. Es decir, se somete a la misma legislaci¨®n que cualquier ciudadano, con lo que no se le permite intervenir un tel¨¦fono o hackear una cuenta.
Lo explica Vicente Delgado, presidente de la Asociaci¨®n Profesional de Detectives Privados de Espa?a (APDPE). ¡°Los detectives podemos llegar hasta donde p¨²blicamente haya llegado la persona a investigar. En definitiva: si cualquier persona puede ver ese contenido, nosotros tambi¨¦n. No podemos entrar en la intimidad de la persona bien sea su domicilio, su tel¨¦fono m¨®vil, sus datos personales en redes no abiertas al p¨²blico, etc¨¦tera. Tampoco podemos utilizar ning¨²n tipo de medio material o t¨¦cnico que atente contra la intimidad personal o familiar¡±.
Los detectives privados no pueden saltarse ninguna ley y, aun as¨ª, a trav¨¦s de las redes sociales y el m¨®vil logran la mitad de sus objetivos.
Y pese a estas limitaciones los investigadores particulares suelen dejar casi resueltos sus casos solo con seguir nuestra huella digital. Se demuestra, de nuevo, que los ciudadanos del siglo XXI somos extremadamente f¨¢ciles de rastrear. ¡°Lo primero que hacemos cuando comenzamos a investigar a una persona, es googlear. Metemos el nombre en el buscador y se abre todo un mundo de posibilidades¡±. Lo explica -con una media sonrisa- Alicia Lerma, directora de Indicios Detectives. ¡°La gente deja todo lleno de huellas y, si no son ellos, son sus amigos o familiares¡±, a?ade.
Vicente Delgado, presidente de APDPE, a?ade que ¡°actualmente, es muy complicado dejar de formar parte de ese gran hermano que supone ser part¨ªcipe de buscadores, aplicaciones y redes como Facebook, Twitter o Instagram. Y los detectives se sirven de ello¡±.
¡°Solo con lo que encontramos en Internet, resolvemos casi la mitad del asunto¡±, retoma Sa¨²l P¨¦rez, de Pleka Investigaci¨®n. ¡°La gente nos lo pone f¨¢cil¡±.
Cualquier detalle nos delata
Hace unos meses, Alicia tuvo que investigar a una trabajadora de una empresa que llevaba varios meses de baja laboral. ¡°Aseguraba que ten¨ªa una lesi¨®n lumbar, lo que le incapacitaba para trabajar¡±. Alicia buce¨® un poco en las redes sociales y encontr¨®, en la cuenta de una amiga de la investigada, una foto en la que sal¨ªa corriendo una media marat¨®n. ¡°A veces uno intenta esconder su rastro, pero no puede controlar todos los tent¨¢culos de Internet¡±.
Algo parecido le ocurri¨® a Sa¨²l. Investigaba a un trabajador de baja por una lesi¨®n en el hombro que le imped¨ªa cualquier tipo de movimiento y localiz¨® un v¨ªdeo lanzando a su nieto al aire mientras jugaban.
¡°Esconderse, evitar dejar rastros, es hoy en d¨ªa realmente complicado¡±, explica Sa¨²l. ¡°Aunque t¨² te des de baja en todas las redes sociales, siempre va a haber un amigo, familiar o conocido que te pueda mencionar o hacer alguna referencia¡±.
Cuenta Alicia que cualquier detalle es significativo. ¡°Si te has conectado a Whatsapp ese d¨ªa, aunque no hayas escrito nada; una foto de perfil en la que veamos algo de fondo que nos resulte familiar; un comentario en el perfil de alg¨²n amigo¡ Casi cualquier cosa puede ponernos sobre la pista. Esto, hace a?os, no ocurr¨ªa. Pero hoy las huellas son muchas y muy dif¨ªciles de controlar¡±.
Registrados y controlados?
