Pedro S¨¢nchez: acci¨®n mutante
El candidato representa un ejemplo de transformismo pol¨ªtico en el camino de la propia supervivencia
Los militantes socialistas tienen la opci¨®n de elegir a Pedro S¨¢nchez como secretario general, pero ?a cu¨¢l de ellos? Las interrogaciones localizan los vaivenes de una trayectoria vol¨¢til. Pedro S¨¢nchez ha encontrado un dogma y un recurso eficaz en el no a Rajoy, pero al mismo tiempo representa un ejemplo de transformismo pol¨ªtico en el camino de la propia supervivencia. Ha elaborado seis textos program¨¢ticos desde 2014 y ha introducido novedades o variaciones muy significativas en los ¨²ltimos d¨ªas. No en cuestiones menores, sino en asuntos tan significativos como el modelo de Estado y la relaci¨®n con Podemos.
La ideolog¨ªa. Pantalones vaqueros y camisa clara. Matteo Renzi, Manuel Valls y Pedro S¨¢nchez compartieron la indumentaria y el escenario en Bolonia ¡ªseptiembre de 2014¡ª para reconocerse como el triunvirato de la refundaci¨®n de la izquierda. Eran Valls y Renzi primeros ministros de Francia e Italia, as¨ª como los valedores de un socialismo pragm¨¢tico, centrista, sensible a cuestionar los tab¨²es del inmovilismo, enfatizando el fervor patri¨®tico y tuteando la idea de la ¡°flexiguridad¡± laboral.
Semejantes presupuestos predispon¨ªan la comodidad del propio S¨¢nchez en su relaci¨®n con Ciudadanos. Y favorecieron la firma del acuerdo ¡ªfebrero de 2016¡ª entre el l¨ªder socialista y Albert Rivera, no solo reconocidos en la idea de la regeneraci¨®n, sino tambi¨¦n en el consenso en torno al modelo productivo, la pol¨ªtica fiscal y el dinamismo empresarial. Era el pre¨¢mbulo necesario de un pacto de legislatura y de investidura que se malogr¨® por el rechazo de Podemos. Pablo Iglesias acus¨® a S¨¢nchez de mutar al liberalismo. Y S¨¢nchez, a su vez, debi¨® acusar el anatema, pues la reacci¨®n de su programa de aspirantazgo a la secretar¨ªa general ¡ªfebrero de 2017¡ª planteaba la necesidad de ¡°trabajar por una nueva coalici¨®n progresista liderada por una socialdemocracia renovada en alianza con las nuevas formaciones de izquierdas¡±.
No pod¨ªa ser m¨¢s evidente la alusi¨®n a Podemos, ni pod¨ªa ser m¨¢s sorprendente el viraje con que rectific¨® el propio compromiso program¨¢tico el pasado 11 de mayo. Dijo entonces que nunca hab¨ªa mencionado la idea de dar un giro a la izquierda, incluso corrigi¨® el p¨¢rrafo del programa que le contradec¨ªa. Ya no se hablaba de pactos con nuevas formaciones de izquierda, sino de ¡°alianza con las fuerzas de la sociedad espa?ola¡±, incluyendo a los agentes sociales y organizaciones de la sociedad civil.
Fue Pedro S¨¢nchez quien dijo que el PSOE ¡°deb¨ªa trabajar codo con codo con Podemos¡± (entrevista a Jordi ?vole); quien dijo exactamente lo contrario unos meses antes (¡°con Podemos, ni ahora ni nunca¡±); quien recurri¨® a la idea del ¡°mestizaje ideol¨®gico¡± para justificar el pacto con Ciudadanos; quien puntualiz¨® que ¡°la socialdemocracia no tiene ning¨²n problema con el multipartidismo¡±.
El modelo de Estado. La Constituci¨®n y la manera de reformarla han engendrado los aspectos de mayor confusi¨®n del transformismo sanchista, sobre todo en los matices o las esencias del modelo territorial. El programa de S¨¢nchez compromet¨ªa el art¨ªculo 2 de la Carta Magna y reivindicaba ¡°avanzar en el car¨¢cter plurinacional del Estado¡±. Era un discurso muy conveniente a su proyecci¨®n en Catalu?a y en el Pa¨ªs Vasco, pero tambi¨¦n un l¨ªmite respecto a la porosidad de su candidatura en otros territorios.
Se explicar¨ªa as¨ª la matizaci¨®n de ¨²ltima hora, de ¨²ltimo minuto, seg¨²n la cual Pedro S¨¢nchez recrea la idea de la naci¨®n no como concepto jur¨ªdico ni pol¨ªtico sino como un ¡°reconocimiento desde el punto de vista cultural¡±. Ya se ocup¨® Patxi L¨®pez en el debate televisado del pasado lunes de objetarle la duda ¡ª¡°Pedro, ?sabes lo que es una naci¨®n?¡±¡ª, y ya se encarg¨® S¨¢nchez de inmortalizar la evasiva: ¡°Un sentimiento¡±.
Era menos ambiguo el ex secretario general del PSOE cuando defini¨® en su primer programa la vigencia del ¡°Estado auton¨®mico fundado indisolublemente en la unidad del sujeto constituyente, el pueblo espa?ol¡±. Reconoc¨ªa S¨¢nchez las singularidades de las nacionalidades y las regiones, pero no conceb¨ªa que la reforma constitucional ¡ªen este caso, la reforma del t¨ªtulo VIII¡ª fuera m¨¢s lejos que desarrollar el concepto del Estado federal.
Eran entonces presupuestos demasiado precarios para atraer la adhesi¨®n de los partidos soberanistas o independentistas en su intentona de investidura. S¨¢nchez explor¨® la posibilidad de un acuerdo con ERC y el PNV, consciente de que tendr¨ªa que consolarlos con una reforma constitucional muy ambiciosa de la que ahora abjura.
El eslogan del monos¨ªlabo. ¡°Me parece muy bien que, si no tienes ideas, cojas las m¨ªas¡±. He aqu¨ª el mayor reproche que hizo Patxi L¨®pez a Pedro S¨¢nchez en el debate del lunes. Se trataba de reflejar la volatilidad del compa?ero, la interinidad de su proyecto, pero es verdad al mismo tiempo que S¨¢nchez ha consolidado como una roca el rechazo a la abstenci¨®n y la vigencia del ¡°no es no¡± como argumento de cohesi¨®n de su militancia.
Parece el contrapeso s¨®lido de una trayectoria gaseosa, pero ni siquiera el no a Rajoy fue una convicci¨®n absoluta en el sanchismo. El retroceso de hasta 85 diputados en la repetici¨®n de los comicios y la hip¨®tesis de unas terceras elecciones le condujeron a proclamar que el PSOE estar¨ªa ¡°en la soluci¨®n¡±, sobrentendi¨¦ndose que no pondr¨ªa grandes obst¨¢culos a la investidura del l¨ªder popular.
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