?Cu¨¢les son los casos m¨¢s solicitados a investigar por los detectives privados? A riesgo de caer en la parodia, la respuesta resulta costumbrista: ¡°Lo m¨¢s habitual son peticiones de empresas para investigar bajas laborales fraudulentas¡±, afirma Fernando Marata, de Omnia Veritas Detectives. ¡°Cuando las empresas solicitan una investigaci¨®n es porque ya tienen claro que el trabajador les est¨¢ enga?ando. Lo que pasa es que necesitan pruebas¡±.
"La amiga de una trabajadora de baja laboral por una lumbalgia colg¨® en su Facebook una foto con ella corriendo una marat¨®n"
Pero, ni mucho menos, es lo ¨²nico que investigan los detectives privados. La lista es larga. Existen muchas solicitudes para investigar a la pareja sospechosa de infidelidad. ¡°El tema es constante¡±, retoma Alicia. ¡°Tanto en hombres como en mujeres. Vienen con fuertes sospechas y necesitan pruebas, no tanto para ellos mismos sino para mostrarlas a amigos o familiares y convencerles de que no son paranoias suyas¡±.
Todas las investigaciones que un detective privado emprenda deben tener un inter¨¦s leg¨ªtimo, seg¨²n un tribunal. Es decir, no podr¨ªan investigar a una persona solo porque a otra le caiga mal o quiera ridiculizarla. ¡°Cada investigaci¨®n que nosotros hacemos debe quedar registrada. Y, cada cierto tiempo, la Polic¨ªa supervisa nuestro trabajo. Estamos muy controlados y organizados¡±, cuenta Sa¨²l. Y a?ade: ¡°No tiene nada que ver con antes, hace a?os, cuando no hab¨ªa casi control y los detectives eran expolic¨ªas que se saltaban todas las normas. Ahora necesitamos formaci¨®n, licencia y registro¡±.
La formaci¨®n, por cierto, es la m¨¢s completa de la Uni¨®n Europea. Los espa?oles son los ¨²nicos detectives privados de Europa que necesitan una carrera universitaria y un posgrado en investigaci¨®n privada para obtener la licencia. ¡°Somos los mejor preparados de Europa¡±, asegura Vicente Delgado, de APDPE.
Y, por eso, la lista de solicitudes es enorme, como es enorme la capacidad de los detectives espa?oles para resolverlas. Impagos de alquiler, morosos, localizaci¨®n de personas, control de menores, control de servicio dom¨¦stico, herencias, abusos sindicales, competencia desleal, seguimiento a directivos, fugas de informaci¨®n en empresas, patentes, contraespionaje industrial, fraudes, tr¨¢fico de influencias, accidentes de tr¨¢fico, incendios¡
El m¨ªnimo detalle sirve a un investigador: la ¨²ltima conexi¨®n a Whatsapp, el fondo de nuestra foto de perfil, un comentario de un amigo en su red social...
Los informes resultantes de estas investigaciones sirven como pruebas en juicios y causas. Y los detectives son testigos privilegiados.
La calle, como toda la vida
M¨¢s all¨¢ de la tecnolog¨ªa, los detectives privados siguen necesitando la investigaci¨®n a pie de calle de toda la vida. ¡°Una vez que, a trav¨¦s de las redes sociales o el m¨®vil localizamos a alguien, necesitamos seguirlo, grabarlo, vigilarlo¡±, explica Sa¨²l P¨¦rez.
Y en esta labor reaparece la idea preconcebida que tenemos de un detective. ¡°Tenemos que hacer seguimientos en coche, grabar a escondidas, hacer guardias de diez horas¡¡±. Para ellos los detectives se sirven, una vez m¨¢s, de la tecnolog¨ªa. Existen, a d¨ªa de hoy, c¨¢maras ocultas en cargadores de m¨®viles, gafas, mandos a distancia, llaves y hasta tornillos.
¡°Es muy dif¨ªcil que alguien se d¨¦ cuenta de que lo estamos investigando. La gente no se para a pensar de cu¨¢ntas formas se deja ver¡±, dice Sa¨²l. ¡°Somos m¨¢s visibles que nunca¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.